Nissan dejará atrás Europa bajo el nuevo plan de su alianza con Renault y Mitsubishi
El nuevo modelo de negocio de la alianza franco-nipona incluye el reparto de los mercados mundiales
La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi ha presentado este miércoles su programa conjunto a medio plazo para afrontar la crisis del sector de la automoción derivada de la pandemia de coronavirus y, bajo este nuevo esquema, Nissan será la marca de referencia en China, Norteamérica y Japón y dejará atrás Europa, con el peligro que ello conlleva para la planta que opera en la Zona Franca de Barcelona.
Con su nuevo modelo cooperativo de negocio "líder-seguidor", busca potenciar la competitividad y la rentabilidad de las tres empresas, gracias a una reducción de las inversiones de hasta un 40% por modelo y que los beneficios se sumen a las sinergias que ya tienen hoy, ha informado en un comunicado.
La alianza franco-nipona ha nombrado diferentes partes del mundo como "regiones de referencia" para cada una de sus marcas y Nissan liderará en China, Norteamérica y Japón; Renault en Europa, Rusia, Sudamérica y África del Norte; y Mitsubishi en la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) y Oceanía.
En este contexto, cobra más fuerza el cierre de la planta de Nissan en Barcelona y el traslado de su producción a factorías de Renault, quedando en peligro 3.000 empleos directos y 20.000 indirectos. La firma japonesa anunciará este jueves su propio plan de reestructuración, en el que, según adelantó el diario nipón Nikkei, acometerá una reducción del 20% de su producción hasta 2023 y prevé 20.000 despidos en todo el mundo, el 15% de su plantilla. La compañía también dará cuenta de sus resultados correspondientes al ejercicio fiscal 2019/2020 -de abril de 2019 a marzo de 2020-, que arrojan unas pérdidas de 95.000 millones de yenes (800 millones de euros).
El Gobierno ya ha advertido a Nissan de que el cierre de la planta catalana le costará más de 1.000 millones de euros, frente a los 300 que contempla el plan de inversiones propuesto por el Ejecutivo en conjunto con la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. La ministra de Industria, Reyes Maroto, se ha mostrado convencida este miércoles de que existe margen aún para que Nissan renuncie a cerrar la planta y ha confiado en el resultado de las negociaciones que el Gobierno mantiene con la dirección de la empresa en Japón.
En una entrevista en Ràdio 4, Maroto ha afirmado que la dirección de la multinacional no había calculado el coste de abandonar los terrenos en los que se asienta la factoría de Zona Franca, y que debe dejar en las mismas condiciones en las que se los encontraron, lo que podría hacer cambiar sus planteamientos.
Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, ha asegurado, en declaraciones a TV3, que la producción de Nissan en Cataluña "es totalmente viable" y que el Govern está monitorizando la situación a la espera de que la multinacional nipona desvele el futuro de la planta.
Unos 100 trabajadores de Nissan se han concentrado este miércoles en la capital catalana ante la sede de la Unión Europea y el consulado de Japón de forma simultánea para reclamar un plan de futuro para las plantas de la compañía en Cataluña, según cifras de la Guardia Urbana de Barcelona.
Primer plan sin Ghosn
Este es el primer programa conjunto de la alianza tras la era Carlos Ghosn, expresidente de las tres compañías y quien forjó la unión entre Renault y Nissan hace 21 años. Ghosn Fue arrestado en Japón en noviembre de 2018 por supuestas irregularidades financieras y, a finales de diciembre de 2019, violó las condiciones de su libertad bajo fianza y se fugó del país a Beirut.
El programa a medio plazo se centra en la reorganización del sistema de producción entre las tres compañías y las medidas para el desarrollo de vehículos de nueva generación, como los eléctricos. La renovación del segmento de todocaminos C a partir de 2025 será liderada por Nissan, mientras que Renault estará al frente del segmento B-SUV en Europa.
Por su parte, en América Latina, las plataformas de productos B se racionalizarán, evolucionando de cuatro variantes a una sola para los productos Renault y Nissan. Esta plataforma se producirá en dos plantas. En el sudeste asiático y Japón, los miembros de la alianza buscarán oportunidades seleccionadas bajo el mismo esquema, como la colaboración entre Nissan y Mitsubishi.
De este modo, cerca del 50% de los modelos de la alianza se desarrollará y producirá bajo su nuevo esquema para 2025. "El nuevo modelo de negocio permitirá a la alianza sacar el máximo partido de los activos y las capacidades de cada empresa. Las tres compañías de la alianza cubrirán todos los segmentos y tecnologías de vehículos, en todas las geografías, en beneficio de cada cliente, al tiempo que aumentan su competitividad respectiva, rentabilidad sostenible y responsabilidad social y ambiental", ha señalado el presidente de la alianza, Jean-Dominique Senard, en rueda de prensa.
Senard ha subrayado que no hay un plan de fusión entre las tres empresas. "No necesitamos una fusión para ser eficientes", ha insistido.
Este modelo negocio se aplicará también en el desarrollo de las plataformas y de los sistemas de propulsión, de forma que Nissan liderará la conducción autónoma, y Renault lo hará en lo referente a la arquitectura de vehículos electrificados.
Además, el fabricante francés capitaneará la tecnología del coche conectado con la plataforma basada en Android, al tiempo que Nissan hará lo propio en China. En cuanto a los motores electrificados, el segmento A y B lo dirigirá Renault y Nissan, las variantes EV, mientras que Mitsubishi se responsabilizará de la tecnología híbrida enchufable.
Renault posee un 43,7% de Nissan, mientras que esta tiene el 15% de la francesa, aunque sin derecho a voto, y el 34% de Mitsubishi Motors.
Renault prevé ahorrar 2.000 millones en tres años
Renault, que ha terminado el día con una subida del 17,47% en la Bolsa de París tras el anuncio, hasta 22,5 euros por acción, informará de su plan de reestructuración un día después que Nissan. La marca del rombo prevé un ahorro de 2.000 millones de euros en tres años y el cierre de tres plantas en Francia.
Según la publicación Challenges, las factorías que están sobre las cuerdas son las de Dieppe, Caudan y Choisy-le Roi, que entre las tres suman más de 1.000 empleados. Mientras tanto su planta de Flins podría dejar de fabricar automóviles y pasar a ser utilizada para otras tareas, como la producción de prototipos. Allí trabajan unas 2.600 personas, sin contar el personal temporal.
El fabricante francés cuenta con cuatro factorías en España: Sevilla, de cajas de velocidades; Valladolid, una de motores y otra de automóviles, donde ensambla el Captur; y Palencia, donde monta los modelos Mégane y Kadjar. En total, emplea a unas 11.000 personas.
El grupo automovilístico francés entró en números rojos el año pasado por primera vez en una década, al registrar unas pérdidas netas de 141 millones de euros, frente a los 3.302 millones de beneficio que obtuvo en 2018, mientras que Mitsubishi perdió 25.779 millones de yenes (unos 218 millones de euros) en el último año fiscal japonés, en comparación con las ganancias de 132.871 millones de yenes (1.126 millones de euros) del ejercicio precedente.