La receta para que los milenials ahorren ya para la jubilación
La industria financiera trata de incentivar el ahorro a largo plazo de este colectivo, mediante el fomento de soluciones tecnológicas y menores comisiones por los servicios
Carpe diem. Ya en torno al año 20 antes de Cristo, el poeta latino Horacio invitó a la juventud a aprovechar el momento sin pensar en el mañana en sus Odas. Más de 2.000 años después, la generación milenial –comprendida, en principio, entre los 18 y 34 años– ha abrazado con fruición un tópico literario que ha pasado de mano en mano y de generación en generación a lo largo de la historia, el arte y la literatura.
Aunque en un contexto más prosaico, el hecho de que los más jóvenes prefieran aprovechar el momento y gastar sus ingresos en lugar de ahorrarlos para el futuro tiene también sus consecuencias en la industria financiera. Los mileniales están llamados a revolucionar el concepto de tener un trabajo para toda la vida, pero también el de cómo gestionar los rendimientos que obtengan. Y, como no podría ser de otro modo, la tecnología marca el camino que seguirán los nuevos ahorradores.
Trastocará operaciones básicas de la industria financiera: desde abrir una cuenta o firmar una hipoteca hasta entrar en un fondo de inversión o invertir en un depósito a plazo fijo. Sobre cómo la banca, las aseguradoras y las gestoras de fondos deben acercarse a una nueva generación para que les confíe sus ahorros en medio de más dudas que nunca sobre el cobro de su pensión versó el desayuno organizado por CincoDías con la colaboración de Caser bajo el título Ahorro digital: las pensiones de los mileniales.
"Queda mucho trabajo por hacer, pero yo veo una oportunidad", afirmó Juan José Cotorruelo, director de vida y pensiones de Caser Seguros. Según sus datos, y frente al estereotipo de que los mileniales son unos manirrotos, entre el 10% y el 15% afirman que ya están ahorrando para su jubilación. Pero Cotorruelo aseguró también que esta generación ha cambiado el tradicional perfil de inversión que se atribuye a los más jóvenes. Quizás con el recuerdo de la crisis en la memoria, los mileniales presentan un mayor rechazo al riesgo y el 90% se decanta por productos más conservadores. Recelan más de bancos e instituciones financieras tradicionales y, de cara a tomar sus propias decisiones de inversión, confían, en primer lugar, en su propio criterio, y después en el de asesores financieros independientes.
La mayor sensibilidad social de una generación nacida más tarde de los años ochenta tiene también su implicación en su forma de invertir, según los datos recopilados por Cotorruelo. Más del 75% de los encuestados afirma que es un argumento "muy relevante" para dirimir dónde invierten su dinero. Y también aseguran que rechazan los fondos de inversión no éticos, algo que ya ha trastocado toda la industria de inversión y ha hecho modificar las estrategias también de grandes gestoras mundiales como BlackRock o Vanguard. En cuanto a la estrategia de inversión, Caser afirma que los más jóvenes sobrevaloran la gestión pasiva ante sus costes más reducidos.
En muchas ocasiones, no es que los mileniales tengan poco apego al ahorro, sino que la forma de acercarse a él ha cambiado. Así lo defendió David Conde, cofundador y consejero delegado de Coinscrap Finance, a la que definió como "una plataforma para democratizar el ahorro a medio y largo plazo". Explicó que su fintech ofrece tres modalidades de ahorro. Una a corto plazo, basada en redondear al alza las compras efectuadas con tarjeta y guardarlas con un propósito. En el medio plazo, varios unit link con carteras más conservadoras y más arriesgadas. Y, a largo plazo, planes de pensiones.
Los datos recopilados en el manejo de su app, que permite al usuario ponerse un objetivo de ahorro y monitorizar cuánto le queda para alcanzarlo, facultan a Conde para afirmar que los mileniales sí son proactivos a ahorrar en el corto plazo y con un objetivo concreto, como comprar un teléfono móvil o irse de vacaciones, de modo que más del 90% de sus usuarios utilizan sus servicios de ahorro en el corto plazo. Sin embargo, apuntó que su nuevo reto es que esos usuarios jóvenes que empiezan a usar su aplicación para el corto plazo pasen a adquirir productos para el ahorro al largo plazo.
Lo paradójico, según Martín Huete, vicepresidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) y cofundador de Finizens, es que los mileniales tienen a su alcance más productos financieros que nunca, pero que el 50% invierte en lo más tradicional y conservador: el depósito. Y todo ello pese a que, según los últimos datos del Banco de España, el tipo medio de los depósitos a un año para los hogares españoles está en el 0,04%. "En una generación habrá una crisis en el sistema de pensiones. La gente se da cuenta de que hay que hacer algo", indicó Huete.
Igor Alonso, consejero delegado y socio fundador de Accurate Quant, matizó que no solo es que haya cambiado la forma de ahorrar, sino que es la sociedad la que ha cambiado, como demuestra la mayor sensibilidad por asuntos sociales, así como su preferencia por sectores como el tecnológico frente a otros más tradicionales. Señaló que frente al fomento del ahorro existe una mayor predisposición social para disfrutar del día a día, por lo que la educación financiera es un asunto a abordar por toda la sociedad. También apuntó a cómo la capacidad de ahorro de los más jóvenes se ha visto mermada desde la eclosión de la crisis por el empeoramiento de sus condiciones laborales y de los salarios. Una circunstancia esta que ha coincidido con el arranque de su carrera profesional, momento en el que las rentas suelen ser inferiores.
