La ‘CNMV europea’ pide más control sobre los fondos gestionados en Londres
Quiere evitar que baste con crear filiales fantasma en la UE que delegan todas las funciones
Londres es sin lugar a dudas la capital financiera europea. En la ciudad británica se dan cita las gestoras de fondos más importantes del mundo. Hasta el Brexit, muchas firmas estadounidenses, asiáticas y también británicas, gestionaban las inversiones para Europa desde la City londinense. Con la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), algunas entidades optaron por crear filiales en Luxemburgo, Irlanda o Alemania para poder seguir vendiendo fondos con pasaporte comunitario, al tiempo que delegaban la gestión en sus equipos de Londres. Pero el regulador europeo de los mercados no se lo va a poner fácil.
La Autoridad Europea de los Mercados de Valores (ESMA, por sus siglas en inglés, el equivalente comunitario a la CNMV española) quiere establecer una serie de exigencias para aceptar esa delegación de funciones. Su objetivo final es demandar a las gestoras de fondos que una parte de los servicios financieros que prestan se desarrolle en suelo de la Unión Europea, y que no baste con la mera delegación.
"Tras la salida de Reino Unido de la UE, es probable que la delegación de las funciones de gestión de carteras a entidades no pertenecientes a la UE aumente aún más", ha explicado la ESMA en una carta al vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
La ESMA quiere una "redacción legal más clara" en las leyes comunitarias sobre los requisitos de delegación. La UE podría introducir una serie de exigencias, tanto "cualitativas" como "cuantitatvias", o proporcionar una lista de funciones básicas o críticas que no pueden ser delegadas en fondos de inversión y fondos alternativos, dijo la ESMA.
Pasaporte UcitsLa directiva sobre transferencia de fondos de inversión colectiva (conocida por sus siglas en inglés, Ucits), ha ido fijando desde 1985 los estándares que debía cumplir un vehículo de inversión para pudiera ser comercializable en todos los países de la Unión Europea.
Las opciones esbozadas por el supervisor
Cualitativas. Una opción sería exigir a las firmas instaladas en Londres que tuvieran que tener un mínimo de directivos en aquellos países donde quieren vender sus fondos. Hoy en día, muchas firmas siguen teniendo sus equipos de ventas en Londres, aunque trabajen casi en exclusiva para vender fondos en España y Portugal.
Cuantitativas. La nueva regulación podría exigir a las gestoras que tuvieran en todos los países europeos en los que distribuyen sus productos una filial que contara con unos mínimos de capital, para garantizar un mayor grado de compromiso con los inversores de ese territorio. Hoy en día, muchas gestoras distribuyen incluso a través de agencias de valores locales especializadas.
En la misma se exigen niveles máximos de concentración de activos, niveles mímimos de liquidez, obligaciones de información a los partícipes... Estos estándares han sido muy bien acogidos por la industria de gestión de activos, y han convertido a Luxemburgo en un importante centro de distribución de fondos.
La mayoría de gestoras británicas y norteamericanas registraba una versión Ucits de sus fondos en Irlanda o Luxemburgo para distribuirlos en toda la Unión Europea. Incluso las gestoras de fondos españolas han registrado en Luxemburgo versiones clónicas de fondos nacionales, para los clientes que perciben mayor seguridad jurídica en el Gran Ducado.
Tras el Brexit, firmas como BlackRock, Pimco o Fidelity han tenido que reevaluar su estructura jurídica y operativa en Europa para seguir vendiendo fondos.
En la carta de la ESMA también se ha pedido a las instituciones comunitarias que aprovechen la próxima actualización de la normativa sobre fondos alternativos (aquellos que tienen más flexibilidad a la hora de realizar inversiones) y fondos de capital riesgo (que invierten en activos que no cotizan en los mercados) para conseguir una mayor estandarización de estos vehículos, tal y como sucede con el estándar Ucits para los fondos de inversión.