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La prosperidad del mundo empezará con el fin de la pobreza

El primer objetivo de la agenda de la ONU está en el núcleo de los 16 restantes. Es un problema de derechos humanos, desigualdad y realización vital

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El objetivo número 1 de la Agenda de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU), eliminar la pobreza en 2030, está en el corazón de los 16 restantes. Íntimamente unido a ellos, de su éxito depende el desarrollo de los demás, la protección del planeta y la prosperidad de sus habitantes.

La pobreza ha descendido de manera considerable, reduciéndose en más de la mitad en el periodo 1990-2015. Eso es, de promedio, un punto porcentual por año, situándose en el 10% de la población en 2015 (último informe del Banco Mundial). No obstante, se ha detectado una ralentización en su evolución. Entre 2013 y 2015 solo disminuyó un punto porcentual y el informe preliminar de la institución la sitúa en el 8,6% en 2018. Si se mantienen estas tendencias, el 6% de la población seguirá siendo pobre en 2030.

En la actualidad hay 736 millones de personas que viven con menos de 1,90 dólares al día, en situación de pobreza extrema. Dos regiones, África subsahariana y Asia meridional, concentran el 80% de personas que viven en la miseria. Cerca de la mitad (46%) son niños. Las mujeres son el otro grupo más golpeado. Y las zonas rurales, donde más se concentran los pobres (79%). Estos grupos están sujetos a un incremento de su pobreza por el impacto en sus territorios de las guerras y el cambio climático.

Comedor apoyado por la Fundación Mapfre en México.
Comedor apoyado por la Fundación Mapfre en México.

Los planes de Naturgy, Iberdrola y Mapfre

Niños y adolescentes. Mapfre trabaja desde 2015 con la Fundación de la compañía en 105 proyectos en 25 países que benefician a 95.000 personas (la mayoría niños y adolescentes). Estos programas ofrecen “alimentación, educación y asistencia médica” a personas vulnerables, según fuentes de la empresa. En México impactan a través de la Fundación Mapfre a 10.200 personas en forma de “alimentación, educación y oportunidades para romper el círculo de la pobreza”. La multinacional trabaja también con el Programa de Voluntariado Corporativo para ayudar a personas vulnerables.

Plan de Vulnerabilidad. Naturgy fue la primera empresa de su sector que lanzó en 2017 un Plan de Vulnerabilidad Energética para responder a los problemas de personas afectadas por la pobreza energética en España. Según fuentes del grupo, este programa está dotado con 4,5 millones de euros, cuenta con 20 medidas y ofrece un teléfono de atención gratuita a sus clientes con este tipo de problemas (900 724 900). En 2018 garantizó el suministro a más de 26.500 familias vulnerables. También trabajan con el Fondo Solidario de Rehabilitación, la Escuela de Energía y el Voluntariado Energético.

Sin cortes de suministro. Iberdrola trabaja desde 2015 en proyectos sociales para poner fin a la pobreza. En concreto, su fundación en España destina más de un millón de euros anuales a planes “dirigidos a mejorar la calidad de vida de los más vulnerables, especialmente niños, jóvenes y mujeres”, informa la compañía. Cerca del 80% de esos planes están dirigidos a erradicar la pobreza infantil y los llevan a cabo otras organizaciones. Iberdrola trabaja también para proteger “al 100% de sus clientes vulnerables” y evitar el corte de suministro por impago. Lo hace mediante “un procedimiento de protección” que incluye el alargamiento de los plazos de cobro, la flexibilización de las condiciones de pago y el asesoramiento.

Estas cifras adquieren una dimensión mayor al aplicar el índice de pobreza multidimensional (desde 2010). Este registro mide la incidencia y la intensidad de la pobreza a través de 10 índices en la salud (nutrición y mortalidad infantil), educación (años de instrucción y matriculación escolar) y nivel de vida (combustible para cocinar, saneamiento, agua, electricidad, vivienda y bienes).

Los resultados del último informe publicado con este índice en 2019 (analizados 101 países con el 76% de la población) dicen que hay 1.300 millones de personas que viven en este tipo de pobreza. Los expertos afirman que este método asegura una forma más eficaz para luchar contra la escasez. Introduce otros factores, como la desigualdad, la salud, la educación, etc., presentes en otros objetivos de desarrollo sostenible.

El director general de la ONG Ayuda en Acción, Fernando Mudarra, señala que “el cambio de la agenda del desarrollo nos coloca ahora más en la desigualdad que en la pobreza, trabajando en muchos otros objetivos”. Mudarra dice que hay zonas donde se siguen acometiendo políticas de reducción de la pobreza. En otras “no son las prioritarias, procuran frenar el incremento de la desigualdad”.

