¿Cómo ser el número uno en Google? Pautas para mejorar el SEO de los bufetes
La localización y la especialización son factores clave para posicionarse
“El mejor lugar para esconder un cadáver es la segunda página de Google”. Este dicho, de autor anónimo, no podría ser más acertado: según datos de 2015 de Google Search Console, el primer resultado que aparece en una búsqueda por internet se lleva alrededor del 60% de los clics. El segundo apenas reúne el 16%, mientras que la tercera posición aglutina casi el 8% de las visitas. Estas cifras, unidas a la tendencia cada vez más al alza de recurrir a internet para buscar y contratar servicios jurídicos, ponen en evidencia la necesidad de los bufetes de diseñar estrategias que les ayuden a destacar en los buscadores y posicionarse entre los primeros puestos.
“Cualquier abogado o despacho tiene opciones de tener éxito utilizando posicionamiento SEO (search engine optimization) como estrategia”, explica Hugo Arribas, fundador de Abbo y especialista en marketing jurídico digital. No obstante, las firmas deben saber “qué batallas pueden ganar y en qué nicho de mercado tienen opciones reales de competir”, matiza el experto. Así, por ejemplo, los despachos pequeños radicados en ciudades grandes como Madrid o Barcelona tendrán menos posibilidades de éxito, mientras que los ubicados en pequeños núcleos urbanos lo tendrán más fácil porque la competencia, lógicamente, es menor.
Especializarse
La localización es, en definitiva, uno de los factores clave para lograr un mejor posicionamiento en los buscadores, pero no el único. “Por regla general, la búsqueda de letrados por internet suele ser cosa más de particulares que de empresas”, señala Arribas. Estos usuarios, además, no pretenden contratar un bufete que le lleve todos sus asuntos, sino que buscan a alguien que les ayude con un problema puntual (una custodia o un despido improcedente, por ejemplo).
Por lo tanto, el bufete que se defina como especialista en un ámbito concreto (como laboral o familia) o, incluso, en un área más específica (bajas laborales o convenios reguladores en divorcios), tendrá más posibilidades de aparecer en los primeros puestos.
Definir la búsqueda
Con cumplir con estas características no basta. Las búsquedas online suelen ser muy específicas, lo que obliga a la firma a presentarse en su página web conforme a los términos bajo los que quiere posicionarse. “Google premia los resultados que más se adecuen a los conceptos usados por el usuario”, resume Arribas.
Otros factores decisivos son el análisis de palabras clave, la cantidad y calidad de enlaces dentro de la página web o la existencia de reseñas positivas en Google, entre otros.
Contenidos
Un bufete también puede posicionarse a través de contenido. Es decir, generando información en blogs o páginas en la que se aborden temas de actualidad jurídica o se resuelvan dudas sobre un asunto en el que el despacho está especializado. En esta técnica, la dificultad por destacar es mayor, ya que el factor ubicación pasa a un segundo plano y la competencia se eleva significativamente. Además, no solo abarca el ámbito legal, sino que otras webs relevantes como las de medios de comunicación, muy bien valorados por Google, pasan a ser competidores directos.
Ante este escenario, ¿cuándo conviene invertir en posicionamiento de contenidos? Esta técnica beneficia en mayor medida a los despachos grandes que abarcan más áreas de derecho, ya que cuentan con más recursos y, por lo general, con páginas webs más potentes.
Por otro lado, y como señala el experto, “escribir contenido de calidad con frecuencia no es suficiente”. Antes de publicar nada, el bufete debe diseñar una estrategia previa sobre qué información se va a difundir, valorando factores como el potencial volumen de búsqueda del tema escogido (es decir, si es un asunto que suele generar dudas) o si la competencia para esa materia en cuestión es asequible (que no existan artículos periodísticos que lo aborden, ya que casi con certeza aparecerán en mejores puestos).
Por último, la existencia de enlaces también repercute en el posicionamiento. De hecho, el algoritmo de búsqueda de Google premia a aquellas webs cuyo contenido aparece enlazado en otras páginas, “siempre que estas sean de la suficiente calidad”, concluye Arribas.
El favorito en Google Maps
Cercanía. Si la cercanía con el usuario es uno de los factores que más valora Google para posicionar una página en su buscador, en Maps esa importancia pasa de ser relevante a crucial. Esto se debe a que la plataforma entiende que el que recurre a esta vía busca un abogado cerca de su ubicación.
Reseñas positivas. Para posicionarse en Google Maps, el primer paso es tener una ficha en Google My Business en la que aparezca la información principal de la firma. Una vez creado el perfil, uno de los elementos determinantes para colocarlo entre los primeros resultados es la existencia de valoraciones positivas de clientes. Al fin y al cabo, “el objetivo de Google es mostrar a sus usuarios los mejores resultados para cada búsqueda”, explica Hugo Arribas, y uno de los principales criterios para hacerlo es la puntuación media y número de valoraciones.
Trampas. Hoy en día, muchas empresas (incluidos los bufetes) recurren a la compra y generación de reseñas falsas para lograr una mejor posición en los resultados. Esta técnica, aunque efectiva, no es la más recomendable ya que Google, consciente de esta realidad, está afinando sus algoritmos para poder identificar posibles prácticas fraudulentas y manipulaciones. De descubrirlas, castiga al usuario infractor eliminando su ficha o escondiendo su negocio en los buscadores.