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Un paseo ancestral por los pueblos de la arquitectura negra

La base de las construcciones es la madera de roble y la pizarra La densidad de población es muy baja, hay villas deshabitadas

Día de lluvia en Valverde de los Arroyos.
Día de lluvia en Valverde de los Arroyos.Getty Images

Las tonalidades grises, violetas, azules, plateadas y negras dan carácter y color a una ruta silenciosa y bucólica que discurre por la provincia de Guadalajara. Es la Ruta de los Pueblos de la Arquitectura Negra, donde la base de las construcciones es la pizarra, material que abunda en la sierra norte de Madrid, y que constituyen un conjunto etnográfico singular. El entorno en que se encuentran es el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, uno de los enclaves naturales más sorprendentes y, sin embargo, poco conocidos de la Península Ibérica.

Desde la cima de uno de los picos más característicos de este parque, el Ocejón (2.048 metros), son visibles prácticamente todos los municipios del recorrido, que parecen diluirse en la distancia, mimetizarse con el paisaje, pero aparecen sólidos cuando se pasea por sus calles, con sus robustas construcciones típicas de montaña: muros gruesos, ventanas pequeñas y grandes portones de madera. En el mejor de los casos, estos pueblos apenas alcanzan los 200 habitantes; en el peor, no llegan a la treintena. Algunos hace tiempo que están deshabitados.

En ruta

La localidad que abre la puerta a este recorrido es Tamajón que, aunque conserva pocos edificios construidos con lajas de pizarra, tiene una iglesia románica, originalmente del siglo XIII, y el palacio de los Mendoza, de estilo plateresco (siglo XVI).

Un profundo y espeso bosque, a poco más de un kilómetro de esta localidad, esconde la Ciudad Encantada de Tamajón, una zona de formaciones calizas esculpidas por la erosión, el agua y el viento, bastante más pequeña que la de Cuenca, pero, igualmente, de una gran belleza.

Cerca se encuentra el embalse de El Vado, donde con buen tiempo se puede hacer un pequeño recorrido en piragua. En sus alrededores está una de las joyas escondidas de la arquitectura negra: La Vereda. La construcción de este embalse a mediados del siglo pasado supuso el abandono total de estas tierras.

El Vado quedó sumergida bajo las aguas y La Vereda y sus montes colindantes fueron expropiados. Años después, el pueblo abandonado fue rehabilitado y hoy es un hermoso ejemplo de la arquitectura local. Si el nivel del agua del embalse lo permite, es posible ­caminar entre los restos de muros y edificaciones del antiguo emplazamiento. Es un paseo nostálgico.

Valverde de los Arroyos, que forma parte de la red de los pueblos más bonitos de España, es, sin duda, uno de los más significativos de esta ruta, también el más turístico. Además de disfrutar de este tipo de construcciones en todo su esplendor, aquí se observa una de las más hermosas postales del pico Ocejón, presente prácticamente en todo el recorrido.

Calle de Valverde de los Arroyos.
Calle de Valverde de los Arroyos.Getty Images

En los edificios de Valverde aparecen ­tintes dorados, debido a que, sobre la estructura de madera, las cubiertas de pizarra se intercalan con el uso de cuarcita, que le aporta una luz especial. En la plaza destaca la iglesia, una muestra de la arquitectura negra. Es curioso el uso que se hace de este espacio público con juegos tradicionales para entretenimiento de los locales.

Del pueblo parte la ruta hacia las Chorreras de Despeñalagua, un paraje de enorme atractivo natural. Por este sendero se ve cómo las faldas del pico Ocejón se transforman en praderas que, en primavera, se tiñen del color de la flor de cantueso.

Cerca de Valverde se encuentra Umbralejo, municipio deshabitado e integrado en el Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (Pruepa). Reconstruido siguiendo las técnicas tradicionales, se le ha dado un uso didáctico con el desarrollo de campos de trabajo y campamentos de verano.

Palacio ducal

Al llegar a Cogolludo salta a primera vista la elegancia de su palacio ducal, renacentista, del siglo XV. El palacio de los duques de Medinaceli decora la plaza de este municipio. Es un excelente ejemplo de arquitectura civil renacentista. Hay que pasear por la plaza Mayor, del siglo XV, y visitar la iglesia de Santa María, edificio de la primera mitad del siglo XVI, que se levanta en la parte más elevada de la villa, al pie del castillo.

Hay más pueblos en esta ruta. Algunos han caído en el olvido, otros hace tiempo que están abandonados o en proceso de recuperación, pero todos esperan visitantes.

Imagen de la localidad de Campillo de Ranas.
Imagen de la localidad de Campillo de Ranas.Getty Images

Entorno

El Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, también conocido como sierra de Ayllón, acoge dos espacios de gran valor paisajístico y natural: el macizo del pico del Lobo-Cebollera y el hayedo de Tejera Negra, uno de los más meridionales de Europa, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.

En los municipios como Campillo de Ranas o Valverde de los Arroyos las normas urbanísticas protegen las construcciones tradicionales de pizarra y cualquier obra nueva debe cumplir con las condiciones estéticas que estas marcan.

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