La búsqueda de vivienda aguanta el tirón y se mantiene en un nivel similar a la época pre-Covid
El perfil de demandante cambia y cobran protagonismo las clases altas, en detrimento de las capas con menos renta
Los efectos del coronavirus Covid-19 en el mercado residencial están siendo, al menos por ahora, menos drásticos de lo que en un principio podía esperarse. Si antes de la pandemia un 14% de los particulares de entre 18 y 65 años estaban buscando hogar en el mercado del alquiler, este porcentaje ha descendido tan solo un punto porcentual después de la crisis (13%). En compraventa la bajada es algo mayor, pero dentro de unos parámetros razonables: dos puntos porcentuales al pasar del 15% previo al 14 de marzo, cuando se declaró el estado de alarma, al 13% actual. La caída es más suave de lo que se vaticinaba al comienzo del confinamiento.
Esta es la principal conclusión que se desprende del informe de Fotocasa Research La demanda de vivienda después del Covid-19, presentado este martes y elaborado por el portal inmobiliario con la “intención de conocer de primera mano las consecuencias más directas de la situación provocada por el coronavirus en la demanda de vivienda” en España.
A pesar de que la demanda, tanto en compraventa como en arrendamiento, se mantiene en niveles similares a los meses anteriores a la pandemia, sí que ha habido cambios en otros aspectos del mercado residencial, como el perfil medio de buscador. Así, explica el documento, “los demandantes de ahora no son los mismos que antes de la crisis sanitaria: hay un 8% de particulares en el mercado del alquiler y un 7% en el de compraventa que han dejado de buscar vivienda y han sido sustituidos”.
Así, explican desde el portal inmobiliario, los españoles que han abandonado la búsqueda de vivienda durante la pandemia lo han hecho, básicamente, “por la incertidumbre económica y personal, que claramente les ha condicionado” a la hora de salir temporalmente del mercado. En el otro extremo, la detección de nuevas necesidades residenciales y la búsqueda de oportunidades en el mercado “está animando a los que antes de la pandemia no buscaban una nueva vivienda”. Que estos dos grupos se equilibren y hagan que la demanda se mantenga casi estable después de la crisis “es una buena noticia para el sector inmobiliario”.
En cuestión de edad, el perfil medio de buscador, que antes de la alarma se fijaba en los 38 años de media, ha pasado a los 40 años. Respecto al nivel socioeconómico ganan protagonismo las clases medias y altas en detrimento de las más bajas. Los más acomodados buscaban vivienda en un 18% de los casos antes de la pandemia, porcentaje que ahora llega al 20%. Por su parte, la población más castigada ha bajado del 32% al 26% en estos cuatro meses. En cuanto a la situación laboral de los que quieren acceder a una vivienda, se ha incrementado ligeramente el porcentaje de los que trabajan actualmente (un 62% pospandemia frente al 59% de antes de la crisis) y se ha reducido el de los parados (25% ahora frente al 28% anterior).
Los más expuestos, como los jóvenes precarios, las personas que provienen de niveles socioeconómicos más bajos o los parados, explican desde el portal, son los que más dificultades tienen para acceder al mercado de la vivienda, una situación que venía arrastrándose desde hace tiempo y que se ha acentuado durante la crisis sanitaria y económica. “Ante la incertidumbre están abandonando en mayor medida la búsqueda”. Por el contrario, quienes por cuestión de edad, estabilidad laboral y situación socioeconómica están en una posición algo más desahogada “pueden plantearse en estos momentos buscar vivienda, y por eso ganan protagonismo en el perfil de demandantes pospandemia”.