El capital riesgo recurre al mercado secundario para soportar la crisis
Unigestion espera que este segmento represente más de 100.000 millones
madrid
La expansión del coronavirus ha provocado el cierre a cal y canto del mercado de fusiones y adquisiciones, y ha secado por completo el caudal de ingresos de las empresas participadas por el capital riesgo. Ha hecho ademas que el sector, después de tres años de récord tras récord de inversión, vire la estrategia. Ahora se centra en pertrechar a sus compañías con la liquidez suficiente para afrontar lo que dure el parón, al tiempo que pisa el freno sobre el volumen de adquisiciones.
Por el momento, los fondos de private equity han recurrido primero a negociar con la banca financiación adicional para sus participadas. Pero en el caso de que estas negociaciones naufraguen o que no provean del efectivo suficiente para mantener con vida a las compañías, el sector ya busca alternativas. Y la que emerge con más fuerza es recurrir al mercado secundario, que suele brillar en momentos de crisis ante la debacle general. Un informe de Unigestion augura que las operaciones en este mercado caigan en este ejercicio hasta los 50.000 millones de dólares en todo el mundo, pero que se disparen el próximo año y lleguen a representar hasta 100.000 millones de dólares.
El impulso a este mercado vendrá, de acuerdo a este informe, de dos tipos de operaciones. Las primeras son aquellas en las que para recapitalizar una compañía, y una vez agotados los recursos de la banca, las gestoras lanzan vehículos de secundario con los que recapitalizar alguna de sus participadas.
La segunda oportunidad que emerge para los fondos de secundario deriva del cierre del mercado de fusiones y adquisiciones. Los vehículos de capital privado se comprometen con sus inversores a devolver su inversión en un momento determinado del futuro. En momentos como el actual, en que no pueden desprenderse de sus participadas, optan por sustituir a sus inversores antiguos por otros nuevos a través de fondos de secundario. La tercera oportunidad es comprar a bajo coste las carteras de inversores acuciados con problemas de liquidez.
“En esta ocasión no esperamos muchas oportunidades en la venta de carteras de los bancos, de las que se desprendieron ya durante la crisis de 2008. Sí esperamos que se creen nuevos fondos para sustituir a inversores que necesitan deshacer sus inversiones y a los que puedan recurrir algunas empresas con problemas”, explica Christian Böhler, analista de Private Equity en Unigestion.
España no será ajena a este fenómeno. “Este segmento del mercado secundario, que promociona las gestoras y no sus inversores, ya estaba en auge en los últimos años. Supone un tercio del total. Creemos que es el tipo de operación que va a crecer en los próximos meses ya que no es el mejor momento para vender, indica Miguel Zurita, presidente de Ascri y managing partner de Altamar. Explica que una de las características del mercado es su marcado carácter contracíclico. Es decir, su rentabilidad brilla más en momentos de crisis. Por ello afirma que las principales gestoras españolas ya cuentan con vehículos para explorar este territorio.
Un parón en el ‘fundrising’
La eclosión del coronavirus ha puesto también en solfa la capacidad de los fondos de capital riesgo por recabar dinero del mercado. La mayoría ha congelado sus procesos de ‘fundrising’, tal y como se conoce en la jerga a la captación de recursos para estos vehículos. En este proceso se encontraban gestoras españolas como MCH, Magnum o Abac. Miguel Zurita, presidente de Ascri, indica que en torno a un 20% de los inversores han frenado por completo su actividad, mientras que un porcentaje similar la mantiene, aun con los problemas derivados del confinamiento. El porcentaje restante mantiene su operativa aunque se muestra más cauteloso con el futuro, según señala Zurita.