Cuatro alternativas que tienen los bancos centrales para crear criptodivisas
En función del problema que quieran resolver con su emisión, las características de las nuevas monedas variarán
Las autoridades y los bancos centrales de diferentes partes del mundo siguen escrutando con cautela el mercado de las monedas virtuales. El anuncio de la intención de crear Libra, la criptodivisa encabezada por Facebook con tipo de cambio estable y con el potencial de convertirse en un fenómeno global, ha sido el catalizador de un debate que todavía está en marcha.
Mientras las reticencias hacia Libra y las criptomonedas crecen entre la mayoría de bancos centrales, algunos de ellos comienzan a plantearse la posibilidad de crear sus propias divisas virtuales como es el caso de las autoridades monetarias de Suecia y de China.
“Los motivos por los que ambos países están a la vanguardia en criptomonedas de bancos centrales son totalmente opuestos”, indicó Santiago Fernández, jefe de regulación de BBVA, durante el evento Cryptoassets, central Banks and financial institutions organizado por AEB y Cunef. “En Suecia, a la población no le importa en absoluto ser transparente con su Estado, en China, todo lo contrario, ya que tratan de esconderse de él”, explicó.
En función del “problema” que pretendan resolver, estas autoridades monetarias optarán por crear un tipo de criptomoneda u otro. “Las cripodivisas de bancos centrales pueden ser de uso restringido o universal, anónimas o identificativas y pueden o no ofrecer interés tanto positivo como negativo”, resumió Fernández.
En su estudio elaborado conjuntamente con Javier Sebastián, gerente sénior de regulación de BBVA Research, Fernández identifica cuatro variables posibles para este tipo de monedas. “Si el objetivo es crear una moneda virtual para incrementar la eficiencia del sistema bancario, entonces será de uso restringido, que identifique a los usuarios y estable en el tipo de cambio”, aseveran los expertos. “Si se pretende sustituir al dinero en efectivo, la criptodivisa debería de tener sus mismas características, ser universal, anónima y sin grandes cambios de valor”, afirman.
En la tercera posibilidad, según detallan Fernández y Sebastián, estas criptomonedas podrían crearse con la idea de ahondar en los tipos de interés negativos y en la cuarta, con la intención de revolucionar el sistema financiero. “Si el banco central emite una criptomoneda universal, que exija identificarse y que pueda o no ofrecer interés podría no haber intermediación bancaria”, concluyen.
Eliminar el efectivo
La posibilidad de sustituir el dinero en efectivo por monedas digitales puede ser atractiva a los ojos de los bancos centrales en la opinión de los expertos de BBVA. “El efectivo es más costoso de emitir y retirar y también es el vehículo de las transacciones ilegales, uno de los argumentos que usan en contra de las criptomonedas”, consideran.