Maria Eugènia Gay estudia presentar una candidatura alernativa a Victoria Ortega
Malestar por la fecha elegida para el adelanto, el 17 de enero, que es visto como un intento de frenar a la decana barcelonesa
Se avecinan unas navidades turbulentas en la abogacía institucional. La decisión de Victoria Ortega de adelantar un año el final de su mandato y convocar elecciones a la presidencia del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) el próximo 17 de enero, anunciada el pasado viernes en el Pleno de la institución, ha desatado los primeros movimientos y tomas de posiciones. Los temblores, que ya han comenzado en el subsuelo, no tardarán en salir a la superficie. El calendario obliga a moverse con agilidad.
Junto con el anticipo, Ortega comunicó que repetirá como candidata. Sin embargo, el camino a la reelección no le será sencillo. Fuentes del Colegio de Barcelona (ICAB) confirman que su decana, Maria Eugènia Gay, estudia la opción de presentar un proyecto alternativo y "renovador". "Es una decisión que merece una reflexión profunda, no se puede improvisar. Es un cargo de mucha responsabilidad", explican. La maquinaria ya está en marcha.
Son muchos los que dan por segura la candidatura de Gay. De hecho, desde hace tiempo, sus movimientos parecen caminar en esa dirección. Su gran problema son los plazos. "Poner las elecciones en enero, con las navidades de por medio, es una burda estrategia para no dar tiempo material a otros candidatos", resume en conversación con este diario Francisco Javier Lara, decano del Colegio de Málaga, muy crítico con la decisión de Ortega. La mayoría de los miembros del Pleno del CGAE consultados creen que la fecha elegida tiene como objetivo frenar las aspiraciones de la decana de Barcelona.
Refuerza esta teoría, según explican, que solo el núcleo más cercano a Ortega (no más de dos o tres consejeros) conociera sus intenciones. "El anuncio sentó fatal", describe uno de los presentes. Tanto es así, que el decano de Madrid, José María Alonso, tomó la palabra para mostrar su malestar porque la decisión se adoptara por sorpresa y sin debate previo. Y aseveró que se trataba de un gesto poco democrático, según varios asistentes.
Una figura ascendente
La fuerza de Gay es innegable. En apenas dos años y medio al frente del ICAB, se ha convertido en uno de los referentes de la abogacía española. Además, es notoria su buena relación con el decano de Madrid, con quien ha compartido varios actos. En el desayuno informativo que protagonizó en la sede colegial madrileña el pasado 12 de septiembre no cabía un alfiler.
Su juventud, su proyección (apoyada en una intensa actividad pública y en medios y redes sociales) y su implicación en asuntos sociales y profesionales (frente a la tibieza del CGAE, ella apoyó sin matices el registro horario), ha ayudado a que muchos vean a Gay como una figura que puede dar un nuevo impulso a la Abogacía. De hecho, según ha podido saber CincoDías, son varios los decanos que ya se han puesto en contacto con ella para animarla a que dé un paso al frente.
Pero no todo rema a su favor. Además del escaso margen para armar una candidatura y hacer campaña, también corre en contra de la decana el sistema de votación. Según el Estatuto General de la Abogacía, el presidente del CGAE es elegido por votación secreta de los 83 decanos, contexto en el que, quien ostenta el poder, parte con la ventaja de haber designado cargos y gestionado presupuesto.
Además, sus críticos emplean su fulgurante éxito para atribuirle un exceso de ambición. Si la abogacía es una profesión con querencia al conservadurismo, en la Abogacía institucional esta tendencia se eleva en varios grados. Por ello, el continuismo ha solido imponerse a la renovación. "Los decanos son muy decanos", afirma uno de ellos.
En este contexto, ¿qué opciones tendría Gay? La mayoría de los consultados cree que, aunque la favorita es Ortega, la decana podría dar la sorpresa. Como resume una fuente del CGAE, "es una figura muy fuerte y, hasta la fecha, todo le ha salido bien. La sensación es que lleva de campaña mucho tiempo". Lo que pocos barajan es la aparición de un tercer candidato. De momento, quien se descarta, es el propio Francisco Javier Lara, aspirante en las elecciones de 2016; "no está en mi agenda presentarme", afirma.
Según el Estatuto General de la Abogacía, las candidaturas deben presentarse, al menos, 15 días naturales antes del Pleno de la votación; es decir, antes del 2 de enero. En caso de empate, el designado será el aspirante de mayor antigüedad colegial.
Los argumentos en juego
“Coherencia”. Según explicó Victoria Ortega en el Pleno del pasado viernes, su decisión de adelantar las elecciones se debe a una cuestión de “coherencia personal”, porque ella siempre ha defendido mandatos de cuatro años, frente a los cinco que prevé el Estatuto de la Abogacía vigente. La reforma de la norma, que lleva años esperando a que el Ministerio de Justicia le dé el visto bueno, contiene una rebaja en ese sentido.
Turno de oficio. El adelanto electoral se produce en pleno conflicto con el departamento que dirige Dolores Delgado, después de que este comunicara que solo pagaría los abonos correspondientes al mes de octubre a los letrados del turno de oficio en los casos en los que estuviera reconocida la justicia. El CGAE respondió anunciando acciones judiciales contra el Ministerio y exigiendo la dimisión de Delgado, a quien calificó, en un comunicado, como “una de las peores ministras que se recuerdan”.
Cercanía con la ministra Delgado. La mala relación de Ortega con la ministra es uno de los argumentos que exponen los partidarios de Maria Eugènia Gay para justificar la necesidad de una renovación al frente del CGAE. En cambio, exponen, el trato entre la decana de Barcelona y Dolores Delgado es excelente. Tanto es así, que la titular de Justicia accedió a presentar a Gay en su desayuno en la sede del ICAM el pasado 12 de septiembre.