Accurate Quant es, según la definió el propio Alonso, "una evolución del robo advisor", cuyo objetivo es "generar valor al margen del mercado". Para ello utilizan los primeros sistemas de trading algorítmicos.
Otro asunto que define la inversión y el ahorro es la desconfianza en los bancos, inmersos en una crisis reputacional que empezó durante la crisis económica y ha tenido puntos cumbres como los reveses judiciales por la venta de preferentes, de hipotecas con cláusulas suelo o, más recientemente, el pleito por el pago del impuesto sobre actos jurídicos documentados en la firma de hipotecas. Antonio Botas, consejero delegado de Finect, comentó en este sentido que los mileniales –de los que dijo tienen un acceso "bestial" a la información– confían más en las tecnológicas que en los bancos. Y que, frente a la fidelidad de sus padres y abuelos a una entidad financiera, no tienen ningún problema en cambiar de banco cuando este modifica sus condiciones o aparece una oferta mejor.
Un contexto donde el sector fintech tiene un as bajo la manga para adelantar a la banca. Huete se refirió al importante papel que jugarán las comisiones para los mileniales, que en los nuevos jugadores del sector serán hasta un 85% inferiores que en los bancos tradicionales. "Los mileniales van a producir el fin del síndrome de Estocolmo bancario que atenaza hoy a los inversores", aseguró.
Por su parte, Antonio Botas, de Finect, recordó que, según los datos de Inverco, uno de cada cuatro mileniales se informa directamente sobre sus productos de inversión. Y que el 18% recurre a asesores independientes, contra el 13% de los baby boomers. Huete, por su parte, subrayó las posibilidades que les dan estos datos a las eafis (empresas de asesoramiento financiero), pese a que dijo que "han nacido con los pies cortos". "Las eafis son una idea que se ha quedado en nada", afirmó el representante de Accurate Quant, Igor Alonso, quien anunció que ultiman su conversión de eafi a agencia de valores.
Los asistentes al encuentro coincidieron en reclamar a las Administraciones públicas un apoyo expreso al ahorro. Conde recordó el modelo británico, en el que las empresas, al contratar a cada nuevo empleado, están obligadas a abrirle un plan de pensiones que solo el 9% de los trabajadores cierra después. En la lista de peticiones al Gobierno, Botas puso el acento en la fiscalidad de los planes de pensiones, para los que reclamó más ventajas. En su opinión, es la ausencia de estas lo que explica que su comercialización "no termine de despegar" y urgió a acometer una reforma de su estructura que facilite su rescate. También mencionó la escasa presencia de planes de empleo entre las empresas españolas.
En cualquier caso, todos los componentes de la mesa apuntaron a un futuro optimista para el sector, pese a los retos que debe afrontar para atraer a las nuevas generaciones. "Se está trabajando desde ya. Si se hacen las cosas como lo hace Caser, la industria estará preparada", alegó Botas. Huete manifestó que el gran reto está en dar a conocer las iniciativas que el sector está llevando a cabo, mientras que Cotorruelo vaticinó que seguirán apareciendo nuevos jugadores a los que el sector se debe adaptar.
Algunas soluciones para hacer el ahorro atractivo para la nueva generación
Remuneración del gasto. Ante el reto que supone para la industria financiera atraer a las nuevas generaciones a sus productos de ahorro e inversión, el sector trata de darle la vuelta. Es decir, si los mileniales de base prefieren gastar a ahorrar, pues hacer que ahorren cada vez que gastan. Caser trabaja en una solución en este sentido. Según explicó Juan José Cotorruelo, director de Vida y Pensiones, el objetivo es apostar por crecer en el ahorro y la creación de valor vinculada al consumo. Es decir, apalancar los gastos producidos por un ahorrador para conseguir un objetivo concreto. “Si aprovechamos el consumo con otras formas de ahorro y lo canalizamos para algo, eso puede atraer a gente como los mileniales”, señaló. Algo similar a lo que ya hace Coinscrap, la fintech pilotada por David Conde, quien sugirió que en vez de remunerar al usuario con descuentos en la compra (como hacen algunos bancos con sus tarjetas de crédito, por ejemplo, en las gasolineras), ese ahorro se destine a cuentas corrientes, fondos de inversión o planes de pensiones. Antonio Botas, consejero delegado de Finect, cifra en el 0,5% el porcentaje del gasto que se puede abonar para el ahorro.
Educación financiera. Todos los asistentes al desayuno organizado por CincoDías y Caser coincidieron en señalar que la educación financiera, la gran asignatura pendiente de las finanzas españolas, también penaliza a los mileniales a la hora de decidir dónde y cómo invertir, toda vez que el recuerdo del efecto de la crisis financiera les ha llevado a adoptar un perfil menos arriesgado y recelar de todo lo que no sean ellos mismos. Con permiso, quizás, de los asesores financieros, para los que pidieron un impulso desde las Administraciones Públicas.
Planes de pensiones. Incentivar el ahorro en planes de pensiones es la otra gran reclamación que los asistentes hicieron al Gobierno. En concreto, pidieron una reforma que facilite su rescate, así como mejorar su fiscalidad y ofrecer nuevos incentivos a la inversión.