Marriott y Hyatt obligarán a llevar mascarillas en sus hoteles desde el 27 de julio
La mayor cadena del mundo, con 7.000 establecimientos, aplicará esa norma en todos sus establecimientos. Hyatt la limita a EE UU y Canadá.
El equilibrio entre reactivación económica y control de la pandemia se está rompiendo en el turismo en favor de la lucha contra la enfermedad. Todo el trabajo previo que hicieron destinos, aerolíneas, hoteles y transporte para garantizar que sus instalaciones estaban libres de Covid-19 y que los turistas podían viajar con seguridad y sin restricciones ha saltado por los aires con la expansión incontrolada de la pandemia.
Un buen ejemplo se ha dado en España, con la imposición tardía y descoordinada de llevar mascarillas en las playas, lo que ha frenado en seco la llegada de viajeros. Y otro más relevante se va a dar a partir del próximo lunes 27, en el que Marriott, la mayor hotelera del mundo con 7.000 establecimientos y 1,3 millones de habitaciones, obligará a sus clientes, en cualquiera de sus hoteles, a llevar mascarilla. "Es la manera más fácil de protegerse y de reducir los contagios", aseguró el consejero delegado de la hotelera, Arne Sorenson, en un vídeo difundido el pasado martes. La mayor cadena del mundo recordará esta nueva norma a sus clientes antes de que lleguen a su destino.
A Marriott se le ha unido Hyatt, la decimotercera cadena del mundo por tamaño, con 852 hoteles y 208.000 habitaciones, que también fijará la obligación de llevar mascarilla a partir del 27 de julio, pero solo en los hoteles de EE UU y Canadá. Los clientes deberán estar protegidos en todos los espacios públicos, incluidos zonas de encuentro, salas de reuniones, bares, restaurantes y gimnasios. En el resto de países, los empleados serán los únicos, por ahora, que deberán ir protegidos con mascarillas.
Fuentes del sector turístico consultadas por Cinco Días confirman que si finalmente esta medida cruza el Oceano Atlántico y se empieza a establecer como obligatoria en algunos establecimientos de España dependientes del turismo extranjero, puede ser la puntilla para la industria hotelera, que en la actualidad solo tiene abierta un tercio de la planta disponible y cuyos niveles de ocupación no llegan al 50% en el arranque de la segunda quincena de julio.