El Banco de España alerta del riesgo de otra oleada de demandas judiciales en la banca
Avisa del aumento en los últimos seis meses de los peligros derivados de las incertidumbres macrofinancieras y geopolíticas, pero descarta ya Cataluña Reclama a las firmas con más hipotecas referenciadas al IRPH medidas de prevención “adecuadas”
El Banco de España presenta un panorama para las entidades financieras españolas poco halagüeño. Alerta de que en los “últimos seis meses los riesgos para la estabilidad del sistema financiero español han aumentado”. Mantiene que al igual que en la economía global, los riesgos macrofinancieros y geopolíticos se han “intensificado” en el país, consecuencia de la desaceleración económica mundial, concentrada particularmente en Europa y China, y “del aumento generalizado de la incertidumbre.” Este contexto podría generar un aumento de la volatilidad de los mercados y un incremento, por tanto, de las primas de riesgo, lo que a su vez, presionará más en la ya baja rentabilidad del sector en una situación de márgenes reducidos.
Pero la institución que encabeza Pablo Hernárndez de Cos incluye otro peligro añadido y específico para la banca española, “el derivado del potencial incremento de las demandas judiciales”.
El supervisor recalca en el último Informe de Estabilidad Financiera dado a conocer hoy, que en los meses del presente ejercicio las incertidumbres económicas y geopolíticas existentes a finales del pasado año “parecen haberse incrementado”. Esta ralentización económica e incertidumbres políticas tienen, en consecuencia, un potencial impacto en los precios de los activos a través de un incremento de las primas de riesgos.
Y aunque son Europa y China las zonas en las que se han concentrado la desaceleración económica, el Banco de España destaca también cómo en las últimas semanas “han retornado las tensiones en los mercados financieros en relación a Turquía y Argentina”, tras la calma que supuso la adaptación de drásticas medidas en ambos mercados. Hay que recordar que los dos principales bancos españoles tienen presencia en Argentina, mientras que Turquía es el tercer mercado de BBVA, tras México y España. Pese a los riesgos macrofinancieros, el Banco de España asegura que no se aprecian riesgos sistémicos.
La institución supervisora, no obstante, ha eliminado las incertidumbres del independentismo en Cataluña como un riesgo. Este riesgo sí estaba recogido en el anterior Informe de Estabilidad Financiera.
El Banco de España asegura que durante 2018 los resultados atribuidos de la banca española a nivel consolidados “experimentó un crecimiento significativo”, del 24,8% sobre los de 2017, atribuible en gran medida a la mayor contribución positiva de los resultados extraordinarios y a la disminución de las provisiones por deterioro de activos. A pesar de ello, alerta de que las expectativas de desaceleración económica global, y, en particular de Europa, “y el consecuente retraso en el proceso de normalización de la política monetaria, someterá a mayor presión a los márgenes de las entidades de depósito”.
Pero en esta ocasión el supervisor alerta de un peligro cada vez más creciente, el riesgo legal derivado del potencial incremento de las demandas judiciales contra las entidades financieras.
Aunque explica que durante los últimos años este riesgo “se ha incrementado significativamente”, ahora pueden crecer bastante más como consecuencia de la respuesta, en la segunda parte del año, que se espera del Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) sobre las cuestiones prejudiciales planteadas en relación con la utilización del índice de referencia de los préstamos hipotecarios (IRPH). Dependiendo del pronunciamiento del TJUE, podría producirse un aumento de las demandas judiciales contra los bancos españoles con impacto en aquellas entidades con mayor volumen de préstamos hipotecarios indiciados al IRPH.
Varios informes de analistas han situado el impacto para la banca española de una respuesta negativa del TJUE sobre el IRPH de 3.000 millones a 60.000 millones en el caso más extremo. Fuentes del Banco de España, sin embargo, no han querido cuantificar este riesgo, ya que aseguran que no se sabe cuál será la respuesta del Tribunal. Además, considera que hay un gran abanico de hipótesis.
En este caso, el Banco de España exige que estos bancos realicen una “apropiada medición del posible impacto contingente y medidas de gestión y prevención adecuadas”. Recuerda que el coste para la banca de las cláusulas suelo se ha elevado hasta el momento a 2.200 millones de euros devueltos a los clientes hasta el pasado mes de enero. Su mayor impacto en los resultados de la banca se produjo en 2016 tras llevar a cabo una dotación en provisiones por 1.900 millones de euros.
CUIDADO CON LA REPUTACIÓN
El supervisor también hace una reflexión más general, y recuerda que este riesgo legal se ha traducido “en una pérdida de reputación para el sector bancario, en España y en otros países, que las entidades deben esforzarse en revertir proporcionando a sus clientes los productos financieros adecuados a las necesidades y capacidades”. La institución recuerda que “la reputación y la confianza de los clientes es un elemento esencial para desarrollar el negocio bancario”.
