La presión sobre Italia eleva su prima de riesgo a los 300 puntos básicos y acelera las caídas en Bolsa
El Ibex retrocede el 1% con Inditex y la banca como valores más castigados El petróleo cotiza por encima de 85 dólares, récord desde 2014
La tensión entre Italia y Bruselas crece día a día a cuenta de los presupuestos y el objetivo de déficit para 2019. Si el lunes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mostraba su negativa a profesar un trato especial a Roma, hoy tocó conocer la respuesta del Ejecutivo italiano. La réplica no ayudó a templar los ánimos y el mercado de deuda dio buena cuenta de ello.
La rentabilidad del bono italiano a diez años prolongó la tendencia alcista al subir 14 puntos básicos. Un ascenso que lleva al rendimiento de la deuda con vencimiento en 2028 al 3,43%, nuevos máximos de marzo de 2014. Las alzas tuvieron su réplica en los vencimientos a más corto plazo. Eso sí, tanto los títulos a cinco años (2,67%) como los bonos a dos (1,45%) continúan por debajo de los niveles registrados en mayo coincidiendo con la formación de Gobierno.
El aumento de los rendimientos del bono a diez años, y su consiguiente caída de los precios, tira hacia arriba la prima de riesgo italiana que sumó 22 puntos básicos. En la recta final de la jornada el riesgo país rebasó los 300 puntos básicos, algo que no sucedía desde junio de 2013.
En este desempeño jugaron un papel destacado las declaraciones del presidente de la comisión de presupuesto en la cámara de los diputados y uno de los responsables de Economía de la Liga, Claudio Borghi, que apuntó que a Italia le iría mucho mejor si contara con su propia moneda. Consciente del revuelo que causan estas palabras, el primer ministro, Guiseppe Conte, salió al paso y afirmó que Italia está comprometida con el futuro del euro.
Esto no fue suficiente para borrar las pérdidas ni en la Bolsa ni en la renta fija. Pero a diferencia de sacudidas anteriores el efecto contagio fue mucho más limitado, especialmente en el mercado de deuda periférica. La rentabilidad del bono español a diez años, muy sensible a la inestabilidad política tanto en Italia como la que existe dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez, supo aguantar las embestidas y concluyó en el 1,54% ligeramente por encima del 1,53% registrado un día antes. Esto lleva al diferencial entre la deuda española y la italiana a marcar los 189 puntos básicos, niveles de 2011. La prima de riesgo española repunta seis puntos básicos, hasta los 110.
Los expertos coinciden en señalar que la solución al conflicto italiano está lejos de resolverse. “Las primas de Italia se mantendrán altas y su renta variable lastrada, pero confiamos que se vayan produciendo señales de acercamiento de cara al envío de los presupuestos a Bruselas el 15 de octubre”, sostienen en Macroyield. Como señalan los expertos de la firma, que el conflicto se prolongue no le interesa ni a la Comisión Europea –que en 2019 se enfrenta a las elecciones del Parlamento Europeo en un momento de auge de las formaciones euroescépticas–, ni a Italia, que no puede permitirse unas primas soberanas elevadas durante mucho tiempo sin que esto pase factura al crecimiento.
María Paola Toschi, estratega de mercado global de JP Morgan AM, indica que a finales de octubre Italia se enfrenta a las revisiones de S&P y Moody’s. “Una rebaja de la calificación podría provocar flujos de salida de los bonos, lo que a su vez aumentaría el coste de financiación de la elevada deuda italiana (alcanza el 130% del PIB)”, afirma la experta. Esto, que tendría sus implicaciones para el banca italiana por su elevada exposición a la deuda del país, se produce en un momento en el que el BCE comienza a replegar velas. Es decir, desde la gestora prevén que el cambio en política monetaria añada un extra de volatilidad.
El sector bancario prolonga el calvario en que lleva inmerso las últimas sesiones. En una jornada en la que el Ibex 35 se convirtió en el farolillo rojo de la zona euro con una caída del 1,08%, Inditex (-3,55%) y las entidades con mayor exposición a la deuda italiana (BBVA bajó un 2,65% y Sabadell; un 2,37%) lideraron los descensos.
Las caídas del grupo textil se produjeron después de que Bank of America Merrill Lynch emitiera un informe en el que aconsejaba infraponderar y mantenía sin cambios el precio objetivo en 22 euros por acción. Entre las debilidades de la firma, los expertos apuntaban al riesgo derivado de los mercados emergentes.
El Mib italiano consiguió moderar las pérdidas y concluyó con una caída del 0,23%. Por delante se situaron el Dax alemán (-0,42%); el FTSE británico (-0,28%) y el Cac francés. La inestabilidad política italiana también tuvo su reflejo en el euro, que continúa en los 1,15 dólares.
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