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Argentina le cuesta 1.344 millones de beneficio a las empresas españolas

Telefónica es la más afectada, con 467 millones menos desde 2018. Junto a BBVA y Santander suma el 85% del recorte por el alza de precios.

El impacto de la hiperinflación argentina en las empresas españolas

Argentina sigue siendo un dolor de cabeza para las empresas españolas. La depreciación del peso argentino frente al dólar no encuentra suelo (en el último ejercicio la caída ha sido de un 42,5%) a lo que se suma el hecho de que hace más de un año, la economía argentina fue declarada hiperinflacionista. Un escenario que tan solo se activa cuando los precios suben un 100% de forma consecutiva durante tres ejercicios y que tiene un efecto negativo en las empresas que operan en Argentina.

La principal consecuencia es que a la hora de elaborar sus cuentas deben tener en cuenta la norma contable IAS 29, que les obliga a actualizar el valor de sus activos de acuerdo al incremento de los precios expresado en un índice de referencia internacional. Esa regla se aplicó por primera vez en Argentina en el segundo trimestre de 2018 y ha supuesto un menoscabo importante en los beneficios de las grandes empresas, toda vez que han tenido que depreciar el valor de sus activos.

La aplicación de la norma IAS29 ha reducido en 67 millones el resultado de Naturgy

Más ventas de móviles y subidas de tarifas

La factura que la aplicación de esta norma ha tenido en el beneficio de los grandes grupos empresariales españoles ha sido de 1.344 millones de euros, con tres multinacionales (Telefónica, Santander y BBVA) entre las más damnificadas, ya que suman el 85% del recorte. En una posición muy destacada figura Telefónica, con un impacto negativo de 467 millones en el beneficio si se suma las cifras de 2018 (306 millones) y de 2019 (161) y de 261 millones en la cifra de negocio (con una aportación positiva de 52 millones en el primer semestre de 2019). Pese a que ha perdido peso en el conjunto de la actividad de la teleco, la filial argentina sigue representando un 5% del total de los ingresos de Telefónica. En los resultados del primer semestre de 2019, la cifra de negocio crecía un 44% hasta los 1.214 millones de euros, impulsada “por el favorable calendario de actualización de tarifas y por la mayor venta de terminales”.

En segundo lugar figura BBVA, con un recorte del beneficio de 360 millones de euros, de los que 266 correspondieron a 2018 y 94 al primer semestre de 2019. El banco remarca en su último informe de resultados, correspondiente al segundo trimestre de 2019, que “la evolución positiva” del mercado argentino se vio parcialmente contrarrestada por “mayores gastos de explotación muy influidos por los altos niveles de inflación y mayor necesidad por deterioro de activos financieros debido a la situación macroeconómica del país”.

BBVA y la digitalización

De hecho, la actividad crediticia avanzó un 3,8% entre enero y junio “debido a las carteras minoristas de hipotecas y tarjetas”, mientras que los depósitos crecieron un 9,9% en el mismo período. En tercer lugar figura Santander, al que la hiperinflación argentina le ha metido un bocado de 313 millones en su beneficio (239 millones en 2018 y 74 millones en el primer semestre de 2019). El banco constata que la transformación comercial del modelo de negocio del banco ha servido para amortiguar el impacto del ajuste por la alta inflación y confía en que así siga sucediendo en el futuro a corto plazo. “Los clientes vinculados representan un 47% de los clientes activos, mientras que los digitales ascienden al 74%, con un crecimiento del 3% interanual”, recalca la entidad en el último informe de resultados.

Otra de las empresas más afectadas por el ajuste de la hiperinflación en Argentina ha sido Naturgy. En las cuentas de 2018 refleja que las variaciones de los tipos de cambios en los distintos países que opera ha tenido un impacto negativo de 218 millones en el ebitda y de 103 millones en el beneficio neto, con Argentina como principal protagonista. De deterioro sobre el ebitda, 107 millones (49%) procede de la aplicación de la norma contable IAS29 en Argentina, mientras que en el caso del resultado neto el ajuste procedente del país latinoamericano es de 67 millones (un 65% del total).

930 tiendas de Día

Las cuentas de la cadena de supermercados Día, con una fuerte implantación en Argentina, también han tenido que ser reformuladas. La compañía, que desde finales del pasado año controla el magnate ruso Mijail Fridman, llegó a Argentina hace 21 años y tiene una cuota de mercado del 14,1%, con una extensa red de 930 tiendas que podrían verse reducidas en el futuro, toda vez que el nuevo plan estratégico que prepara la compañía prevé una reordenación muy importante de los puntos de ventas. Día se ha anotado en el último año y medio un ajuste en el ebitda de 45 millones, de los que 36,3 corresponden a 2018 y 8,7 al primer semestre de 2019. La aseguradora Mapfre también se ha visto golpeada por el ajuste obligado por la hiperinflación. En el último año y medio ha sufrido una merma de 21,2 millones de euros (17,6 millones en 2018 y 3,6 millones en la primera mitad de 2019). En paralelo, las ventas de la aseguradora y la cuota de mercado han retrocedido drásticamente en ese período. La facturación se desplomó un 32% el pasado ejercicio pasando de 307 a 210 millones de euros, con lo que Argentina quedó relegada como cuarto mercado más importante en la región, por detrás de Perú, Colombia y Chile. La última entre las siete compañías españolas más afectadas es Codere, con una merma de 15,4 millones de euros. En el primer trimestre, el 38% de su ebitda en el primer trimestre procedió de argentina. su principal mercado. Las acciones de Codere cayeron un 6,6% el lunes y ayer también bajaban con fuerza en el arranque de la sesión. Otro valor castigado es Prosegur, con un ajuste del 21% en dos días.

Intercambios comerciales e inversiones

Comercio exterior. En 2018, las exportaciones españolas hacia Argentina cayeron un 7,4% hasta los 1.192 millones de euros, mientras que las importaciones crecieron un 15,4% hasta los 1.780 millones de euros, agrandando aún más el déficit comercial para España. 2014 fue el último año en el que el saldo comercial registró un superávit de 39 millones de euros para España. Desde esa fecha, la diferencia entre exportaciones e importaciones ha sido negativa, duplicándose prácticamente en el último año. Los datos de 2019 abundan en esa tesis. Entre enero y mayo, las exportaciones han bajado de 596 a 368 millones, mientras que las importaciones han subido de 498 a 580 millones de euros.

Inversiones. El stock de inversión acumulada de España en Argentina es de 5.824 millones de euros, según los últimos datos actualizados por la Secretaría de Estado de Comercio, lo que le convierte en el segundo inversor más importante, solo por detrás de EE UU. Una cifra que tocó máximos en 2010, cuando superó los 9.150 millones de euros, y que ha ido bajando a medida que se han producido desinversiones ante la inseguridad jurídica generada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La más importante fue la salida de Repsol tras la expropiación decretada en 2012, que fue recurrida ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi).

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