Recuerda que los costes legales vinculados a conductas bancarias inapropiadas han aumentado significativamente desde el inicio de la crisis financiera tanto para entidades europeas como estadounidenses.
RENTABILIDAD
Como ya es habitual, además de referirse a la banca rentabilidad del sector, aunque reconoce que los bancos españoles son más rentables que los del resto de Europa, el Banco de España reclama una mayor eficiencia. Y aunque no habla de fusiones, se puede dejar entrever.
Admite que, aunque los resultados de 2018 crecieron bastante, En el actual contexto de reducidos tipos de interés, “las entidades han derivado parte de su negocio a la provisión de servicios bancarios, con lo que las comisiones han aumentado. Esta tendencia descendente del margen de intereses y ascendente de las comisiones netas en los últimos años también se ha producido en la actividad en España
de las entidades, aunque el margen de intereses ya se mantuvo estable en el último año. Por su parte, las comisiones netas siguieron creciendo en 2018, casi un 4% en tasa interanual, lo que se tradujo en casi 0,4 puntos porcentuales de aumento en su peso sobre el margen bruto.
PETICIÓN DE MÁS CAPITAL
El Banco de España ha instado a las entidades financieras a que eleven sus niveles de capital, al tiempo que ha avisado de los márgenes reducidos y de la presión sobre la rentabilidad, ya que las expectativas de desaceleración económica global podrían someterles a unos mayores riesgos de cara al futuro.
En este sentido, fuentes de la dirección general del supervisor han explicado que, aunque no hacen ninguna recomendación en especial en su Informe sobre Estabilidad Financiera presentado este martes sí que esperan que los bancos sean capaces de "unir todos los puntos del informe" y entender que la caída del capital observada supone un riesgo.
Por otro lado, aunque los resultados netos consolidados de los bancos experimentaron un crecimiento significativo en 2018, atribuible en gran medida a la mayor contribución positiva de resultados extraordinarios y a la disminución de las provisiones por deterioro de activos, el ROA
siguió siendo reducido.
Además, las cuentas correspondientes al primer trimestre de este año han mostrado una caída generalizada de las ganancias. Las mismas fuentes han admitido que han sido "unos malos" resultados, aunque han asegurado que lo importante será observar la tendencia.
"No añade una preocupación diferencial, veremos qué ocurre en el segundo trimestre y en los siguientes. Lo importante es ver las evoluciones tendenciales", han indicado fuentes de la institución, añadiendo que están en línea con la preocupación de la estrechez de los márgenes, que
están "básicamente estancados".
EL RIESGO DEL CRÉDITO AL CONSUMO E INMOBILIARIO
El Banco de España tampoco se ha olvidado en este informe del crecimiento del crédito al consumo e inmobiliario. Así, ha reclamado a las entidades financieras que hagan un seguimiento "estrecho" de la evolución del crédito al consumo y al inmobiliario, con especial atención a los criterios de
concesión.
El supervisor dice que, aunque se observó una disminución significativa en el crédito al consumo en la segunda parte de 2018, continúa creciendo a tasas de dos dígitos, al igual que la morosidad.
Advierte de que seguirá de cerca estos segmentos, que "de momento" no suponen un riesgo para la estabilidad del sistema financiero español ni exigen adoptar medidas macroprudenciales, aunque sí requieren un aumento de la vigilancia en la concesión del crédito y el seguimiento a las entidades
más dinámicas, según fuentes de la Dirección General de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España.
Explica que el aumento del crédito se debe no sólo a la mayor demanda de los consumidores sino también al deseo de entidades con menor cuota de mercado de ganar peso en este segmento.
Igualmente pide a las entidades que vigilen especialmente la concesión del crédito a los hogares con menores ingresos, porque representa un 16% de la renta anual disponible, frente al 8% en los de mayor renta.
También recomienda mantener la vigilancia en el mercado inmobiliario, porque, aunque no hay "relajación" en las condiciones de concesión de los préstamos nuevos, el ritmo de crecimiento es elevado.
De momento, los indicadores del mercado inmobiliario no evidencian "sobrevaloracion" ni "infravaloración", según estas fuentes, que destacan que el mayor dinamismo se concentra en las grandes ciudades y en áreas costeras, fenómeno que también se da en el alquiler, un mercado pujante en el que las rentas han mostrado incrementos significativos.
El Banco de España explica que el mercado del alquiler -donde la información no es tan rica como en el de vivienda en propiedad- puede proporcionar información relevante para la estabilidad financiera, porque incorpora indicadores adelantados de presiones de la demanda u oferta
de servicios residenciales.