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Contante y Sonante
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La banca pierde negocio, pero apuesta en esta crisis por ganar reputación

Las entidades españolas marcarán el paso a sus homólogas europeas con recorte de dividendos y de los sueldos de sus principales directivos

El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán. EFE/Emilio Naranjo/Archivo
El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán. EFE/Emilio Naranjo/ArchivoEFE

hay opiniones positivas sobre la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia global del coronavirus. Aun-que también es cierto que algunos ejecutivos consideran confiesan que “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Un conocido promotor español, que prefiere mantenerse en el anonimato, explicaba la semana pasada a los directivos de su empresa que las consecuencias de esta crisis sobre la economía real “van a ser demoledoras como mínimo durante un año y medio”.

Aseguraba a sus ejecutivos que el mercado inmobiliario no iba a iniciar su normalización hasta finales del ejercicio como pronto. Este empresario, con promociones en España y Portugal, está convencido de que el concepto de globalización, como lo entendemos en la actualidad “ha muerto”, y que serán las clases medias, medias bajas “las que van a sufrir más, y van a ver alterado en gran parte su actual estilo de vida”.

Sobre el mercado inmobiliario, su especialidad, opina que permanecerá “bloqueado completamente unos cuantos meses. La compra de un inmueble por parte de un usuario final no es una decisión que se pueda adoptar tras este drama existencial, y mucho menos endeudarse para toda la vida sin expectativas laborales claras”. Aunque dibuja un negativo panorama para los próximos 12 meses, este empresario coincide con otros ejecutivos de su sector, que auguran un repunte del negocio inmobiliario en año y medio como valor refugio ante la caída más pronunciada y amplia en el tiempo de la renta variable. “La flexibilidad para adaptar nuestro producto al arrendamiento es una oportunidad para dar en la clave en los próximos cinco años”, explica otro directivo del sector.

En otra actividad, la bancaria, el escenario que prevén para el presente ejercicio es tan negativo o más que el inmobiliario. Con cotizaciones por los suelos, lo mismo que su negocio, confían en los avales del Estado para desplegar el negocio crediticio para pymes y autónomos pese al cierre de gran parte de la actividad económica. De hecho, desde su aprobación, la semana pasada las entidades financieras no han escatimado medios para comunicar a las pymes y autónomos que tienen a su disposición líneas de crédito a precios y plazos ventajosos. El Gobierno ha aprobado una primera línea de avales por 20.000 millones de euros, con coberturas que oscilan entre el 60% al 80%.

La banca es consciente de que en esta crisis se juega su futuro reputacional, y se ha puesto manos a la obra. Han sido las primeras firmas en abanderar el recorte de los dividendos (con Santander, CaixaBank y Bankia en cabeza. Esta última entidad con la suspensión de su dividendo deja al Estado sin remuneración extra, lo que afectará directamente a las arcas públicas), aunque otras empresas también están dispuestas a reducir la remuneración al accionista. Además, han sido las primeras en anunciar tijeretazos en los sueldos de sus principales directivos.

Han desplegado sus alas para ofrecer créditos a bajo coste, aunque sea con el respaldo del Gobierno, algo que sus rivales, los neobancos no pueden hacer, y también han decidido dar servicio gratuito en sus cajeros (bueno en el de las antiguas cajas) para sacar efectivo, aunque no seas cliente de estas entidades. Aunque también es cierto que esta medida llega en un momento en el que se pide a la población que use las tarjetas o el móvil en sus pagos, para evitar la manipulación de monedas, uno de los posibles focos de contagio del coronavirus.Y es que los bancos quieren transmitir a la población su destacado papel en la cadena productiva de un país. Quieren dejar claro que su intermediación en la concesión de financiación es clave. Y en ello están.

“Somos las tuberías para canalizar el crédito a la sociedad”, explica el director financiero de una de las principales entidades españolas.

Estas mismas fuentes se sinceran, “en la pasada crisis financiera los bancos, bueno las cajas en España, aunque en EE UU y en Europa fueron los bancos, provocaron el derrumbe de la economía y necesitaron ayudas públicas. Ahora, nos hemos convertido en la solución, se lo debemos a la sociedad. Por eso recortamos dividendo para fortalecer recursos propios y poder así conceder más créditos a empresas y particulares”.

Otra fuente financiera mantine que, pese al coronavirus el primer trimestre ha sido bueno en actividad, aunque desde el pasado 9 de marzo se ha parado la concesión de hipotecas y el crédito al consumo. Ha crecido, sin embargo, la financiación a pymes y grandes empresas, que se han adelantado a sus necesidades y están pidiendo más créditos que en otras ocasiones, aunque no logrará compensar la caída hipotecaria. Todas las fuentes consultadas coinciden en que la banca española marcará en esta ocasión el paso al resto de las entidades europeas.

“En general, la banca europea recortará dividendos para conceder más créditos ante el actual e incierto escenario económico, pero el primer paso lo ha dado el sector español”, destaca un directivo de un gran banco.

Estas entidades, que nos han acostumbrado en la última década a anuncios de desmesurados ajustes de plantilla como consecuencia de ajustes para reducir costes, a reestructuraciones derivadas de la crisis financiera, o de fusiones con grandes solapamientos de oficinas y personal, ahora también buscan dar ejemplo. Ningún banco, hasta el momento, ha comunicado la puesta en marcha de un ERTE como consecuencia de la crisis del Covid-19, lo que contrasta con el resto de los sectores. Santander, de hecho, ha defendido públicamente el mantenimiento del empleo en esta crisis, lo mismo que Bankinter.

Fuentes de CCOO aseguran que hasta la fecha ninguna entidad ha propuesto iniciar un ERTE desde que se inició la crisis del coronavirus. Eso sí, no descartan que una vez que finalice el estado de alarma, las entidades recuperen sus planes de reducción de coste a través de ERE, como vienen haciendo desde hace años.

Fuentes bancarias mantienen que ninguna entidad financiera hará un ERTE porque las oficinas siguen abiertas al público, aunque en algunos casos con un número muy limitado.

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