Portugal se abre a la nacionalización de TAP Air o de cualquier empresa estratégica
El Estado ya es primer accionista de la compañía aérea con el 50%
El Gobierno de Portugal tiene claro que no dejará caer a sus empresas estratégicas por el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus. El primer ministro, António Costa, ha incidido en esa idea esta mañana en una entrevista concedida a radio Observador y recogida por Efe. Entre los objetivos claros, según Costa, se encuentra dar protección a la aerolínea TAP.
El Ejecutivo no descarta la nacionalización de la mayor firma aérea del país, cuyo mayor accionista ya es el Estado. “TAP es fundamental y no se puede "excluir la necesidad de nacionalizar TAP u otra empresa fundamental para el país, porque no podemos correr el riesgo de perderla", ha afirmado Costa.
El capital de TAP está controlado en un 50% por el holding estatal Parpública; un 45% está en manos de Atlantic Gateway, consorcio en el que figuran inversores como David Neeleman, fundador de aerolíneas como la estadounidense JetBlue y la brasileña Azul, y Humberto Pedrosa, y el 5% restante se reparte entre diversos inversores.
El primer ministro incide de este modo en una idea sobre la que viene trabajando desde finales de marzo el ministerio de Economía que encabeza Pedro Siza Vieira. Este último indicó días atrás que el Estado tiene herramientas para proceder a la nacionalización de empresas ante la actual crisis. Por el momento, TAP tiene su flota en tierra y está entre las aerolíneas europeas de red no arropadas por un gran grupo aéreo, como también es el caso de la española Air Europa.
TAP Air, básica para la conectividad de Portugal, cuenta con una flota de un centenar de aviones y transportó el año pasado a 17 millones de pasajeros. La plantilla del grupo luso está formada por 14.000 empleados.
Portugal está en estado de emergencia por el Covid-19 y prevé una recuperación gradual de la actividad, probablemente por edades, según ha apuntado Costa sin aventurar fechas. La curva de contagios da signos de estabilización en el país vecino, donde se han dado 535 fallecidos y cerca de 17.000 positivos. La previsión es que el estado de alarma se mantenga al menos hasta el 1 de mayo.