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Los gestores hacen hueco en las carteras a la deuda verde

El mercado dispone de emisiones corporativas y soberanas

GettyImages

Los activos socialmente responsables (ISR) están creciendo en todas las opciones del mercado. El Estudio 2018. La inversión sostenible y responsable en España de Spainsif apunta que el 35% de la cartera de los fondos de inversión ASG (siguen criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) está expuesta a renta fija.

El informe destaca que los bonos verdes y sociales representan el 50% del capital gestionado bajo inversiones de impacto. “Se prevé un incremento en los próximos años debido a que en esta categoría se incluyen las emisiones realizadas por las entidades financieras, que en 2018 han lanzado volúmenes superiores a todos los activos gestionados a través de esta estrategia entre 2015 y 2017”, señala.

Los fondos son la mejor opción para el particular

Murray Birt, estratega sénior ASG de DWS, asegura que “en los bonos y el inmobiliario sostenible se aprecia más rentabilidad que en Bolsa”. Climate Bonds Initiative, institución internacional que promueve la inversión en bonos sostenibles, cifra en 227.000 millones de dólares (203.000 millones de euros) las colocaciones que se realizaron en 2018 a nivel mundial. Cifra que supone un crecimiento del 3% frente a 2017; año récord.

La tendencia sigue siendo creciente en 2019. En el primer trimestre se superaron los 40.200 millones, y se espera otro máximo histórico al final del ejercicio; desde 2007 se han colocado en el mercado 465.200 millones en bonos verdes.

“Vemos en los bonos verdes el puente para alcanzar los objetivos sostenibles”, explica Climate Bonds Initiative

España está siendo muy activa. Con los datos de Climate Bonds Initiative, fue en 2018 el séptimo país emisor del mundo de los mercados desarrollados con 5.178 millones. EE UU, Francia y Alemania encabezaron el ranking con el 34%, 17% y 9% sobre el total. Iberdrola fue el sexto mayor emisor con 1.450 millones. Este mismo año ha sacado al mercado otros 800 millones con un importante éxito de demanda.

Igualmente, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) acaba de estrenarse con 500 millones en bonos verdes; la demanda ha multiplicado por seis la oferta y el 84% se ha adjudicado a inversores internacionales.

Cifras

35% de la cartera de fondos ASG tiene exposición a renta fija, según el estudio de Spainsif.

303.000 millones alcanzó la emisión de bonos verdes y sociales en 2018 a nivel mundial. España fue el séptimo país, con 5.178 millones.

ACS, Naturgy, Acciona, BBVA, Telefónica, Repsol, Adif, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Barcelona, Gobierno vasco, Caja Rural de Navarra, y Kutxabank han emitido también deuda de este perfil.

A nivel global, la deuda corporativa supone el 45% del total con criterio sostenible, frente al 13% de la soberana, aunque ha experimentado un alza en 2018. “Vemos en los bonos verdes el puente para alcanzar los objetivos sostenibles”, explica Climate Bonds Initiative. “Este tipo de bonos suele tener un rendimiento algo inferior al resto, pero depende mucho de la entidad y el caso”, puntualizan desde Bankinter.

En los bonos sociales, el objetivo principal es solucionar o mitigar un problema, como el acceso al agua, sanidad o vivienda

Según establecen los Green Bond Principles, los bonos verdes financian proyectos de energías renovables, eficiencia energética, prevención y control de contaminación, de gestión del agua, de transporte y de adaptación al cambio climático, entre otros.

En los bonos sociales el objetivo principal es solucionar o mitigar un problema; puede ser, por ejemplo, el acceso a servicios esenciales, como el agua, la sanidad o la vivienda, o garantizar la seguridad en alimentación.

La mayoría de la oferta es de Bolsa, aunque crecen los productos de renta fija

El pequeño inversor tiene la posibilidad de acceder a este tipo de estrategias. “Debido a la diversificación que ofrecen y sus ventajas fiscales, el fondo sería el vehículo más recomendable”, resaltan en Self Bank.

La mayoría de la oferta es de Bolsa, aunque crecen los productos de renta fija. A finales de 2018, Banco Santander lanzó Santander Sostenible I y Santander Sostenible II. El primero tiene una exposición máxima a renta fija del 75%, y gana un 4% en 2019, y el segundo, del 45% y se ha revalorizado casi el 8%.

BlackRock dispone de una alta variedad de productos para incorporar criterios ASG (ESG en inglés) a las carteras de renta fija. Por ejemplo, BSF Sustainable Euro Bond Fund, invierte el 80% en renta fija y el 90% de la misma en deuda ASG. Acumula una revalorización del 3% en el año.

Mientras, Allianz Euro Credit SRI (deuda corporativa) suma el 4% en 2019 y Allianz Green Bond (deuda global en bonos verdes), el 3%.

Estrategia y nuevos productos

Calidad. “Al integrar factores ASG en las carteras de bonos soberanos los inversores buscan mejorar el análisis de riesgo crediticio, optimizar la asignación por países y tomar decisiones con mayor nivel de información”, explica Allianz.

Oportunidad. Con la deuda ISR, los particulares amplían las opciones y los Gobiernos disponen de un instrumento más de financiación, según Allianz.

Bono azul. La República de Seychelles emitió en 2018 el primer bono azul para proteger los delfines y otra vida marina. Recaudó 13,19 millones.

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