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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Todos (y Trump) contra los gigantes tecnológicos

Legalmente es poco probable que los reguladores de EE UU troceen estos conglomerados

Es extraño defender a Facebook, Amazon, Apple y Google. No tengo nada con ellas y, las cuatro, internamente, tienen la consideración de secta, pues su cultura corporativa es más parecida a una mala religión que a unas normas empresariales. En los años 90, Intel y Microsoft tuvieron la misma consideración. No soy amigo de sectas, pero me parece injusto e inoportuno atacar judicialmente estas compañías. Máxime, en plena guerra comercial y tecnológica con China.

Las cuatro empresas investigadas tienen un valor en Bolsa, individualmente, de casi un billón de dólares. Son vanguardistas, innovadoras, aportan enormemente al PIB americano y al de los países con filiales, generan millones de empleos; contratan millones de pymes en todo el mundo e impulsan la transformación digital.

Trump está contra ellas. Republicanos y demócratas quieren romperlas –como sucedió con ATT y Standard Oil–. Las autoridades, Federal Trade Commision (FTC) y Departamento de Justicia dicen que las van a investigar. No han dicho sobre qué, pero es predecible: formación de oligopolio; abuso de poder; exclusión de competidores; bloqueo a nuevos jugadores; excesiva cuota de mercado, etc.

Los europeos ven en estas empresas una fuente de ingresos vía multas e impuestos. Los chinos aplauden: “utilizar Occidente para destrozar a Occidente”, en frase de Mao. Traducción: Estados Unidos y Europa tiran piedras contra su propio tejado cuando ponen contra el paredón sus empresas. ¿Romperá China Alibaba, Xiaomi, Huawei y Tencent? No. China aprovechará que para ganar cuota de mercado a las empresas norteamericanas.

Hay una nueva globalización –fruto de la digitalización– consistente en llevar fabricación e ideas a países pobres. Hoy, China no necesita ir a Occidente para robar ideas. Los norteamericanos las llevan consigo, junto a la producción. ¿Ha pensado Trump en las consecuencias económicas para Estados Unidos de destrozar sus propias empresas? ¿Ha anticipado que el PIB y la creación de empleo se resentirán? Las caídas en Bolsa de las empresas tecnológicas americanas son solo un aviso. Es un ejemplo más de la improvisación de Trump; una frivolidad irresponsable, con potenciales consecuencias desastrosas para Occidente: China no oculta que quiere dominar el mundo. Xi-Jinping no para de repetirlo. Quiere quitarle a Estados Unidos la primacía mundial, pero sin jugar limpio.

China es una dictadura comunista. Estados Unidos es una democracia capitalista y tiene que aprender a aceptar el precio de la prosperidad. Nada nuevo bajo el sol: Schumpeter, en un extremo y Lenin, en el otro, llegaron a la misma conclusión: el capitalismo extremo supone la formación de monopolios/oligopolios. Los chinos abrazan este hecho desde su capitalismo de Estado y EEUU quiere desguazar las empresas americanas exitosas que le dan de comer. La postura de Trump es insostenible: se deja llevar por su mala querencia hacia empresarios demócratas opuestos a él, siendo Jeff Bezos (Amazon-Washintong Post) el mayor ejemplo. Populistas de extrema izquierda (Elisabeth Warren, Bernie Sanders, AOC) llevan en su programa para las elecciones presidenciales de 2020 la ruptura de las empresas tecnológicas. Otras veces he citado autores chinos que viven en Occidente y defienden a China, al partido y sus empresas tecnológicas. También hay autores occidentales que hacen lo mismo, aunque solo critican el capitalismo norteamericano y no al chino. Esos autores anticipan la desaparición del capitalismo norteamericano: Life after Google, George Gilder; The Myth of Capitalism: monopolies and the death of competition, Jonathan Tepper; The Four: The Hidden DNA of Amazon, Apple, Facebook, and Google, de Scott Galloway.

¿De qué se les acusará? El gobierno norteamericano se está preparando para investigar si Amazon, Apple, Facebook y Google hacen uso indebido de su poderío de mercado. Miedo alimentado por competidores, legisladores y grupos de consumidores, que acusan a esas empresas de tener demasiado poder y perjudicar a usuarios y rivales.

Las acciones de Facebook, Alphabet (Google), Amazon y Apple cayeron una media del 5%. Trump pide mayor control de las compañías de medios sociales y de Google acusándoles de suprimir las voces conservadoras online; ha criticado a Amazon por aprovecharse del Servicio Postal americano. Y ha señalado a Jeff Bezos (Amazon) porque su periódico, The Washington Post, le critica.

Senadores republicanos y demócratas (Lindsey Graham, republicano y Richard Blumenthal, demócrata) dan la bienvenida a posibles investigaciones de grandes firmas tecnológicas. Amazon, el mayor distribuidor mundial online, es criticado por dominar a los vendedores de terceros en su sitio web, que deben pagar por la publicidad, para competir contra las ventas de marcas propias y privadas de Amazon. Los legisladores destacan que los bajos precios de Amazon han perjudicado a otros retailers, muchos de los cuales cerraron porque no podían competir (Borders, Circuit City, Tower Records, Musicland…).Apple es investigada por la Unión Europea sobre una queja de Spotify, que acusa a Apple de abusar de su poder sobre las descargas de aplicaciones.

La FTC ya investigó a Facebook –dueña de Instagram y WhatsApp– por permitir publicaciones engañosas y las llamadas noticias falsas (escándalo Cambridge Analytica, desaparecida). Google es acusada por la posición dominante de su buscador, “que dirige a los consumidores a sus propios productos, a costa de los competidores”. La FTC resolvió una investigación sobre Google en 2013 con una reprimenda. El regulador de la competencia de la Unión Europea ha multado a la compañía varias veces.

¿Qué pasará? Creo que, legalmente es poco probable que los reguladores estadounidenses rompan sus gigantes tecnológicos: Mientras existan sus gigantes homólogos chinos, será muy difícil probar que solo los norteamericanos tienen una posición dominante.

 Jorge Díaz Cardiel es Socio Director Advice Strategic Consultants Autor de ‘Trump vs Hillary’, ‘Trump, año uno’, ‘Trump, año de trueno y complacencia’

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