Apple, ante el reto de regresar al billón
El gigante tecnológico sufre su mayor racha bajista desde 2016 Los expertos confían en que rebaje su alta dependencia del iPhone para seguir reinando en el Nasdaq
Apple ha dado un par de sonoros sustos a los inversores en las últimas semanas, que han puesto en entredicho su reinado en el sector tecnológico. La primera compañía en lograr el hito de llegar al billón de dólares de capitalización, el pasado agosto, anunció recientemente unas previsiones de ventas en la campaña navideña algo decepcionantes y sembró después las dudas sobre sus ingresos, ante la alerta lanzada por sus proveedores. La acción arrastra siete semanas consecutivas de caídas en Wall Street, en su mayor racha bajista desde 2016 y ha hecho temblar al Nasdaq.
Los resultados cosechados en su último ejercicio, cerrado el pasado septiembre, son apabullantes, con un beneficio que creció el 23%, hasta los 59.531 millones de dólares, y unas ventas de 265.595 millones de dólares, el 15,8% más interanual. Pero el mercado ya tiene el listón muy alto para una compañía que ha multiplicado 15 veces su valor en los últimos diez años. “Hemos visto en la última presentación de resultados de Apple que los iPhone habían tenido menores ventas de lo previsto”, dice Beatriz Catalán, gestora del fondo Ibercaja Tecnológico. Y añade que el “miedo” de los inversores se explica por la ralentización de las ventas de su “producto estrella”, el iPhone, que representó el 62,8% del total de ingresos de la compañía en 2018.
Jesús Amador, del departamento de análisis de Bankinter, critica que Apple haya anunciado, el pasado 1 de noviembre, que deja de publicar el número estimativo de unidades de teléfonos que prevé vender. “Es una señal de cautela. El mercado ha interpretado que la compañía no confía en que pueda crecer en ventas de unidades”, asegura. Tras la presentación de resultados, Apple se desplomó un 6,63% en Bolsa, su mayor caída desde enero de 2014.
En ese sentido, la cautela que menciona Amador produjo el pasado lunes una caída del 5%. Dos proveedores de Apple reconocieron que sus previsiones de beneficios para el final de año iban a ser menores de las esperadas porque “un cliente” les pidió reducir los envíos que ya estaban previstos. El mercado interpretó que, inequívocamente, ese cliente era Apple.
Celso Otero, gestor de fondos del banco Renta 4, considera que también se debe tomar en cuenta el impacto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Otero sostiene que un “recrudecimiento de tarifas” puede afectar a la producción de los componentes de los teléfonos que vende Apple, que muchos se realizan en China, lo que perjudicaría a los márgenes de la compañía.
“Las tecnológicas son de las más afectadas por la guerra comercial”, afirma Catalán. Por eso prefiere ser prudente sobre el futuro de la empresa que dirige Tim Cook. La gestora de Ibercaja, que admite que el fondo que administra ha reducido la inversión en Apple este año, añade que en un “entorno normalizado”, la empresa podría volver al billón de dólares de cotización que alcanzó en agosto.
Amador cree que la capitalización de Apple no va a regresar al billón en el corto plazo y alerta de que serán miradas con lupa sus cifras del cuarto trimestre de este año, clave para Apple por el black friday y las ventas navideñas, sobre todo en EE UU. Citibank apunta que Apple tendrá buenas ventas de ordenadores y de iPads para esas fechas.
A pesar de estas malas señales, Catalán y Amador no dudan en resaltar la fortaleza de la empresa, que sigue siendo percibida como un valor tecnológico de alta calidad. “Considero que es uno de los valores más defensivos del sector tecnológico”, destaca Catalán. El analista de Bankinter, de igual manera, recuerda que los resultados que la empresa fundada por Steve Jobs presentó en noviembre fueron “francamente buenos”.
Sin embargo, la vara de medir a Apple, una de las compañías que mejor desempeño tiene en Bolsa, está situada en un lugar muy alto. Y eso hace que para no perder ese lugar de privilegio tenga que comenzar a alejarse de la alta dependencia del iPhone.
Apple ya está modificando el perfil de la compañía, asegura Amador. Los inversores no apostarán tanto por el crecimiento de la empresa, sino por el desarrollo de otras líneas de negocios, como los servicios de iCloud, iTunes y Apple Music, que están generando un volumen de negocio creciente, según Amador. La apuesta, entonces, sería por una empresa estable, que genera confianza, pero alejada del crecimiento exponencial que la ha caracterizado.
No hay burbuja
Los analistas son terminantes al afirmar que Apple no se encuentra ante el inicio del pinchazo de la burbuja por la caída del precio de las acciones. Para Beatriz Catalán, gestora del fondo Ibercaja Tecnológico, “es descabellado decir que Apple ha cotizado a niveles de burbuja”. Jesús Amador, del área de análisis de Bankinter, subraya los enormes beneficios y la gran capacidad para generar caja de la empresa y agrega que a pesar de que los precios de la acción que alcanzó la compañía en agosto (232 dólares) sean difícilmente sostenibles, no se puede esperar un descenso continuado.
Las caídas de Apple arrastran al resto de las tecnológicas
Gigantes como Microsoft o Samsung redujeron su cotización en los últimos meses. La empresa fundada por Bill Gates acumula un descenso del 6,1% desde septiembre, mientras que la compañía de capitales surcoreanos bajó un 9,2% en igual período de tiempo. Pero el impacto también llega a otras empresas menores. Por ejemplo, las de la industria de semiconductores, que tienen una alta dependencia de Apple debido a que le proveen distintos tipos de componentes.