OHL contrata a Baker and Mckenzie para buscar rastros de corrupción en la empresa entre 2003 y 2014
La auditora realiza una investigación forensic sobre antiguos directivos investigados en la pieza separada 8 del caso Lezo
Máximo compromiso con las prácticas de buen gobierno y agradecimiento por la confianza de los accionistas al equipo gestor. Estas dos han sido las ideas sobre las que ha pivotado la intervención del presidente de OHL, Juan Villar-Mir, ante la junta de accionistas. Pero también han sobrevolado la reunión los casos de corrupción en los que se ha visto envuelta la empresa: "No quiero eludir asuntos de actualidad que llegan a titulares de noticias muchas veces inconcretas", ha señalado Villar-Mir hijo, refiriéndose a informaciones sobre investigaciones de la Guardia Civil y fiscalía Anticorrupción que apuntan a sobornos a cambio de adjudicaciones.
Recientes informes incorporados al caso Lezo señalan indicios sobre la existencia de una doble contabilidad y mordidas a representantes públicos en distintos puntos del país por 38,5 millones. "Estamos comprometidos con la ética y ofrecemos toda colaboración a la justicia", ha afirmado el consejero delegado de OHL, José Antonio Fernándz Gallar. De forma paralela a la investigación juidicial, la entidad ha decidido emprender sus propias pesquisas, para lo que ha contratado a Baker and Mckenzie.
Pese a su convencimiento sobre el juego limpio de la constructora, ha sido el presidente Villar-Mir quien ha anunciado a los accionistas la apertura de una auditoría interna para buscar posibles fallas en los sistemas de actuación y control de buenas prácticas. El CEO ha confirmado a la prensa que se cuenta con asesoramiento externo en busca de prácticas ilíitas en la contratación entre los ejercicios 2003 y 2014, periodo en el que el grupo estuvo bajo la batuta de Juan Miguel Villar Mir: "No disponemos de más información que los medios y, en realidad, no sabemos con exactitud qué buscar", ha declarado Fernández Gallar.
Personal de Backer and Mckenzie realiza una investigación forensic a todos los empleados y directivos de OHL investigados en la pieza separada 8 del caso Lezo. Entre ellos figuran personas del antiguo staff directivo como Rafael Martín de Nicolás, Paulino Hernández Ros y Felicísmo Ramos. Desde la empresa se insiste en señalar que OHL no está implicada.
Vía crucis judicial
La constructora de los Villar Mir sufrió una dura crisis de reputación en México por la acusación de sobornos y una contabilidad fraudulenta, que fueron desmontados en los tribunales y con distintas auditorías. Pero tambien se ha visto involucrada en casos como los papeles de Bárcenas, Lezo o Púnica, ante lo que su presidente ha recordado que "desde 1911 ningún empleado o directivo de la empresa ha sido condenado".
OHL ha recordado esta mañana que aprobó el 2002 un código de conducta para el personal ejecutivo; lanzó su código ético en 2010, actualizándolo en 2012 y 2015, y tiene desde hace cuatro años un código de política anticorrupción. "Siempre hemos tenido, tenemos y tendremos tolerancia cero con la corrupción", ha sentenciado Villar-Mir, remontándose a los años de mandato de su padre, al que no ha citado.
El mensaje de confianza a corto y medio plazo ha correspondido al consejero delegado, quien ha reafirmado que 2019 será aún un año de transición y su compromiso con la búsqueda de la rentabilidad. OHL prevé cerrar el ejercicio con unos ingresos de 2.500 a 3.000 millones y un ebitda por encima de los 45 millones en positivo.
El CEO ha eludido anticipar la previsión de cierre, previsiblemente en pérdidas, después de los números rojos y saneamiento de cartera de 2018. Sin embargo, Fernández Gallar sí ha asegurado que 2020 y 2021 serán años de transmisión de confianza al mercado después de un arranque de 2019 en el que la acción recupera un 70%.
OHL viene de repartir un dividendo total de 100 millones de euros con cargo a 2018 por la venta de OHL Concesiones, pero en la junta celebrada hoy no ha habido lugar para hablar de nuevas o futuras retribuciones. En la junta han salido adelante la reelecciones de Juan Villar-Mir como dominical y el nombramiento de Fernández Gallar. También se hadado el visto bueno a la delegación al consejo para la emisión de bonos por un máximo de 1.500 millones en los próximos cinco años. A corto plazo, afirma la empresa, no está previsto utilizar este permiso.
El CEO Fernandez Gallar ha recalcado la existencia de una posición de caja positiva, el enfoque hacia la generación de caja y la reducción de costes de estructura en un 39%, desde los 240 millones anuales de 2017 a una posición inferior a los 150 millones. Sobre este último ajuste, el primer ejecutivo ha señalado no estar aún satisfecho.
La empresa está recibiendo interés de fondos de deuda por sus contratos bajo reclamación, todos ellos provisionados y en los que OHL se juega unos 1.600 millones. Fernández Gallar también se ha referido a los proyectos inmobiliarios de Canalejas (Madrid) y Old War Office (Londres) como activos que podrían ser traspasados "cuando toque y maximicemos el valor".