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Los garantizados flotan, pero no ganan

Pese a su escasa rentabilidad, los ahorradores conservadores los demandan

Getty

No están entre los preferidos de las entidades, pero los inversores más conservadores los demandan, así que, si bien con cuentagotas, siguen lanzándose planes garantizados, aquellos que aseguran al cliente un rendimiento tibio, aunque conocido, al final de la vida del vehículo.

El problema es que lo escaso de ese rendimiento hace que, en la mayoría de los casos, el ahorrador no vaya a conseguir ni siquiera batir a la inflación y hablamos de a 8 o 10 años vista. “El atractivo o no de una determinada rentabilidad es muy subjetivo”, matiza José Luis Manrique, director de estudios del Observatorio Inverco. No obstante, los partícipes potenciales de estos planes “ponen el objetivo de inversión en la preservación de su capital y no tanto en la obtención de una rentabilidad elevada, por lo que este tipo de instrumento puede ser muy atractivo para ellos”.

Y así ocurre, porque hay entidades que siguen construyéndolos para sus partícipes. Es el caso de Bankia. A finales de 2018 –“y con el fin de atender a la demanda de clientes”, apunta Natalia Flores, especialista en pensiones de la dirección comercial de Bankia AM– se lanzó Bankia Protegido Renta Premium X (vencimiento en 2026) y 2019 se inició con la comercialización del plan de pensiones Bankia Renta Premium XI (vencimiento 2029), “con gran acogida por parte de nuestros clientes”, asegura.

En el banco creen que rentabilidades del 1% a los plazos mencionados y teniendo en cuenta el escenario de tipos “son muy atractivas y nosotros las estamos ofreciendo haciendo un esfuerzo en la reducción de comisiones y en la búsqueda de activos con algo más de retorno, siempre dentro de los parámetros de riesgo establecidos y con grado de inversión”, explica Flores.

En 2013 representaban el 34% del patrimonio
del sistema individual. Actualmente suponen el 11%

Sin embargo, su patrimonio va en descenso. Si a finales de 2013 los planes garantizados representaban el 34% del total del sistema individual, actualmente suponen el 11%. “Quizás la mejora de las expectativas sobre la evolución de la economía, junto a lo exiguo de la rentabilidad que pueden ofrecer en la actualidad, ha provocado en el partícipe un desplazamiento hacia otro tipo de planes, con mayor riesgo, pero con mayor rentabilidad potencial”, aclara Manrique.

Efectivamente, muchas grandes gestoras los intentan sustituir. “En los últimos ejercicios, nuestra estrategia no se ha focalizado en el lanzamiento de nuevos productos garantizados, debido a los reducidos niveles de tipos de interés que hacen necesario alargar los plazos para poder ofrecer únicamente rentabilidades discretas para los clientes”, admiten desde BBVA AM. Además, “en este contexto tan complejo para la renta fija, consideramos que para el largo plazo existen otras alternativas más interesantes para nuestros clientes”. En el banco se refieren, por ejemplo, a productos mixtos o perfilados donde, “sin renunciar a un enfoque conservador, mediante una gestión activa y dinámica combinada con un enfoque diversificado y global, logramos minimizar los riesgos y capturar potenciales oportunidades de valor”.

Tampoco en VidaCaixa recomiendan los garantizados y prefieren lo que denominan carteras objetivo CaixaBank Destino, es decir, planes de ciclo de vida que ofrecen estrategias diferentes según la fecha de jubilación estimada y que, de momento, “están ofreciendo rentabilidades muy atractivas para los ahorradores a pesar de las turbulencias y un entorno complicado en los mercados gracias a su diversificación y un adecuado diseño de la hoja de ruta”, comentan desde el equipo de gestión de inversiones de fondos de pensiones de VidaCaixa.

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