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España se enchufa al coche eléctrico

El país extiende la red de puntos de recarga que permitirá que la movilidad eléctrica sea una realidad. El transporte es una de las claves para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que exige la UE.

Punto de recarga eléctrica de Iberdrola.
Punto de recarga eléctrica de Iberdrola.

La fecha ya está marcada. España tiene el compromiso con la Unión Europea de reducir en un 26% la emisión de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 y entre un 80% y un 95% antes de 2050. Pero cumplir ese compromiso no es sencillo. Una de las claves es el transporte. Será necesario, entre otras medidas, cambiar el parque de vehículos y, sobre todo, extender la infraestructura de recarga eléctrica.

Porque, además del precio y la autonomía de los vehículos, la extensión de la red para repostar es uno de los aspectos más importantes para que la movilidad eléctrica sea una realidad en los próximos años.

Para cumplir con los objetivos comunitarios, serán necesarios unos 300.000 coches eléctricos para 2020 y 11.000 electrolineras rápidas o semirrápidas, según la consultora Deloitte. El crecimiento es exponencial: se estima que hacia 2030 deberá haber entre cuatro y seis millones de automóviles eléctricos y unos 50.000 puntos de recarga.

El parque eléctrico español actual ronda los 30.000 vehículos y, según las estimaciones más optimistas, los puntos para repostar a duras penas alcanzan los 4.000, entre públicos, particulares y de empresa. Queda mucho por recorrer, pero España ya se ha puesto en marcha.

Las grandes empresas energéticas se han puesto a diseñar infraestructuras de recarga para dar mayor autonomía al vehículo eléctrico y aprovechar las oportunidades de negocio que se abren en un mercado que está empezando a moverse empujado por la imparable transición energética.

Iberdrola ha iniciado el despliegue de la mayor red de estaciones de recarga rápida en las principales autovías y corredores de España, con una inversión superior a los 10 millones de euros (11,5 millones de dólares).

La compañía eléctrica instalará, en poco más de un año, más de 200 estaciones de recarga rápida, súperrrápida y ultrarrápida. El plan cubrirá las seis radiales y los tres principales corredores transversales -Mediterráneo, Cantábrico y Ruta de la Plata-, y llegará a todas las capitales de provincia, así como a espacios de acceso público en las principales ciudades.

“Queremos poner el foco en la recarga pública, en concreto en la rápida, porque esta es una de las barreras para que el vehículo eléctrico sea una opción para desplazamientos largos”, resalta Raquel Blanco, directora global de Smart Solutions de Iberdrola. El plan contempla la instalación de 25.000 puntos para empresas y espacios públicos y uso residencial en los próximos cuatro años.

El precio medio para un particular es variable pero la media se sitúa en torno a los 700 euros la instalación general, más unos 500 euros por llevar el enchufe a la plaza de garaje particular, apunta Raquel Blanco, y añade que “la recarga eléctrica es diez veces más barata que la gasolina si la conexión se hace en casa”. La electricidad suministrada será 100% verde.

Endesa, que cuenta con 1.500 puntos instalados, 600 de acceso público y el resto privados, también ha diseñado un plan que supondrá un despliegue de más de 4.300 puntos de carga rápida y de acceso público. La primera fase supone el despliegue de 700 puntos que la compañía ha presentado dentro del programa Connecting Europe Facility (CEF) de la UE, y contempla instalar un 60% de los postes próximos a la carretera y el 40% en ciudad.

Ibil, participada al 50% por la petrolera Repsol y el Ente Vasco de la Energía, tiene ya 1.300 puntos operativos en estaciones de servicio Repsol, de los cuales 200 son de uso público.

A pesar del retraso en España con respecto a otros países europeos, Aitor Arzuaga, director general de IBIL, se muestra optimista: “De enero a agosto de 2018, las ventas de turismos eléctricos han aumentado casi un 54%, y las de furgonetas y pick ups casi un 97%”.

Participa en el proyecto de ámbito europeo E-VIA FLEX-E, que consiste en una red piloto de 14 instalaciones de carga ultrarrápida en corredores europeos de transporte de España, Francia e Italia. Y coordina CIRVE (Corredores ibéricos de infraestructura de recarga rápida de vehículos eléctricos) otra iniciativa europea para desplegar 40 puntos multiestándar a lo largo de los corredores de la UE ibérica (Mediterráneo y Atlántico).

Ibil tiene una oferta por debajo de 70 euros al mes para particulares que consiste en un bono de energía 100% renovable, terminal inteligente de recarga, mantenimiento y control remoto a través de app, soporte 24h y acceso a la red pública de Ibil en condiciones ventajosas.

Otras compañías han ido un poco más allá y han hecho pública su intención de instalar postes sin coste alguno en comunidades de vecinos. Factor Energía, comercializadora de energía eléctrica y gas natural, y el grupo Sifu, dedicada las prestaciones de servicios a comunidades de propietarios, han firmado un acuerdo para implantar la infraestructura necesaria en aparcamientos de comunidades de vecinos a coste cero para el usuario final.

El acuerdo ofrece ventajas a los vecinos que opten por llevar un punto de carga a su plaza de parking, ya que podrán abonar su conexión de manera fraccionada hasta en dos años. Además, Factor Energía gestiona las posibles subvenciones destinadas a los vecinos de ayuntamientos y entidades locales.

Emilio Rousaud, director general de Factor Energía, subraya que, de momento, Madrid y Barcelona, son las ciudades prioritarias: “Los Gobiernos locales de ambas ciudades favorecen la movilidad sostenible. Ya hemos empezado, y nuestras previsiones para 2019 son trabajar en unas 1.300 comunidades de vecinos e instalar 2.400 puntos de recarga”.

En Europa

Un estudio de ACEA, la asociación de fabricantes europeos de automóviles, revela una falta severa y una distribución desequilibrada de los puntos de recarga para los vehículos eléctricos en la UE, que actualmente apenas llegan a 100.000. Estimaciones conservadoras realizadas por la propia UE indican que se necesitarán al menos dos millones de puntos para 2025.

El 76% de las instalaciones operativas en la UE se concentran en cuatro países, Holanda, Alemania, Francia y Reino Unido, que solo cubren el 27% de la superficie total europea. El país que tiene más puntos de recarga es Holanda, con un 28% del total; y fuera de la UE, Noruega es el que más ha apostado por la electrificación de su parque de vehículos, según ACEA.

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