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El Ibex despide a Draghi al filo de los 9.400

Los débiles datos macroeconómicos y el giro bajista de Wall Street dejan a la Bolsa española sin fuerzas

Corredores de bolsa trabajan en la Bolsa de Nueva York (EE.UU.).
Corredores de bolsa trabajan en la Bolsa de Nueva York (EE.UU.).EFE

Mario Draghi había acostumbrado a sorprender al mercado con sus declaraciones. Sin embargo, la cita de este mes no es una de esas en las que el banquero italiano se saca alguna medida estrella de la manga con la que devolver la confianza a los inversores. Esta vez el objetivo era diferente, una especie de despedida a ocho años al frente del BCE, periodo durante al cual no ha logrado su objetivo de subir los tipos. La realidad dista mucho. El banquero italiano pasa el testigo a Christine Lagarde, que asume las competencias con los tipos de interés en mínimos históricos y retomando las compras de deuda.

Los inversores eran conscientes de esta no iba a ser una cita de grandes titulares y en un momento en el mercado mira al Brexit y la temporada de resultados, la comparecencia del banquero italiano defiendo la efectividad de las tasas negativas pasa de puntillas sobre el mercado. El Ibex 35, que a lo largo de la sesión llegó a coquetear con niveles de finales de abril, concluye su segunda jornada consecutiva en tablas. La Bolsa española sube un 0,07% y queda al filo de los 9.400 puntos.

Draghi, que es visto por muchos como el salvador del euro, ha ayudado con sus medidas a aplacar los temores en el mercado de deuda. Sin embargo, su efecto ha sido mucho más limitado en la Bolsa, al menos en la española. En noviembre de 2011 cuando el banquero italiano tomó las riendas de la institución, el Ibex 35 se situaba en los 9.000 puntos, un 4,3% por debajo de los niveles actuales. La reducción de los tipos de interés ha servido para rebajar los costes de financiación a estados y empresas (el bono español diez años se sitúa en el 0,24% frente al 5,5% que marcaba hace ocho años), pero ha pasado factura a los bancos, que claman por una subida de las tasas para impulsar el negocio bancario y animar las cotizaciones.

En un momento en el que los focos apuntan a Reino Unido, hoy los inversores decidieron dejar en un segundo plano el Brexit para centrar la atención en las referencias macroeconómicas y empresariales. Si bien el sector manufacturero de la zona euro profundiza sus caídas (en octubre bajó a los 45,7 puntos), el índice compuesto de la región concluye octubre en los 50,2 puntos, una décima menos de lo esperado pero por encima del nivel que es considerado como contracción. Más fortaleza es la que demuestra la economía de EE UU donde este indicador se sitúa en los 51,2 puntos. Este jueves se han publicado también los datos de paro semanal en la primera economía del mundo (las peticiones de desempleo bajan en 6.000, hasta las 212.000 solicitudes) y los pedidos de bienes duradero, que caen más de lo previsto, una muestra inequívoca de que la incertidumbre económica pasa factura a la inversión empresarial.

De regreso a la Bolsa española, Grifols (2,6%), Amadeus (1,47%), Viscofan (1,15%) e Indra (1,15%) han liderado los ascensos. La compañía de hemoderivados ha recibido el visto bueno de Berenberg, que reitera su recomendación de comprar. Los analistas de Kepler mantienen el consejo de compra de Aena (-0,33%), pero este caso no ha sido suficiente para que la cotizada concluyera la jornada en positivo.

En el lado de los descensos la banca ha vuelto a padecerla rebaja de las rentabilidades en el mercado de deuda. Bankia cedió un 4,27%; Sabadell, un 2,92%; CaixaBank, un 1,86%; Santander, un 0,93% mientras Bankinter y BBVA se dejaron un 0,76% y 0,45%, respectivamente.

Más actividad que el Ibex 35 registraron el resto de índices europeos. El Dax alemán sumó un 0,58%; el Cac francés, un 0,55%; el Mib italiano, un 0,79% y por encima de todos ellos sobresalió el FTSE británico, que avanzó un 0,93% en medio de rumores de una convocatoria de elecciones en Reino Unido para el mes de diciembre.

Daimler y Nokia ocuparon un papel protagonista. La empresa alemana subió un 3,25% tras publicar sus cuentas, una noticia que es vista con optimismo por el mercado de la automoción después del profit warning anunció Renault y justo ahora que el secretario de comercio de EE UU, Wilbur Ross, descartara que su país fuera a utilizar las tarifas al sector como arma contra la UE en el proceso de negociación comercial en el que están inmersas ambas regiones. Por su parte, la multinacional la finlandesa cedió un 23,35%, la mayor caída de su historia (supera a la de 2012 cuando bajño un 22,8%), penalizada por la rebaja de previsiones para este año y el que viene. Las malas noticias no quedan ahí, Nokia ha cancelado el dividendo y se centra ahora en reforzar las in versiones en plena batalla para el despliegue del 5G.

En Wall Street los inversores siguen a pies juntillas los resultados empresariales. Hoy el protagonismo ha recaído en Tesla, que sube más de un 17%, después de batir las previsiones. Peor suerte han corrido las tecnológicas 3M (-4,41%) y Twitter (-19%) que asistieron a una caída de sus resultados. La primera se vio perjudicada por la desaceleración de la demanda de sus productos en mercados clave como China.

El mercado de deuda muestra mayor estabilidad con la rentabilidad debilidad de la deuda española a 10 años en el cayendo al 0,24% frente al 0,25% anterior.

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