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Operaciones

Suez desafía al Covid-19 y lanza la venta de Agbar para lograr 3.000 millones

Société Générale y Rothschild coordinarán la operación

Ángel Simón presidente de Agbar.
Ángel Simón presidente de Agbar.Pablo Monge

Suez lo tiene todo a punto para la venta de una de sus joyas de la corona. La multinacional francesa lanzará en las próximas semanas el proceso de venta de Aguas de Barcelona, según indican fuentes financieras a este periódico. Contará con la asesoría de Société Générale y negocia que Rothschild se sume también a la operación.

Todo ello pese a un contexto que no parece el más propicio. La debacle económica causada por el Covid-19 ha confinado a ciudadanos de todo el mundo en sus casas y ha dejado a cero el mercado de las fusiones y adquisiciones. Al menos hasta que los vendedores tengan una imagen clara de cuánto puede costar a las cuentas de sus empresas el parón económico.

Sin embargo, parece que esto es diferente en el caso de Agbar. La gestión de aguas, que depende fundamentalmente de concesiones públicas, se considera más resistente a los vaivenes económicos. Los contratos con ayuntamientos blindan sus ingresos en caso de recesión y su negocio, el suministro de agua y el alcantarillado, es inmune a la caída en los ingresos. El gigante francés trata de desatascar así el mercado español con una operación que llevaba aguardando desde el pasado verano.

Lo que sí fue clave para el proceso fue la victoria judicial sobre su contrato en Barcelona, su principal fuente de ingresos. En noviembre el Tribunal Supremo respaldó la legalidad de la sociedad mixta Aigües de Barcelona –en la que participa junto a Critera, que es también accionista del propio Suez con un 5,9%– y Área Metropolitana de Barcelona– y que el Ayuntamiento de CiU le adjudicó la gestión de aguas de la Ciudad Condal de manera directa. La icónica empresa barcelonesa participa también en Aguas Andinas, el operador de la red de agua en Santiago de Chile, y en otros operadores en Cataluña, Castellón y Aragón.

El fondo Amber Capital, accionista de Suez con en torno al 2%, fue quien puso la operación sobre el tapete. El pasado verano remitió una carta al consejo de la compañía francesa en la que le recomendaba abordar una "rotación de activos", en la que Agbar era "un candidato ideal". El objetivo de Amber es que destine 1.000 millones del importe de la venta a inversiones, esa misma cantidad a reducir deuda y que por igual cuantía retribuya a los accionistas con un programa de recompra de títulos.

Suez no tardó en recoger el guante de su accionista y, unos meses después, el 2 de octubre anunció un plan estratégico que recogía desinversiones en los próximos años por entre el 15 y el 20% de su capital empleado, que suma unos 21.000 millones de euros. No señaló directamente a Agbar, pero fuentes financieras sí apuntan a la histórica compañía española.

En la presentación de resultados del primer trimestre, realizada el pasado 30 de abril, la multinacional francesa anticipó que sigue adelante con sus planes, que incluyen desinversiones este ejercicio. Su objetivo de que se vean reflejadas en el beneficio del año. Es decir, debe cerrar la operación antes de final de 2020. La segunda ronda de desinversiones llegará en 2021.

Las primeras tasaciones de Agbar con las que cuenta Suez parten de los 3.000 millones. Estos cálculos se han hecho, sin embargo, antes de que la pandemia se expandiese por todo el mundo. La cuestión ahora está en delimitar cuánto puede restar a ese precio la histórica recesión que enfrenta la economía.

Estos cálculos se basan en tasar la compañía en 12 veces su ebitda de 250 millones que ganó en 2012. La cantidad es recurrente. Y es el mismo cálculo que realizó Amber, quien considera que tiene un atractivo espectacular para un fondo de pensiones o especializado en infraestructuras, que buscan retornos estables de servicios públicos indispensables.

Suez podrá testar de primera mano el apetito del mercado en las próximas semanas. Sus bancos de inversión han organizado una ronda de reuniones con potenciales interesados. El objetivo es que remitan sus primeras ofertas no vinculantes este verano.

Una valoración que coincide con el precio al que salió de la Bolsa

 

Desde 1920. Agbar es una empresa histórica de la Bolsa española. Se estrenó a comienzos del siglo XX (1920) y cotizó hasta 2010, cuando Criteria y Suez la excluyeron a 20 euros por acción, lo que suponía una valoración precisamente de 3.000 millones de euros. Justo el precio que apunta Amber Capital que debe valer como mínimo. Sin embargo, tres años antes Suez y Criteria le habían lanzado un opa, con la que consiguieron el 90% del capital, a 27,65 euros por título: el 100% estaba valorado en más de 4.100 millones de euros.

Resultados. Suez no desagrega los resultados por filiales, pero el área de gestión de agua representa aproximadamente el 40% de su facturación. En 2019, la facturación de la compañía gala alcanzó los 18.000 millones de euros, con un ebit de 1.400 millones.

Accionistas. El gran accionista de Suez es la utility Engie, también francesa, que controla el 32,1% del capital. Le sigue de lejos el holding de participaciones de La Caixa, con el 5,9%. Otros dos accionistas institucionales controlan el 7,1%, y el resto es free float, según la información oficial de Suez. La posición de Amber era de un 1,9% en julio del año pasado.

 

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