Aena pasa de los 300 vuelos diarios de mayo a más de 2.000 en julio
Refuerza el control sanitario en los aeropuertos con 1.000 personas de dos empresas y un coste de 20 millones
El tráfico aéreo se recupera poco a poco en los aeropuertos españoles. El gestor público de la red, Aena, habla ya de 2.000 operaciones diarias (despegues y aterrizajes) en esta primera mitad de julio en comparación con las 400 operaciones diarias de junio (subieron a cerca de 1.000 a finales de mes) y las 300 por jornada que contabilizaba en mayo. Con todo, el cierre de junio siguió ofreciendo la imagen de un fuerte derrumbe de la actividad en comparación con 2019 y las 2.000 operaciones de julio distan de las 7.700 que fueron operadas de media en julio del pasado ejercicio.
Los aeropuertos de Aena atendieron el pasado mes a 1,05 millones de viajeros, lo que multiplica casi por cuatro los 267.000 usuarios de mayo. En cuanto a operaciones, los 43.640 movimientos de junio dejan muy atrás los menos de 18.000 del mes anterior. En el comparativo con junio de 2019, el volumen de pasajeros cae un 96,1% “por los límites a la movilidad impuestos por el estado de alarma hasta el 21 de junio”, afirma la compañía a través de un comunicado. El número de movimientos es un 80,7% inferior al de junio del pasado ejercicio.
El volumen de pasajeros cae un 96,1% frente a junio de 2019 y el derrumbe del tráfico en el primer semestre fue del 66%
Este nuevo mes de mínima actividad deja un balance en el primer semestre de 43,47 millones de viajeros, lo que representa un retroceso del 66% respecto a la primera mitad de un 2019 que terminó marcando el récord de tráfico para Aena.
El tráfico internacional siguió desaparecido
Del millón de viajeros contabilizados en el último mes, 717.038 corresponden a vuelos nacionales (un 91% menos que en el mes comparable de 2019), mientras que los 317.570 viajeros internacionales registrados suponen un desplome del 98,4%. Aena ha subrayado esta mañana que las aerolíneas han comenzado a reactivar sus operaciones desde el fin del estado de alarma.
Por aeropuertos, Madrid-Barajas rozó los 195.000 pasajeros (un 96,5% menos), mientras que Barcelona-El Prat atendió a 148.903 (-97,1%), Palma de Mallorca declara 127.555 (-96,7%); Gran Canaria aporta 106.541 (-89,1%), y Tenerife Norte cierra la lista de los cinco grandes con 99.703 (-80,6%).
La compañía dependiente del Ministerio de Transportes dice estar centrada en la recuperación operativa de sus aeropuertos y en garantizar la seguridad de pasajeros y trabajadores. Una labor realizada en coordinación con las autoridades españolas sanitarias y del transporte, así como con los Estados Miembros de la UE y las asociaciones internacionales de aeropuertos (ACI) y de aerolíneas (IATA).
Seguridad ante la pandemia
Aena ha implantado en sus 46 aeropuertos y 2 helipuertos en España “todas las recomendaciones sobre limpieza, distancia de seguridad, higiene y comunicación de la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) y del ECDC (Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades), traspuestas a norma en España”.
Para llevar a cabo los controles de viajeros procedentes del exterior, Aena está apoyando al Ministerio de Sanidad tanto con medios humanos como tecnológicos. En el primer caso, dos empresas prestan servicios de apoyo de personal sanitario y refuerzo en todos los aeropuertos. El importe de estos servicios, que han permitido un refuerzo de más de 1.000 personas, asciende a cerca de unos 20 millones de euros. En el segundo, mediante la instalación de cámaras termográficas que permiten la toma de temperatura de los pasajeros de forma fluida e imperceptible, y con el desarrollo tecnológico del PLC (Passenger Location Card).
Los controles establecidos en materia sanitaria incorporan tres filtros de seguridad: toma de temperatura; control documental (PLC), basado en las declaraciones responsables con información sanitaria y de contacto que permite la trazabilidad o el seguimiento por parte de las Comunidades Autónomas; y un control visual.
Además, los casos sospechosos pasan a un control secundario donde personal sanitario valora la situación clínica y epidemiológica del pasajero. La finalidad última de todas las medidas implementadas en los aeropuertos es la protección y la generación de confianza, para recuperar el tráfico de manera segura y facilitar la movilidad, el turismo y la actividad económica.