Los consumidores exigen una mayor implicación social de las empresas
El 86% cree que cuidar a los empleados es primordial para contribuir al bienestar
La crisis del coronavirus ha dejado en evidencia que las empresas que quieran tener éxito en el futuro deberán implicarse también en los retos sociales. Es lo que se desprende del informe elaborado por Capgemini sobre la opinión de los consumidores respecto al papel de las corporaciones en la sociedad.
Según el estudio, el 78% de la población considera que las compañías deben tener un rol en la comunidad más allá de vigilar sus propios intereses. “Las empresas se están concienciando cada vez más de estos asuntos, empujados por los accionistas, el talento y los propios consumidores”, expone el director general de Capgemini Invent, Laurent Perea. Un cambio de paradigma que está cogiendo fuerza poco a poco, pero que aún tiene un largo camino por recorrer. Así lo señala el 74% de los consumidores, que asegura que las organizaciones pueden hacer más de lo que están haciendo actualmente para tener un impacto positivo.
La pandemia ha acentuado aún más este sentimiento, pues la colaboración ha sido más necesaria que nunca. “Los consumidores saben que los Gobiernos no pueden llegar a todo y son muy conscientes de que esto se tiene que equilibrar con la implicación de las grandes corporaciones”, desarrolla Perea. Un aspecto que señala el 68% de los encuestados, para quienes la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que las Administraciones públicas necesitan el apoyo de las empresas para resolver los problemas sociales. Además, en contextos extremos, las expectativas de los usuarios se magnifican: el 69% de ellos espera que las compañías cooperen cuando hay una crisis importante como la actual.
“Esta crisis es una oportunidad para las empresas, es el momento de tomar el protagonismo y llevar acciones a cabo”, apunta Perea. Pero ¿de qué manera pueden contribuir las compañías a mejorar la sociedad? Los consumidores lo tienen claro: el 86% de ellos señala que cuidar a los empleados es primordial para contribuir al bienestar del entorno en el que operan. Utilizar su propia experiencia, por ejemplo, ofreciendo sus productos o inventando unos nuevos (54%) y hacer donaciones en especie (53%) o en dinero (44%) completan la lista de las acciones más valoradas.
Estas actuaciones, además, tienen premio. El 75% de los encuestados asegura que, cuando acabe la pandemia, comprará exclusivamente o más en los negocios que llevaron a cabo gestos solidarios. “Es un fenómeno que va creciendo porque tenemos cada vez más acceso a la información como consumidores, así que las empresas se ven obligadas. Al mismo tiempo, las expectativas de los clientes aumentan a medida que lo hacen la visibilidad”, alega el portavoz de Capgemini.
Esta transparencia no es solo una oportunidad, sino un reto que entraña riesgos; especialmente en un mundo globalizado, donde una negligencia a nivel local tendrá un impacto negativo en la marca global, expone Perea. No obstante, cabe recordar que la reputación de las compañías no es una foto fija: “Hay empresas que han tenido problemas, pero que han sabido reaccionar y cambiar. Al mismo tiempo, una acción puntual tiene un impacto muy limitado”.
Las redes sociales son un testigo excelente –y en tiempo real– de la opinión de los consumidores sobre las marcas, y esta crisis no es una excepción. El 15 de marzo, cuando LVMH anunció que produciría gel hidroalcohólico en sus fábricas, las menciones al conglomerado de lujo en las plataformas digitales se dispararon. El crecimiento fue casi el doble que el de noviembre de 2019, cuando el grupo anunció la compra de Tiffany.