WiZink baraja Reino Unido para salir a Bolsa en lugar de España
La valoración preliminar de la entidad ronda los 3.000 millones El precio de su deuda marca mínimos desde su emisión
La gestora estadounidense de fondos de capital riesgo Värde Partners sigue dándole vueltas a la desinversión en WiZink, que prepara como salida a Bolsa para 2019. La cuestión es que no está decidido que esta eventual OPV sea en España, sino que Värde, pese al Brexit, también baraja Reino Unido, según fuentes financieras.
El banco especializado en tarjetas de crédito y productos de ahorro está en conversaciones con bancos de inversión para ejecutar la salida a Bolsa. UBS y Goldman Sachs son los mejor posicionados, como publicó CincoDías el pasado 9 de octubre. Ambas entidades fueron las coordinadoras de la venta de sus 515 millones de euros en bonos, operación en la que también participó NatWest, la división de banca de inversión del británico The Royal Bank of Scotland Group. Reuters publicó en julio que Värde estudiaba la desinversión con un estreno bursátil. Las valoraciones preliminares más optimistas se sitúan en torno a los 3.000 millones.
Las fuentes financieras consultadas señalan que la incertidumbre política en España, así como el hecho de que la mayor parte de los inversores en la deuda cotizada hayan sido británicos, juega a favor de un estreno en Londres. Un portavoz de la compañía ha declinado hacer declaraciones sobre esta información.
El impuesto sobre transacciones financieras (conocida coloquialmente como tasa Tobin) que está pergeñando el Gobierno tampoco ayuda. En teoría, aunque WiZink cotizara en el mercado británico, los potenciales inversores deberían pagar el 0,2% por cada operación de compraventa. Se librarían de pagar esa tasa los compradores en la OPV, según está diseñada la norma, ahora en proceso de tramitación parlamentaria, pero el impuesto sería obligatorio para el resto de potenciales inversores. La eventual solución para evitar el pago pasaría por cambiar la sede social. La sociedad que emitió la deuda de WiZink, Mulhacen, está en Singapur y se creó expresamente con ese propósito.
La gestora estadounidense Värde, con activos bajo gestión por más de 14.000 millones de dólares (unos 11.300 millones de euros), compró en 2014 a Popular el 51% de su negocio de tarjetas, que ya había incorporado el segmento de tarjetas de Citibank. La compañía, que pasó a denominarse WiZink en 2016, cerró la compra de Barclayscard en noviembre de ese año.
El pasado mes de abril, Santander, heredero del 49% de WiZink tras absorber Popular en junio del año pasado, acordó la venta de ese porcentaje a la gestora de fondos de capital riesgo por unos 1.000 millones de euros, según el folleto de la emisión de deuda. Precisamente el pasado 8 de noviembre se ejecutó la operación. Santander, por su parte, adquirió a WiZink el negocio de tarjetas de crédito y débito comercializadas directamente por Popular en España y Portugal.
Para financiar la compra, WiZink realizó la emisión de deuda, por la que paga un 7,25% anual con un método de pago en especie (Payment In Kind o PIK, en inglés). Es decir, no abonará efectivo como intereses, sino más deuda. En caso de que pague en metálico, el interés bajará al 6,5%. Esta deuda de alta rentabilidad vencerá en agosto de 2023.
Los bonos, que cotizan desde el pasado mes de septiembre, están en mínimos. Se sitúan por debajo del 98% del nominal, contagiada de la debilidad del sector en la renta variable. Algo que no asusta a Wizink para preparar su debut en Bolsa durante el año que viene.
Buenas vibraciones en la OPS de Solarpack
Road show. Los bancos que pilotan la salida a Bolsa de Solarpack –CaixaBank y Société Générale, y en un segundo escalón JB Capital– están en plena ronda de presentaciones para obtener los 100 millones de capital, ampliables en 10 millones si todo sale a la perfección, con los que el grupo quiere salir a Bolsa el 5 de diciembre. Las impresiones son positivas en estos tres días. Su valoración va de 260 a 316 millones de euros.