El Banco de España sostiene que la precariedad laboral empuja a los jóvenes al alquiler
El organismo avisa de que los precios superan ya los del boom en Madrid y Barcelona
Aunque todavía minoritario, el número de personas que vive de alquiler en España no ha dejado de crecer y su peso se ha visto incrementado especialmente por los más jóvenes, que cada vez más optan por esta opción residencial. Más allá de cambios sociales, el Banco de España apunta a la precariedad laboral como uno de los principales factores que empujan a los jóvenes (y a los que ya no lo son tanto), a alquilar en vez de comprar.
Pero a pesar de que les mueva la necesidad económica, el organismo también advierte de que los precios de los alquileres ya superan, en Madrid y Barcelona, a los registrados durante el boom inmobiliario. No así los de venta, aunque también se acercan (ver gráfico). Así lo sostienen los economistas del organismo regulador Pana Alves y Alberto Urtasun en el informe Evolución reciente del mercado de la vivienda en España publicado este jueves.
Entre 2008 y 2017, el número de hogares que vivían de alquiler pasó del 14% al 17%, según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV). A pesar de que esa proporción todavía se encuentra lejos de la media europea –que ronda el 30%, según Eurostat–, los datos muestran que “la tendencia hacia un mayor peso del alquiler es generalizada”, sostiene el Banco de España. Dos grupos de población engordan las cifras: los jóvenes de entre 16 y 29 años, de los que casi uno de cada dos vive de alquiler (17 puntos porcentuales más que en 2008), y los que tiene entre 30 y 44 años: uno de cada cuatro es arrendatario (9 puntos más).
Y sin descartar los “factores sociológicos ligados a cambios en las preferencias”, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos apunta al “impacto de la crisis económica” y la precarización del empleo como una de las razones más importantes. En concreto, los autores del informe recuerdan cómo afectó la recesión a las personas recién incorporadas al mercado laboral. Entre 2008 y 2016, los jóvenes de 20 a 24 años perdieron un 15% de su sueldo, mientras que aquellos entre 25 y 29, percibieron un 9% menos.
A ello vinieron a sumarse altas tasas de paro y de temporalidad. “Para los trabajadores de entre 16 y 29 años, la tasa de paro alcanzó el máximo del 42% (2013), con una incidencia del paro de larga duración del 52% (2014) y una ratio de temporalidad del 57% (2017)”, reza el estudio. En 2018, con la recuperación ya supuestamente consolidada, uno de cada tres jóvenes (29%) seguía en paro y más de la mitad (56%) tenía un contrato temporal.
El informe menciona también la reducción de los incentivos fiscales a la compra de vivienda como otra de las causas que explican la tendencia creciente del alquiler. En concreto, el Banco de España recuerda que en 2013 se eliminaron las deducciones por inversión en vivienda habitual, a lo que le siguieron subidas impositivas tanto a la tenencia como a la compraventa, como la de transmisiones patrimoniales y la del IVA.
Precios récord en Madrid y Barcelona
La demanda creciente de viviendas en alquiler frente a una oferta que apenas ha aumento ha hecho escalar los precios de forma “significativa” en los últimos años, especialmente en las dos principales capitales del país, donde el mercado está ya muy tensionado. “Mientras que el precio de la compraventa no ha alcanzado aún el nivel previo a la crisis, el precio de los alquileres se situaría por encima de ese nivel”, avisa el informe, apoyándose en los datos del portal Idealista. Unas subidas de rentas que, sin embargo, se han moderado e incluso contraído ligeramente en ambas ciudades en el último año. A escala nacional, los alquileres se encarecieron de media un 9,3% en 2018, un repunte importante pero la mitad del registrado un año antes (18,4%).
Un excedente de difícil reabsorción
Durante los años de la burbuja, en España llegaron a construirse más casas que en Francia y Alemania juntas, por lo que el pinchazo dejó tras de sí un stock de cerca de 700.000 casas sin vender. Una década después, el excedente de viviendas todavía si sitúa en torno a las 500.000, por lo que ni siquiera se habría logrado reabsorber un tercio de ellas.
El informe achaca esta “lenta corrección” al “desajuste” respecto al tipo casas que hoy se demandan, donde la localización incide mucho. Así, el grueso del excedente se concentra en las comunidades con literal mediterráneo, siendo en su mayoría segundas residencias para uso vacacional. En Madrid, el excedente apenas suponía el 0,9% del total del parque en 2017 (último dato disponible), mientras que en Murcia alcanzaba el 5,3%, el valor más alto de todo el territorio, seguida por la Comunidad Valenciana (4,7%).