Garzón se justifica en el caso italiano para evitar una prohibición total de la publicidad del juego
El ministro de Consumo defiende haber estructurado en 30 días una regulación parada durante años
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha presentado hoy las principales medidas que formarán parte del real decreto que regulará la publicidad del juego online. Estas quedan lejos de suponer una prohibición total de la misma, como fijaba el programa de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos al proponer equipararlas al tabaco, cuya publicidad está restringida en todos los soportes.
Según la propuesta inicial de Consumo, los anuncios de juegos de casino y casas de apuestas solo podrán emitirse entre la 1:00 y las 5:00 de la mañana, aunque con dos importantes excepciones. Por un lado el llamado juego público, el de Loterías y ONCE, que sí podrán anunciarse durante todo el día; y las retransmisiones deportivas que tengan lugar a partir de las 20:00 horas, que sí podrán contener este tipo de publicidad. En ambos casos los anuncios no podrán contener mensajes que inciten a jugar, no podrán promocionar bonos de fidelización ni utilizar rostros famosos. "Considerábamos que a pesar de que llevamos 30 días era muy importante tramitar de forma urgente esta regulación. Entendemos que en este momento hay una enorme alarma social al respecto", ha afirmado Garzón en la sede del Ministerio de Consumo, donde se ha celebrado una concentración para protestar por lo que se consideran unas medidas tibias. "El 80% de la publicidad sobre juego de azar y apuestas que hoy se realiza no se va a poder hacer si se aprueba este real decreto. Y se hará en condiciones mucho más estrictas", ha afirmado Garzón.
Este ha asumido que la norma "no va a contentar a todo el mundo", tampoco a las asociaciones que piden su eliminación. Garzón ha justificado que su ministerio ha preferido "un paradigma de legislación estricta que una prohibición total porque creemos que es más eficaz para acabar con los efectos perniciosos del juego". Una afirmación que ha justificado con el caso italiano, que en 2018 prohibió toda publicidad del juego online. "Un año más tarde ha tenido que empezar a corregir la norma porque los perjuicios han sido mayores: se ha difuminado la percepción entre el juego legal y el ilegal, que se ha disparado en Italia. Si cerramos toda la publicidad del juego en España esa publicidad que hoy genera [Garzón la ha cifrado en 300 millones de euros] podría derivarse a soportes no controlados por la regulación del Estado", ha argumentado, añadiendo que "si hiciésemos una prohibición total hoy tendríamos una medalla, pero seguramente el perjuicio sobre la salud pública a medio plazo sería mayor".