Brufau pide una transición energética “ordenada y posibilista”
Reclama el papel de la tecnología y deja claro que el negocio de exploración y producción seguirá siendo "prioritario" en los próximos 50 años
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, aseguró ayer durante la junta general de accionistas, que su compañía cumplirá con la normativa y será responsable en la lucha contra el cambio climático. “Vamos a ser parte de la solución”, complementó el consejero delegado, Josu Jon Imaz.
No obstante, Brufau pidió “prudencia” a la hora de abordar la transición energética. “Nos tenemos que preguntar -indicó- si el teatro de operaciones deben ser España y Europa“, que emite el 10% del CO2 frente a China, con el 28%. “Hay que tener cuidado -alertó Brufau-, pues si los otros no nos siguen, conseguiremos efectos negativos”. En este sentido, pidió para España “una transición energética ordenada y posibilista, al margen de ideologías y de los grupos de interés”. De lo contrario, “se corre el riesgo de destruir una parte esencial de nuestro país”. Y añadió: “Hay demasiadas voces opinando, háganlo con sentido de Estado y de futuro”.
Brufau puso en cuestión que “la industria, los hogares y la movilidad puedan reducir un tercio las emisiones en 15 años”. No tiene sentido, en su opinión, “trasladar la emisiones a otros países, más voraces y menos sensibles”. “Si dejamos de producir aluminio en España para exportarlo de Turquía, las emisiones serán las mismas”, subrayó.
Como empresa industrial “multienergía”, Repsol plantea que se defina la senda más eficiente en costes para la reducción de emisiones. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), a la que hizo referencia Brufau, un 80% se puede reducir con elementos que “ya tenemos a nuestro alcance”, como la movilidad, la eficiencia y las renovables que sustituyan al carbón. Sin embargo, “no hay que despreciar la tecnología”, especialmente, la captura de carbono, en la que hizo mucho hincapié. “Si no tenemos en cuenta la necesidad de capturar el carbono, no avanzaremos, no habrá neutralidad tecnológica y actuaremos en detrimento del futuro”, criticó.
También pidió sistemas con menos regulación. “Cuando no somos competitivos, se acaba subvencionando a tecnologías que no lo son”, en alusión a las regasificadoras. Y echó de menos que en los planes oficiales, apenas se haga “referencia a la generación distribuida o la gestión de la demanda”.
Un grupo “multienergía” como Repsol, “será parte de la solución” contra el cambio climático, según Josu Jon Imaz
Aunque el 42% de las emisiones corresponden a la electricidad, la industria y el transporte deben contribuir con su parte. Brufau se preguntó si Europa no se quedará atrás teniendo en cuenta que China tiene como objetivo deshacerse de la industria pesada en 2030 y convertirse en líder en alta tecnología, automoción, telecos, robótica o farmacia con un 70% de autoconsumo. “A Europa no le quedará nada de estos sectores”, auguró el presidente de la petrolera española.
“Todas las energías van a ser necesarias, pero el planeta necesita seguir creciendo”, subrayó. Repsol , que ha reducido ya las emisiones de CO2 en cinco millones de toneladas y se compromete a reducirla otros tres millones de toneladas hasta 2025.
Para Antonio Brufau el gas natural no será una energía de transición, sino que se quedará y auguró un gran futuro a los biocombustibles, que ahora representan el 6%. Tanto para el transporte marítimo (una combinación de petróleo, gas y biomasa) como aéreo.
En cuanto al papel de Repsol, dijo que cumplirá con su responsabilidad, pero “sin abandonar nuestro negocio”. Y fue contundente al asegurar que “queremos ser los primeros en exploración y producción, esta será nuestra prioridad en los próximos 50 años, seremos fuertes en lo que nos ha hecho fuertes “. No obstante, dada la tendencia a la electrificación, esta también “formará parte de la columna vertebral” de la compañía.
por su parte, en su discurso, Imaz resaltó el crecimiento experimentado por la compañía como proveedor multienergía gracias a su flexibilidad y capacidad de adaptación. El ejecutivo destacó que “Repsol ha dado un importante paso en su compromiso de ser un jugador clave en la transición energética”, lanzando, entre otras iniciativas, Repsol Electricidad y Gas, con los activos adquiridos de Viego y el proyecto fotovoltaico Valdesolar. La filial ya cuenta con 870.000 clientes en España y una capacidad instalada de 2.952 MW.
La retribución sube un 5,56%
La junta de Repsol aprobó ayer una retribución al accionista equivalente a unos 0,525 euros brutos por acción. Con ello, la retribución total, mediante la fórmula de scrip dividend, aumenta hasta el equivalente a 0,95 euros por título, un 5,56% superior a la del ejercicio anterior.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, señaló que en tres años el dividendo se ha incrementado un 56%, con un 16,7% anual, frente a la media del 12,8%. Y destacó la importante contribución de los programas de digitalización en la generación de flujo de caja, que han aportado 165 millones de euros y aportarán 300 millones en 2020 y 1.000 millones en 2022.
La junta aprobó la reelección como consejeros de Antonio Brufau, Josu Jon Imaz, José Manuel Loureda y John Robinson West, y la ratificación y reelección de Henri Philippe Reichstul. Acordó también el nombramiento como consejeras externas independientes de Aránzazu Estefanía Larrañaga y de María Teresa García-Milà Lloveras, con lo que las mujeres representan un 30% del consejo, con loque se cumplen las recomendaciones de Buen Gobierno de la CNMV.