Las respuestas del inversor según las fluctuaciones
En periodos alcistas el pequeño inversor puede dejarse llevar por la euforia y eso es peligroso
Octubre y noviembre no han dado mucha tregua a los mercados financieros. Las bolsas de todo el mundo acumulan serias caídas provocadas por diversos factores, entre ellos la desaceleración de la economía global o la caída del precio del petróleo. No obstante, los indicadores no apuntan a una recesión económica en 2019, por lo que una vez más conviene llamar a la calma a los inversores; particularmente a los pequeños, que son los que antes comienzan a ponerse nerviosos en estos momentos de incertidumbre, al no tener a nadie que les indique cómo proceder, mientras aquellos con un elevado patrimonio fluctuando en los mercados cuentan con el asesoramiento de los bancos.
Fruto del desconocimiento, en estos periodos de recesión es cuando el pequeño inversor puede cometer errores de inversión, como retirar el capital invertido en lugar de dejar pasar esta fluctuación a la baja y focalizar su objetivo en el largo plazo, que es donde de verdad se obtienen las mejores rentabilidades. Por su parte, los servicios de banca privada, disponibles sólo para patrimonios a partir de 300.000 euros, guiarán a sus clientes para capear el temporal e incluso convertirlo en una oportunidad, llegando a sacar provecho de ese río revuelto.
Del mismo modo, en periodos alcistas el pequeño inversor puede dejarse llevar por la euforia, lo que puede ser igualmente peligroso si no acierta en sus decisiones, mientras el gran inversor estará tranquilo gracias a la confianza y a los resultados obtenidos por sus asesores.
Afortunadamente, hoy día la tecnología ha democratizado las inversiones, y gracias a los robo-advisors también los pequeños inversores pueden disponer de una herramienta que les ayuda a tratar de obtener la máxima rentabilidad de su esfuerzo económico.
Otro aspecto que diferencia su comportamiento es el perfil de riesgo, que suele ser bajo en el caso de los pequeños inversores –tal vez no ganen tanto, pero tampoco arriesgan más de lo necesario–, y no acostumbran a marcarse unos objetivos concretos de inversión. Por su parte, los grandes patrimonios aceptan un nivel de riesgo normalmente más elevado, consultan con frecuencia la rentabilidad de sus inversiones y revisan minuciosamente las comisiones de los productos financieros.
Cabe destacar, además, un tipo de inversor que sí posee conocimientos financieros y es muy minucioso a la hora de invertir, llegando a obtener excelentes resultados a largo plazo al sacar el máximo partido al interés compuesto. Mientras el resto se conforman con invertir dentro de su entidad bancaria, este inversor más cualificado suele salir fuera a buscar productos de otras gestoras que le permitan reducir las comisiones y mejorar la calidad de sus inversiones.
Borja Nieto es Cofundador de Micappital