Crece el interés por los productos alternativos para la jubilación
Aumenta la demanda de seguros, fondos, PPA y PIAS
Los planes de pensiones privados son los más conocidos. Pero la gama de productos para la jubilación es más amplia. Todos tienen en común el enfoque: el ahorro a largo plazo. La diferencia radica más en la forma de hacerlo y de invertirlo. También existen distinciones a nivel fiscal.
La elección deriva del interés del cliente, de su capacidad, edad y perfil de riesgo. “Como fruto de un mayor conocimiento financiero de los ciudadanos, se observa cómo se escogen vehículos de ahorro que hasta hace pocos años eran impensables. Esto, unido a la caída de los rendimientos de la renta fija, ha permitido a un gran espectro de clientes el acceso a ciertos activos que no eran considerados para la jubilación, como son los fondos de inversión”, explica Jorge García García, director de la división de vida, accidentes y salud de Generali.
Los fondos son una posibilidad para complementar la prestación pública. Es un producto de largo plazo, pero se puede disponer del dinero en cualquier momento. En cambio, el rescate en los planes no se puede materializar hasta llegar a la jubilación, a excepción de algunos supuestos (paro, larga enfermedad...).
Ambas opciones ofrecen ventajas fiscales, pero a la hora del rescate, los fondos lo hacen como renta de ahorro y los planes de trabajo, al tipo que corresponda según el nivel de ingresos. “Nuestros clientes pueden acceder a estos activos con un riesgo controlado, a través de stop loss [orden para limitar las pérdidas] o de los fondos protegidos, que preservan el 80% del mayor valor alcanzado por el producto”, asegura García García.
La mayor pericia financiera de los clientes impulsa estas opciones
Los planes de previsión asegurados (PPA) “son un seguro individual de ahorro a largo plazo, con aportaciones de capital. Su principal característica es que garantizan al cliente un interés y, por tanto, un capital a la fecha de vencimiento”, subrayan desde BBVA.
El PPA de Mutua Madrileña, por ejemplo, garantiza el 100% del capital invertido y un interés garantizado neto de comisiones del 1,25%. Generali, por su parte, ofrece un interés del 0,91% que, al sumarle el rendimiento derivado de las inversiones, asciende al 3,25% para el segundo semestre de 2018, según la entidad.
La caída de los tipos facilita la venta de activos hasta hace poco impensables
Los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) “son seguros de vida-ahorro también para acumular capital. El titular tiene la posibilidad de ir haciendo aportaciones únicas o periódicas que se remunerarán de acuerdo a un tipo de interés pactado con la aseguradora”, recuerdan en BBVA.
“Este producto permite constituir una renta vitalicia [a vencimiento] y así, una vez llegados a la jubilación, percibirlo como renta mensual”, añaden. Se puede rescatar a los diez años de haber realizado la primera aportación (prima) y tiene la ventaja fiscal de que están exentos los rendimientos generados si se convierten en renta vitalicia. El máximo anual es de 8.000 euros.
“Suele ocurrir que los perfiles más jóvenes busquen productos con más riesgo, como los PIAS y los planes de pensiones con fuerte componente en renta variable o, al menos, mixtos. El mercado está evolucionando fuertemente a mixtos por los bajos tipos de interés”, dice Miguel Aldalur, director comercial de vida y pensiones de Caser.
Los ‘segurfondos’
Los unit linked “tienen múltiples posibilidades, ya que son un seguro donde el tomador designa los activos que desea invertir. Se puede hacer a través de fondos o en diferentes activos financieros”, detallan en el Instituto Santalucía.
Como novedad, Caser Seguros acaba de lanzar Unit Linked Misión Ahorro Protección 85, que invierte en un fondo gestionado por Citi y asesorado por BlackRock. Protege el 85% del valor neto máximo alcanzado.
Mapfre también acaba de iniciar la comercialización de Duplo Activo, un unit linked con una duración definida de 2 años y 11 meses y ligado a la evolución del Ibex 35 y el Euro Stoxx 50. Se puede contratar a partir de 3.000 euros y garantiza el 85% de la inversión.
Los seguros individuales de ahorro a largo plazo (Sialp), conocidos como planes ahorro 5, garantizan un interés y el rendimiento de capital queda exento de tributar si se mantiene la inversión durante al menos cinco años con una aportación máxima anual de 5.000 euros. Está asegurado el 85% del capital.
Las rentas vitalicias y temporales tienen como finalidad la constitución de un capital para cobrarla hasta el fallecimiento o durante un determinado periodo. Si se han cumplido los 65 años y se reinvierte el beneficio obtenido, por ejemplo, en la venta de un inmueble en renta vitalicia, no se tendrá que pagar impuestos por esas plusvalías. “Al cierre de septiembre, más de 12.000 clientes con más de 400 millones eligieron cobrar su plan de pensiones al jubilarse en forma de renta vitalicia, obteniendo de esta manera un complemento mensual para toda la vida”, comenta José Antonio Iglesias, subdirector general de negocio de VidaCaixa.
Conocer todas las opciones del mercado es importante porque ayudará a tomar la mejor decisión.
El éxito de las rentas vitalicias entre los jubilados
Las rentas vitalicias están generando interés entre quienes se preocupan por su jubilación y quieren aprovechar sus ventajas fiscales. Al cierre de septiembre, 23.845 personas mayores de 65 años decidieron transformar las plusvalías generadas con la venta de algún elemento patrimonial, como la venta de una vivienda, fondos o acciones, en rentas vitalicias, ya que la tributación es menor, según datos de Unespa. Dichas rentas acumulan un volumen de ahorro bajo gestión de 2.100 millones, un 64,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
También destacó el interés por los seguros individuales de ahorro a largo plazo (Sialp), planes ahorro 5, cuyo volumen creció un 31,24% al cierre del tercer trimestre.