El Brexit agrava la caída de la compraventa de vivienda en España
Las compras de los británicos, el principal cliente foráneo, caen más de un 12%
El pasado año se cerró con la primera caída de compraventa de vivienda en España en un lustro, una situación que se ha visto agravada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea. De las 63.000 viviendas que compraron los extranjeros en suelo español durante 2019 –un 12,45% del total– algo menos de 9.000 fueron a parar a manos británicas. Los números evidencian un fuerte descenso frente a 2018. Entonces, 65.500 viviendas recayeron en clientes extranjeros, y de ellas, 10.200 en británicos. Así frente a un descenso interanual del 2,34% en el total de transacciones selladas en España en el cuarto trimestre, las adquisiciones realizadas por británicos caen un 12% en todo el año y las del resto de foráneos, solo un 3%.
En 2018, cuando se logró el pico de la serie histórica que parte de 2009, un Brexit con acuerdo entre Reino Unido y la UE se antojaba factible, por lo que el mercado consiguió recuperarse tras el varapalo que supuso el referéndum de 2016, lo que puso el freno al ciclo alcista británico que empezó en 2012. Hoy, pese al descenso de compras, el liderato británico en España sigue siendo indiscutible, representando el 14% de toda la cuota extranjera, tal y como muestran los datos de Registradores de la Propiedad.
A lo largo de los próximos meses, explican desde Registradores de la Propiedad, “deberá verse el efecto derivado de la consumación del Brexit, que sin duda generará nuevos descensos en el peso de la demanda británica”. Todavía están en el aire, eso sí, puntos primordiales que marcarán el rumbo de las negociaciones y tendrán su impacto en el mercado residencial, como todo lo que atañe a la fiscalidad, el mercado de trabajo, la sanidad o la residencia.
Queda por ver también, añaden los expertos, si el descenso británico “es compensado o no por el incremento de la demanda de otras nacionalidades”. Por el momento, anticipan, no parece que esto esté sucediendo, al menos en el corto plazo. En 2019, las ventas a extranjeros descendieron en unas 2.500 de las que la caída entre los británicos solo explica la mitad.
Franceses y alemanes vienen rozando, tanto por arriba como por debajo, el 7% de la cuota. Lo mismo sucede con belgas, rumanos e italianos, que suelen oscilar alrededor del 5%. Los rusos, por su parte, se mantienen en torno al 3% del cupo desde 2015. Los que más crecen son los clientes marroquíes, que han pasado del 2,5% al 6% en los últimos cuatro años.
Un mapa desigual
La compraventa de vivienda por parte de extranjeros dibuja una España muy poco homogénea. En el levante, los porcentajes de clientes que llegan de otros países llegan a superar el 25% del mercado, y en Baleares, las viviendas compradas por extranjeros son casi el 30% del total. Cifras similares se encuentran en Comunidad Valenciana (26%) o Canarias (25,7%). Paradigmáticos son los casos de provincias como Alicante (42% de extranjeros a cierre de 2019), Santa Cruz de Tenerife (30,6%), Girona (28%) y Málaga (27%).
Al otro lado se encuentra buena parte de la conocida como España vaciada, así como el ala occidental del norte del país. Así, en provincias como Badajoz, Córdoba, Salamanca, Segovia o A Coruña el porcentaje de compradores extranjeros no consigue pasar del 0,9%.
Este desequilibrio regional también influye a la hora de hacer más grande una brecha territorial que, en cuanto a cuotas hipotecarias y esfuerzo salarial destinado a costear la vivienda, no deja de crecer, tal y como avisan los registradores. Según los datos presentados ayer, la cuota hipotecaria media de España se situó, en el cuarto trimestre del pasado ejercicio, en los 604 euros mensuales. Por encima de la media estatal se encuentran regiones como País Vasco (636 euros), Cataluña (686), Comunidad de Madrid (876) o Baleares, la comunidad con los mayores precios, que ascienden a los 924 euros al mes.
Los mayores esfuerzos salariales, a grandes rasgos, también se concentran en estas zonas. En Canarias, Madrid, Cataluña o Comunidad Valenciana hay que destinar más del 30% del sueldo para poder comprar una vivienda. Andalucía se queda en el 29% y Baleares sobrepasa el 49%.
La hipoteca media supera los 130.300 euros
Las viviendas más caras, en Baleares. Según la Estadística Registral Inmobiliaria del Colegio de Registradores, presentada ayer y correspondiente al cierre de 2019, el endeudamiento hipotecario por vivienda ha seguido creciendo un trimestre más, con un incremento del 1,5%, lo que representa un importe medio de 130.310 euros. Solo cuatro comunidades españolas quedan por encima de la media: Por un lado están Cataluña y País Vasco, con 150.200 y 150.900 euros respectivamente, seguidas de la Comunidad de Madrid (194.400 euros) y las Islas Baleares, con un importe de 200.500 euros, el máximo del país.