Euronext proclama un modelo de independencia para BME si hay contraopa
El español sería el segundo mercado por ingresos después de Francia. La compañía de origen galo ofrece una fórmula descentralizada
La única oferta en firme sobre BME es la de la Bolsa suiza a 34 euros por acción. Se hizo el pasado lunes por sorpresa y cuenta con todas las bendiciones del consejo de administración y de su máximo ejecutivo, Javier Hernani. Esa opa cuenta con un pacto que ya está escrito: "Six prevé mantener un grado suficiente de independencia para el negocio de BME". La contraopa que sopesa Euronext debería no solo mejorar el precio planteado por el gestor del mercado helevético, sino también su plan industrial, si quiere tener la denominación de "amistosa", según el consejero delegado de BME.
Euronext proclama en varios de los documentos en los que explica su última adquisición, la del gestor del mercado noruego, completada el pasado mes junio, que su modelo es "abierto y descentralizado", con nueve miembros de siete países diferentes en su máximo órgano de administración. En él están representados los siete países en los que tienen mercados: Francia, Países Bajos, Reino Unido, Bélgica, Portugal, Irlanda y Noruega. El consejero delegado de la Bolsa de Oslo, Håvard S. Abrahamsen, entró en el comité de dirección, encargado de la estrategia en los países nórdicos. No ocurrió así con la máxima ejecutiva de la Bolsa de Dublín, Deirdre Somers, que dejó su cargo en junio de 2018, una vez que Euronext cerró la adquisición del gestor irlandés de los mercados.
El mantra de Euronext es que ofrece una fórmula europea, federal y en el contexto de la unión de mercado de capitales diseñado por la UE. La compañía ha promovido un memorando de entendimiento entre las comisiones de valores de los países en los que opera para unificar criterios supervisores y regulatorios. "Euronext ofrece una infraestructura líder en Europa, y España sería una clave de bóveda en la configuración de la nueva compañía", señala una persona conocedora de la marcha de la potencial operación. El objetivo es que BME se integrara en su plataforma Optiq, lanzada en julio del año pasado y que agrupa renta variable, fija y fondos cotizados (ETF).Fuentes conocedoras de la posible transacción señalan que esta herramienta ha disparado la contratación en mercado noruego.
El gestor de origen galo, pero con sede en Ámsterdam, ya ha fichado a los escuderos en la eventual oferta por BME. Sus asesores de cabecera son Rothschild, liderado en España por Íñigo Pañeda, y Société Générale, pilotado por Donato González, como publicó CincoDías el viernes. Los asuntos legales quedan en manos de Allen & Overy. Mientras, para BME trabajan Morgan Stanley y Latham & Watkins, y para Six, Credit Suisse, Alantra y Linklaters.
BME se posicionaría en Euronext como el segundo mayor mercado, por detrás del francés, prácticamente de poder a poder (véase gráfico). Lejos quedarían Ámsterdam, con la mitad que BME, y el resto a años luz. El gestor español logró una facturación de casi 150 millones de euros, muy cerca de los 160 que proporcionó París al gestor paneuropeo.
Las fuentes consultadas señalan que la combinación con Euronext ofrecería una empresa con una facturación de unos 1.000 millones. "Nuestra carta de presentación es un modelo que da flexibilidad a nivel local, con visibilidad e influencia", señala una de las personas al tanto de las conversaciones.
Six ofrece mantener la marca de BME al menos cuatro años y no realizaría ajustes en la plantilla porque no habría duplicidades. La capitalización de Euronext se ha resentido un 4,7% en la semana por el miedo a que se adentre en una guerra de opas. Se sitúa por debajo de los 4.900 millones, frente a los 3.000 de BME, que se ha disparado un 41% en las últimas cinco sesiones.