El planeta no tiene un plan B, los inversores, sí
Gestoras como Schroders apoyan la descarbonización de la economía
La Cumbre del Clima de la ONU del pasado mes ha sido un revulsivo para los movimientos ecologistas y estudiantiles que, de forma simultánea en varias ciudades de todo el mundo, exigieron un mayor compromiso a las instituciones y a los poderes públicos en la lucha contra el cambio climático. Pero lo que empezara como un movimiento estudiantil, está poniendo en evidencia la falta de gobernanza global en un problema que atañe a todos y a cada uno de los habitantes del planeta.
Las protestas de los denominados mileniales no hacen otra cosa que canalizar la mayor demanda social en torno a cuestiones como el medio ambiente, la escasez de los recursos disponibles, el aumento de las emisiones de CO2, etc.
El Estudio global de inversión 2019 de Schroders, realizado a 25.000 personas en todo el mundo, arrojaba resultados que no han dejado lugar a dudas: los mileniales (de entre 18 y 37 años) y la denominada generación X (entre 38 y los 50 años) muestran un mayor compromiso por las inversiones sostenibles. En nuestro país, el 53% de los mileniales y el 58% de los inversores pertenecientes a la generación X reconoció tener siempre en cuenta los factores de sostenibilidad a la hora de seleccionar un producto de inversión, en comparación con el 33% de los mayores de 65 años.
Los Acuerdos de París de 2015 supusieron un antes y un después en el papel fundamental que pueden llegar a jugar los inversores en la reducción de las emisiones de CO2. Como inversores debemos mirar al futuro y empezar a trabajar con vistas a las nuevas generaciones y a los nuevos retos a los que se enfrenta la sociedad.
En Schroders iniciamos en el año 2007 un giro en aras de apoyar la transición energética, ya que entendemos que el cambio solo será posible si los flujos de capital se dirigen hacia compañías que sean capaces de aprovechar el cambio climático como oportunidad para crear nuevas tecnologías y nuevos procesos de fabricación que no tengan en el carbono la principal fuente de energía.
Bajo esta premisa lanzamos hace 12 años nuestro fondo Schroder International Selection Fund Global Climate Change Equity. La tecnología ha permitido que las energías renovables, en otro tiempo costosas, tengan hoy unos costes de producción muy bajos y ya no requieran financiación por parte de los contribuyentes. Además, el vehículo eléctrico será la forma más barata de movilidad en poco tiempo. El ámbito de oportunidades es amplio y no está ni mucho menos reñido con la obtención de atractivas rentabilidades.
Hoy queda mucho por hacer, pero desde gestoras como la nuestra hemos puesto las bases para apoyar la descarbonización de la economía e iniciar la transición energética.
Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal.