El riesgo de multa para los autónomos no digitales
La Tesorería envía a los trabajadores notificaciones electrónicas que estos deben revisar. Aunque no lo hagan, se les dará por notificados.
Digitalización, transformación digital, trámites online o vía telemática,... La brecha generacional es una barrera para estos avances. También un hándicap para aquellos que no sepan o no puedan adaptarse a estos cambios. En el ámbito de los autónomos venimos asistiendo a una progresiva digitalización de las relaciones con la Administración, en los últimos años. El culmen llegó el año pasado con la Orden que obligaba a todos los profesionales por cuenta propia a incorporarse al Sistema RED.
Este Sistema facilita realizar gestiones telemáticamente con la Seguridad Social. El problema es que limita cualquier otra vía. U online, o de ningún modo. ¿Qué ocurre si no puedo adaptarme o no tengo capacidades ni conocimientos para realizar gestiones por Internet? O contratas un profesional que lo haga,... o te expones a multas.
Notificaciones electrónicas
Desde finales de 2018, la Tesorería General de la Seguridad Social dejó de enviar cartas a los autónomos, para ponerse en contacto con ellos única y exclusivamente a través de notificaciones electrónicas.
La nueva forma de comunicación comprende numerosas ventajas, como una mayor seguridad jurídica, beneficios ecológicos y un considerable ahorro de tiempo y dinero. Sin embargo, exige a los autónomos una constante vigilancia de la sede electrónica para no perder información.
Solos ante la digitalización
España lidera el cambio siendo uno de los primeros países en Europa en legislar a favor de una Administración sin papeles. Fernando Sánchez-Terán es CEO de DEH online, quien ha desarrollado una plataforma que garantiza al autónomo saber inmediatamente si ha recibido una notificación electrónica.
En una columna suya, publicada en iTuser se recalca que los autónomos están solos ante este reto y no reciben por parte de los organismos públicos soluciones que les ayuden a adaptarse al cambio con éxito. Es, por tanto, un problema añadido a la ya larga lista de obligaciones que los autónomos deben asumir por sí mismos, asegura.
Abrazar la digitalización exige aprender nuevas competencias y, sobre todo, precisa dedicar tiempos y recursos en exclusiva. Una responsabilidad extra para muchos autónomos. Pero, en este caso, no hacerlo puede suponer un freno a su actividad profesional: no atender un requerimiento o no gestionar una notificación electrónica puede ocasionar multas, sanciones o el inicio de una inspección fiscal.