En esa idea coincide el director general del Alto Comisionado de la Agenda 2030, Federico Buyolo, para quien “hablar de pobreza sin hacerlo de desigualdad o de otros aspectos no tiene ningún sentido”. “Esta es una agenda integral e integrada, es indivisible”, recalca. Buyolo explica que se trabaja en una doble dirección. En el exterior, con la “cooperación al desarrollo para eliminar la pobreza”. Y en el interior, “mejorando los sistemas de protección social y reduciendo la miseria, la desigualdad y la exclusión”, centrándose en el colectivo más desfavorecido, las mujeres. España ocupa el puesto 21 de 162 países en el cumplimiento de la agenda (informe de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible).

La labor del Gobierno es vista desde una perspectiva crítica por el director general de Oxfam Intermón, José María Vera: “La reducción de la cooperación internacional en la última década y la falta de presencia internacional en los retos globales han sido una pésima señal”. Vera valora como positivo “el esfuerzo hecho en el último año y medio”, pero asegura que “hay una retórica a la que le falta ir acompañada de hechos más contundentes”.

Iberdrola trabaja en erradicar la pobreza infantil.
Iberdrola trabaja en erradicar la pobreza infantil.

Parte de este diagnóstico es compartido también por Iliana Olivié, investigadora principal en cooperación internacional y desarrollo en el Real Instituto Elcano, al afirmar que, aunque “España estuvo desde el principio y participó con una propuesta en la forja de esta agenda”, no obstante, “la cooperación al desarrollo no estaba entonces entre las prioridades del Gobierno”.

Olivié critica que nuestro país “fue lento en su respuesta a la agenda”, pero reconoce dos aspectos en los que el Gobierno ha tenido éxito, “en la parte institucional, al situar al Alto Comisionado en un nivel supraministerial, y en la comunicación”.

La investigadora del Instituto Elcano advierte sobre dos riesgos que pueden aparecer. El primero es que el partido de Gobierno “se apropie de una agenda que es del Estado”. Y el segundo, que “alguien explique que todo esto va a tener unos costes”, concluye.

Yamile Salazar, en su taller de costura, financiado por Microfinanzas BBVA.
Yamile Salazar, en su taller de costura, financiado por Microfinanzas BBVA.BBVA

Las empresas españolas pasan del compromiso a la acción

Yamile Salazar (Colombia) y Rosa Talló (Barcelona) son solo dos de los millones de personas con pocos recursos a las que empresas españolas han ayudado a cumplir sus sueños.

Según los últimos datos del informe Comunicando el progreso, de la red española del Pacto Mundial, el 74% de las grandes empresas de España toma medidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. Firmas como Bancos de Alimentos, Europa Mundo Vacaciones, Confederación de Cooperativas de la Comunidad Valenciana, Tendam Retail SA, Ainia, El Corte Inglés, Fremap y Leroy Merlin lo hacen en la lucha contra la pobreza.

Yamile soñó desde niña con coser ropa infantil. Tras una infancia de pobreza y violencia, huyó junto con su madre a Medellín, donde estudió corte y confección. Cuando los pedidos de vecinas y amigas comenzaron a crecer, fue a todos los bancos, pero “nadie me daba el dinero. No confiaban en mí”, cuenta.

Su situación cambió al acudir a Bancamía, la entidad que la Fundación Microfinanzas BBVA tiene en Colombia. “Es un banco con mucho corazón. Fue como un sueño”, recuerda. Le dieron un crédito de un millón de pesos (300 euros). Con él compró su primera máquina de coser profesional.

Fue el primero de muchos otros con la entidad. Ahora, tras nueve años, tiene su propia marca de ropa infantil –Ángeles y Princesas–, 24 talleres y 90 mujeres trabajando para ella.

La Fundación Microfinanzas BBVA se creó en 2007 para “promover el desarrollo económico, social, sostenible e inclusivo”, de personas vulnerables en Iberoamérica. Hasta septiembre de 2019 ha concedido créditos por 12.467 millones de dólares a más de cinco millones de personas, según fuentes de la fundación. La mayoría, a mujeres (57%). El 34% de estas personas salen de la pobreza a los dos años de establecer su relación con la fundación.

BBVA tiene otro instrumento con el que actúa en otros países. Son los Programas Sociales de Inversión en la Comunidad. En 2018 invirtió 104 millones de euros y benefició a 8 millones de personas.

En el caso de Rosa Talló fue MicroBank, el banco social de CaixaBank, el que se cruzó en su camino. Rosa resume así su experiencia: “Te dan un trato muy cercano y te sientes muy a gusto. Les doy un 10”. Pidió en 2015 un crédito de 18.000 euros para el que no necesitaba avalista, y con un dinero que invirtieron ella y su marido pusieron en marcha La Roseta, una pastelería-cafetería en La Barceloneta.

MicroBank dirige sus servicios a “segmentos de la población cuyas necesidades financieras no están cubiertas por la banca tradicional”, explica la entidad. En 2018 concedió 116.789 préstamos por un importe de 773 millones de euros, con la creación de 25.820 puestos de trabajo. También otorgó a 98.749 familias un microcrédito para hacer frente a gastos imprevistos por 533 millones y casi medio millón a personas en situación de alta vulnerabilidad social.

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