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La ofensiva de Santander contra Orcel es un arma de doble filo

El banco español acusó a Andrea Orcel de comportamiento poco ético, pero esto pone en duda la decisión inicial de contratarlo

Una mujer y una niña pasean frente a una sucursal del Banco Santander.
Una mujer y una niña pasean frente a una sucursal del Banco Santander.Sergio Moraes (REUTERS)

Demasiado para cualquier esperanza de que Banco Santander y Andrea Orcel puedan alcanzar una tregua. El banco español atacó el viernes al antiguo banquero de UBS, a quien retiró de su nombramiento como director general el pasado mes de enero, por “dudoso comportamiento ético y moral”. Su respuesta a la demanda de Orcel cuestiona la decisión de la presidenta Ana Botín de contratarlo en primer término. Solo habrá perdedores en esta lucha cada vez más amarga.

El prestamista de 66.000 millones de euros dijo que había presentado una respuesta a la demanda de 100 millones de euros de Orcel, que alega incumplimiento de contrato después de que la junta de Santander retirara la oferta de trabajo en enero diciendo que no podía satisfacer sus demandas de pago.

En su carta de oferta, Santander aceptó pagar a Orcel un máximo de 35 millones de euros para cubrir el coste de la pérdida de su compensación diferida en UBS. Sin embargo, cuando UBS aceptó darle una bonificación de 13,7 millones de euros, Orcel se negó a reducir el coste para Santander, dijo el banco español. También reclamó 3 millones de euros adicionales a Santander para cubrir los dividendos e intereses que de otro modo habría recibido por su estancia en UBS. La avaricia es lo que maneja el molino en la banca.

Más condenatoria es la posterior alegación de Santander. El prestamista dijo que a través de la demanda de Orcel se enteró de que el 12 de enero, poco después de conocer que no sería nombrado consejero delegado, este empezó a grabar conversaciones privadas sin el conocimiento o consentimiento de la otra parte. El banco dijo que se trató de un “comportamiento ético y moral dudoso” para alguien que potencialmente iba a convertirse en consejero delegado. Orcel, en cambio, no pudo ser localizado para recibir comentarios. Santander también dijo que esto ha confirmado finalmente que la decisión del consejo de administración de no proceder a su nombramiento era acertada.

Pero eso plantea interrogantes sobre el juicio de Botín por haberlo escogido inicialmente y sobre el de la junta directiva por apresurarse en su nombramiento. Orcel tenía una carta de oferta firmada en la que se estipulaban las condiciones de su salario, fechada un día antes de que se anunciara su nombramiento a finales de septiembre. Santander dice que una carta de oferta no es lo mismo que un contrato, al menos bajo la ley española, pero la misiva es un testimonio de que las negociaciones tuvieron un progreso realmente rápido.

Las últimas alegaciones invitan a pensar que es más probable que se presente el caso ante los tribunales que un acuerdo. Una lucha a largo plazo que desentierre detalles que son embarazosos para ambas partes será poco edificante para todos los interesados.

Para más información Breakingviews.reuters.com. Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de David Vázquez Baciero, es responsabilidad de CincoDías.

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