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Sedigas pide reformular el cálculo de peajes propuesto por la CNMC

La asociación reclama certidumbre en la propuesta para impulsar la lucha contra el cambio climático.

Construcción de un gasoducto
Construcción de un gasoducto
CINCO DÍAS

Sedigas (asociación que integra a empresas del sector gasista español) ha criticado la Circular de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la metodología para el cálculo de los peajes de regasificación, transporte y distribución de gas a partir del 2021. Para Sefugas esos cálculos "impiden al sector gasista realizar su contribución a una sociedad limpia y descarbonizada" con una metodología que supone un "cambio radical" y que genera incertidumbre en el consumidor.

La propuesta de peajes de la CNMC introduce "peajes que actualmente no existen", eliminando "la componente de presión en los peajes de distribución".

La modificación en los peajes provoca una "mayor complejidad operativa". En los peajes de salida de la red de distribución existe una variación de la clasificación de los consumidores, por la que se pasaría a agrupar a los consumidores únicamente por consumo, en vez de por presión y consumo. Esto daría lugar a un gran nivel de incertidumbre sobre el precio final de facturación, al tener que considerar el consumo que del año anterior, para aplicar el peaje correspondiente. También "se darán refacturaciones al concluir el año, dado que no siempre el consumo se corresponderá con el escalón de peaje aplicado, a diferencia de la normativa actual en la que no se producía refacturación, sino solo reubicación".

En cuanto al impacto económico en el consumidor final, "produce efectos muy dispares entre las distintas tipologías de clientes del sistema gasista". En el caso de los suministros pequeños y medianos, como las calefacciones centralizadas, las gasineras, el sector servicios (hospitales, colegios, hostelería, etc.) y la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, sufrirán incrementos muy importantes en su factura a causa de los nuevos peajes; en el caso del consumidor doméstico y la industria, gran consumidora, saldrán beneficiadas.

El sector gasista también advierte de la existencia de variaciones muy relevantes en los peajes respecto de los valores actuales (entre -53% y +220% en función del volumen de consumo), además de existir discontinuidades en el paso de un peaje al siguiente, provocando que se den discriminaciones. Esta situación genera inseguridad para el consumidor y denota que la CNMC debe profundizar en una metodología que elimine o, al menos, mitigue dichas discontinuidades.

Hay varios elementos de la metodología propuesta que no cumplen con las indicaciones de política energética emitida por el Ministerio.

En concreto y según el propio informe del Ministerio para la Transición Ecológica: (1) “La metodología de cálculo de los peajes y cánones debería fomentar el uso de las infraestructuras existentes para preservar la sostenibilidad económica y financiera del sistema gasista” y (2) “El diseño de los peajes y cánones debería tener en consideración la competitividad del sector industrial, respetando en todo caso las directrices comunitarias en materia de ayudas de estado”. Además, y aunque el MITECO no lo cita en su informe, desde SEDIGAS se considera que tampoco cumple con la tercera de las orientaciones de política energética: (3) “Mediante el diseño de los correspondientes peajes, la metodología de cálculo de los peajes y cánones debería incentivar la inyección de biometano y otros gases de origen renovable contribuyendo así a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a la lucha contra el cambio climático”.

Además de no estar alineada con las orientaciones energéticas del Gobierno y proponer modificaciones parciales que colisionan con el marco normativo vigente (Ley 18/2014, RD1434/2002), el proceso de tramitación de la Circular no ha sido el adecuado. Se ha dado una falta de consulta pública previa y transparencia para poder reproducir todos los cálculos. Además, hubiera sido deseable una hoja de ruta detallada de la implantación de la circular, coordinando todos los elementos regulatorios para asegurar el mínimo riesgo posible a los agentes del sistema gasista. Así, hubiera existido coordinación con el Ministerio en los temas relativos a tarifas que afectan a la definición de peajes reconocidos en la TUR y dentro de la propia CNMC respecto a los temas relacionados con la retribución de las actividades y los peajes, donde se han detectado importantes inconsistencias.

Asimismo, la asociación destaca que el plazo de tres meses dado para valorar las circulares es totalmente insuficiente." Sería necesario que los nuevos precios no entrasen en vigor hasta octubre de 2020 y que diera tiempo a que la CNMC adapte los formatos de comunicación entre agentes", señala. Hasta entonces, no se debería aplicar ningún cambio de condiciones de facturación que afecte a los consumidores. 

Mediante el diseño de los correspondientes peajes, "la metodología de cálculo debería incentivar la inyección de biometano y otros gases de origen renovable, contribuyendo así a la descarbonización de la economía y mejora de la calidad del aire".

Sin embargo, la propuesta actual "pone en riesgo este avance en la lucha contra el cambio climático, ya que el organismo regulatorio propone un descuento del 50% en el término fijo, mientras que la Orden ministerial TEC1367/2018 estableció un descuento del 100%". Sería "necesario que el borrador de Circular fuese lo suficientemente predecible para dar seguridad a los agentes interesados en inyectar biometano a la red", anticipando el peaje a abonar por este servicio.

En el transporte, la propuesta de circular "imposibilita el cumplimiento de la directiva 94/2014 relativa a la implantación de infraestructuras para combustibles alternativos, cuya instalación es completamente necesaria para llevar a cabo la transición a una movilidad sostenible".

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