Solo el 5% de las empresas tiene a una mujer como CEO
La presencia femenina en los consejos de administración avanza y llega al 20,6% global, según Credit Suisse
La oleada de reivindicaciones feministas que han puesto el foco en la escasa presencia de mujeres en los órganos de poder –entre otras muchas exigencias– ya da sus primeros frutos. Al menos en el ámbito empresarial, donde pese a los duros techos de cristal o la brecha salarial, el avance femenino es imparable: a nivel mundial, en los consejos de administración de las grandes compañías el porcentaje de mujeres se ha disparado hasta situarse en el 20,6%.
Son datos extraídos del CS Gender 3.000, el informe que elabora Credit Suisse Research Institute (CSRI), el think tank del citado banco suizo, presentado este jueves. En esta ocasión, con cifras relativas a 2019, se ha analizado la diversidad de género de los equipos directivos de más de 3.000 organizaciones presentes en 56 países, en las que se incluyen 30.000 puestos ejecutivos y de gobierno. El porcentaje se ha duplicado desde el inicio de la década, y ha aumentado desde el 15,3% de 2016, el último año en el que se tomaron estos datos.
Las cifras hacen referencia al análisis de los presidentes o consejeros delegados, directores financieros y resto de altos ejecutivos. Y es a la hora de segregar entre categorías cuando se observa que el avance no ha sido del todo simétrico: en los máximos puestos de poder del vértice superior de la pirámide, la irrupción femenina ha sido mucho menor. El porcentaje de empresas con una mujer CEO, que en 2016 rozaba el 4%, se sitúa tres años después solo un punto porcentual por encima. Algo similar ha sucedido en otro de los puestos más importantes del consejo. Y es que, en estos tres años, la posición de director financiero, CFO por sus siglas en inglés, se ha incluso masculinizado. En 2016, el 15% de las compañías tenían a una mujer en este puesto y en 2019 la cifra se sitúa en el 13%. En el resto de máximas categorías ellas avanzan poco a poco.
Esta progresión no ha tenido consecuencias únicamente en las altas esferas. El informe muestra que la proporción de mujeres en puestos directivos aumenta a medida que lo hace en los consejos de administración, sugiriendo que una mayor diversidad en los máximos órganos da lugar a una reducción de la brecha de género en las funciones ejecutivas. De hecho, al alcanzar el 50% de representación femenina en los consejos, el número de mujeres en puestos directivos se dispara hasta el 30%.
Otra de las conclusiones que arrojan las cifras es que el avance no es parejo entre regiones. Hay grandes diferencias entre el 44,4% de mujeres consejeras que alcanza Francia, el país que está en cabeza de la tabla, y el 3,1% de Corea del Sur, la zona más atrasada de todas las estudiadas, y que además ha empeorado desde 2016. España, por su parte, se sitúa en el eje central de la clasificación al haber pasado del 18,5% de 2016 al 23,8% de 2019, superando la media internacional. Este es un buen saldo, en opinión de Miguel Matossian, responsable de international wealth management de Credit Suisse en Iberia: “Según nuestra metodología, la tendencia de las empresas españolas es positiva. También en los puestos de alta dirección. El 16% están ocupados por mujeres, frente a una media del 17,2%”, explica.
El think tank de la entidad financiera, no sin cautela, también analiza el impacto que tiene la diversidad en los accionistas. En otras ediciones, si bien no se afirmaba con rotundidad la existencia de un vínculo indiscutible entre ambas variables, sí se encontraban fuertes correlaciones entre un consejo variado y un rendimiento bursátil superior en la cotización. En esta ocasión también se incluyen en la ecuación a los puestos directivos. Y, en base a los datos de la metodología Holt –la herramienta de comparación de empresas de Credit Suisse–, el informe muestra que el diferencial entre los márgenes ebitda de las empresas más y menos diversas supera los 200 puntos. “No afirmamos la existencia de una relación de causa y efecto en nuestra investigación, sino que dejamos que los datos hablen por sí mismos. Observamos una correlación importante entre la diversidad de género y el rendimiento corporativo”, desarrolla Richard Kersley, responsable de investigación temática global de la firma.