Solo 12 empresas del Ibex 35 cumplen: tienen un 30% de consejeras
Un 24% de los consejeros del selectivo son mujeres, y tan solo hay cinco que ejerzan como ejecutivas
Queda camino por recorrer, aunque las principales empresas españolas que cotizan en el Ibex 35 van dando pequeños pasos para acercarse a la recomendación del Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): vigente desde 2015, fija como objetivo que todas las empresas cotizadas tengan en 2020 un 30% de mujeres en los consejos de administración.
El año pasado fueron 12 las compañías del selectivo que alcanzaron o superaron la sugerencia del supervisor: Red Eléctrica, con el 42% de mujeres sobre el total de consejeros; Banco Santander e Iberdrola, ambas con el 36%; ArcelorMittal, Cellnex, IAG, Inditex y Merlin, las cinco con el 33%; Grifols, Mediaset y Siemens Gamesa, con el 31% cada una, y Bankinter, con el 30%. En 2017 solo 8 de esas 35 compañías superaban el listón. El pasado año se sumaron Inditex, IAG, Cellnex y Mediaset.
La media a cierre de 2018 fue del 24% de consejeras, cifra aún lejos de la recomendación de la CNMV, pero que supone un récord y supera el 22% de esas mismas 35 empresas en 2017. Según los datos recopilados por CincoDías, de los 454 miembros que ocupan un sillón en los consejos de administración de las empresas del Ibex, 107 son mujeres. De estas, solo 5 ejercen como ejecutivas (Ana Botín, presidenta de Banco Santander, María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, Cristina Ruiz, directora del negocio de TI de Indra, Vanisha Mittal, jefa de estrategia de Aperam en Arcelor Mittal, y María José García Beato, secretaria general del Banco Sabadell, que entró como consejera ejecutiva, tras la renuncia de José Manuel Lara). Hay 17 nuevas entradas en 2018, pero tras restar las bajas, el avance neto es de 8 mujeres.
En Telefónica, la abogada María Luisa García Blanco releva a Eva Castillo, tras una década en el puesto; en Mapfre entra la catedrática de Derecho Mercantil de la Carlos III Pilar Perales, en sustitución de Adriana Casademont. El consejo de Aena, por su parte, pierde una voz femenina en el máximo órgano de gobierno, ya que abandonaron tres consejeras y se incorporaron dos: Angélica Martínez y Marta Bardón, ambas como dominicales en representación de Enaire, sociedad de Fomento. En Acerinox perdieron a una mujer, tras la dimisión de Laura Abasolo, y de Naturgy salieron dos, Benita Ferrero y la exministra Cristina Garmendia. Con estas dos bajas, la empresa que dirige Francisco Reynés se queda con una sola mujer en el consejo, el 8% de cuota, frente a 11 varones.
Hay otras empresas lejos del objetivo marcado, como Colonial, con un 9%, y Técnicas Reunidas, con un 7%. A pesar de ello, el deseo de la mayoría de las cotizadas es al menos llegar al 20% en 2020, y cinco años más tarde alcanzar el 30 o el 35%, afirma Carlos Alemany, socio de la firma de búsqueda de ejecutivos y consejeros Alemany & Partners. “Es una cifra pequeña, pero hay serias dificultades para encontrar perfiles de mujeres que encajen en el consejo de este tipo de empresas”, afirma.
Uno de los principales inconvenientes, explica, es el perfil profesional de las candidatas, “la mayoría de las ejecutivas de primer nivel no pueden aceptarlo porque en sus empresas no estaría bien visto que estuvieran en otros consejos”. En el caso de las entidades financieras es el Banco de España quien limita la actividad de los consejeros como máximo a dos firmas. “El problema de la incompatibilidad es importante y hace que muchas mujeres ejecutivas o procedentes de áreas de negocio no puedan acceder a estos puesto, además de que todavía hay pocas ejecutivas en el primer nivel”, afirma Sonia Pedreira, consejera delegada en España de la empresa de búsqueda de alta dirección Odgers Berndtson.
Pero también hay otro factor que echa para atrás a las empresas y viene determinado por profesionales que han hecho de la función de consejera su principal ocupación. Van de consejo en consejo, recomendándose las unas a las otras, siendo esta su única actividad. “Al principio podía tener gracia, pero a las empresas no les gusta nada que siempre les ofrezcas a las mismas candidatas, además de que ser consejero exige dedicación y responsabilidad. Ser consejero profesional no favorece”, apunta Alemany, que recomienda entender bien el cargo, ya que si no se elige bien a la organización de la que se va a formar parte esta decisión puede llegar a tener consecuencias penales.
Y es ahí donde entra en juego el trabajo de los headhunters, que, una vez recibido el encargo de una búsqueda de este tipo, suelen dedicar un mínimo de seis meses a rastrear el mercado hasta encontrar a la persona idónea. “Si buscas a ejecutivas que hayan llevado un negocio internacional encuentras pocas, y ese suele ser un buen perfil, aunque en el mundo académico puede haber muchas opciones, ya que hay mujeres brillantes, como también las hay en los consejos de otras empresas que no están en el Ibex, y que son una futura cantera”, señala Alemany.
Precisamente, algunas de las nuevas incorporaciones del año pasado proceden de estos ámbitos, como Pilar López, consejera de Inditex, es la presidenta de Microsoft en España; o Laura González Molero que fue consejera delegada de Merck España, de Serono Iberia, presidenta de Bayer HealthCare en Latinoamérica, forma parte de los consejos de Viscofan, Acerinox y Ezentis, y en 2018 se estrenó en Bankia.
También María Luisa Guijarro, que debuta como consejera en Cellnex, ha desarrollado una carrera ejecutiva en Telefónica, donde ha sido directora global de marketing y de patrocinios, además de consejera delegada de Terra, entre otros cargos. O Ana Peralta, que se incorpora a BBVA, ha sido directora de riesgos y miembro del comité de dirección de Bankinter y de Banco Pastor.
A pesar de que no hay tantas mujeres con perfil de primer nivel, sí que hay cada vez más profesionales capacitadas para ejercer como consejeras, señala Núria Chinchilla, profesora y titular de la cátedra Mujer y liderazgo en el IESE, escuela de negocios en la que solo el 30% de los alumnos de MBA son mujeres. “Y ese debería ser un primer paso, porque para ser consejera hay que luchar para entrar en esa dinámica, y la mujer no juega a eso”, apunta esta experta, quien afirma que una vez que se llega no hay resistencia por parte de ellas, sino que todo se traduce a un asunto de poder. “Los señores buscan a gente cómoda y afín, y las mujeres preguntamos más, somos más quisquillosas, y eso no gusta, aunque todo esto está cambiando porque cada vez hay más mujeres en los comités de nombramientos”, subraya Chinchilla.
Las directrices a veces están claras, afirma Pedreira, sobre todo cuando la empresa dice que “ha de ser mujer y complementar una determinada área en el consejo”. Sin embargo, eso pocas veces ocurre, ya que una asignatura pendiente de los consejos es planificar la sucesión, y “la clave está en definir los objetivos y los perfiles que se necesitan para aportar expertise”, concluye la consejera delegada de Odgers Berndtson.