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Sostenibilidad

Schroders quiere que en 2020 todos sus fondos se rijan por criterios ESG

Actualmente, el 1% de los fondos de la gestora son sostenibles. La firma asegura que consigue influir sobre el 75% de las empresas, pero a dos años vista

Jessica Ground, jefa de sostenibilidad de Schroders.
Jessica Ground, jefa de sostenibilidad de Schroders.Pablo Monge

Jessica Ground (Londres, 1975) dirige, como jefa de sostenibilidad de Schroders, las finanzas sostenibles de una de las mayores gestoras del mundo. A finales de 2020 “todos los fondos” de la empresa se regirán por criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza empresarial). Ahora solo el 1% del total se consideran fondos sostenibles, es decir, que siguen los criterios más estrictos. Sin embargo, los fondos de Schroders que siguen los parámetros ESG ya alcanzan el 37% del total.

La gestora posee dos tipos de fondos ESG. Los “integrados”, que incorporan factores de sostenibilidad en su toma de decisiones en el proceso de inversión; y los “sostenibles” en los que según Ground la sostenibilidad “es la piedra angular, el cimiento del fondo”.

Una razón para el optimismo, según Ground, reside en cómo las compañías afrontan todo lo relativo a la responsabilidad social. “En los últimos 12 meses ha habido un gran cambio y ahora las compañías son las que vienen a nosotros para preguntarnos cómo hacer sus negocios más sostenibles”, sostiene Ground, que despeja la duda de su influencia sobre las compañías: “La buena noticia es que tenemos una tasa de éxito del 75%. La mala noticia, que tardamos dos años en conseguir el cambio, lleva tiempo”.

Schroders tiene pautados hasta 50 aspectos a tener en cuenta al evaluar los criterios de ESG y sostenibilidad de las empresas. “Los criterios son distintos dependiendo del sector”, dice Ground en referencia a las compañías. “No solo tenemos en cuenta los datos que nos comunican las empresas. También comprobamos con fuentes externas para crearnos una imagen completa”.

Las cifras de la sostenibilidad

 

30,7 billones de dólares. Es la cuantía de activos gestionados por las gestoras de fondos en todo el mundo. Schroders, por su parte, gestiona fondos por valor de 565.000 millones de dólares.

Crece un 69% la integración de criterios ESG. Ha avanzado a ese ritmo desde 2016, hasta los 17,5 billones de dólares.

Los activos ESG crecen salvo en Europa. Más de la mitad de los activos de gestoras en Canadá y Oceanía siguen las pautas ESG.

 

Para esta responsable de sostenibilidad a veces se olvida que las compañías petroleras y gasísticas no constituyen el único sector contaminante. “Los sectores más peligrosos son el químico, el cementero y las empresas del aluminio. Hay que presionar a estos sectores porque quizá hayan sido los más desatendidos”. Y, precisamente, cree que Schroders debe caminar con mucho tiento a la hora de seleccionar a las empresas que pasan a formar parte de su negocio. “En nuestro fondo sostenible más concentrado, con 40 nombres, la mitad son rechazados tras los análisis. Es bastante, pero lo que exigimos nos parece razonable”.

Schroders también tiene la vista puesta en los “ángeles caídos”, término con el que Ground se refiere a compañías como Volkswagen. La gestora asegura que “no trabajábamos con ellos” cuando el gigante alemán de la automoción se vio salpicado por el escándalo del diésel. “Aunque ahora han mejorado y resulta interesante volver a fijarse en ellos”, considera. Una regulación europea obligará a integrar la sostenibilidad en el proceso de asesoramiento de inversión. Para Ground, esto permitirá que “una pequeña actividad se convierta en corriente mayoritaria”.

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