Cataluña perdió 686 millones en inversión extranjera en el primer semestre
La llegada de fondos se desplomó un 41% entre enero y junio Madrid aprovecha la fuga de capital y crece en 2.547 millones
Los síntomas de desaceleración de la economía española, con un menor crecimiento del PIB y del empleo, junto a una caída de turistas extranjeros o de las exportaciones, no se aprecian en la entrada de inversión extranjera. La Secretaría de Estado de Comercio ha actualizado esta mañana las cifras del registro de las estadísticas de inversión extranjera en España, correspondientes al primer semestre de 2018, en las que Cataluña aparece como la región más perjudicada y Madrid como la más beneficiada.
Entre enero y junio, los inversores extranjeros comprometieron operaciones por 11.969 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,3% respecto al mismo período de 2017 y de 155 millones en términos relativos. Las cifras corresponden a inversión productiva, aquellas que genera actividad y empleo en el territorio donde se produce, y excluye aquellas operaciones ligadas a ingeniería financiera para rebajar la factura fiscal.
Este balance, sin embargo, no muestra las profundas diferencias registradas entre Madrid y Cataluña, las dos mayores comunidades que tradicionalmente eran el destino de al menos el 80% de la inversión extranjera. El clima de inestabilidad política y social en Cataluña generó el cambio de sede social de 4.500 empresas, el retroceso en la llegada de viajeros extranjeros (242.000 menos hasta julio) y una ralentización en la actividad económica, lo que llevará, según Funcas y BBVA Research, a que sea superada por Madrid como primera autonomía en términos de PIB.
Los datos de inversión extranjera en Cataluña también se han visto afectados. En el primer semestre de 2018 rozaron los 993 millones de euros, lo que supone un desplome del 41% o de 686 millones respecto al mismo período de 2017. Se trata de la cifra más baja desde 2014, aunque es necesario matizar que las cifras del registro oficial están muy condicionadas por la culminación de adquisiciones de empresas por parte de grupos foráneos, que pueden desvirtuar los resultados de ejercicios posteriores.
En el otro lado aparece Madrid que irrumpe como la gran beneficiada de la huida del capital extranjero hacia destinos más seguros. Tradicionalmente, esta autonomía se había visto beneficiada por el efecto sede, ya que muchas empresas extranjeras optaban por instalarse o crecer en Madrid por el hecho de que el resto también lo hacía. Pero el crecimiento no obedece a esas razones. Entre enero y junio, Madrid atrajo 8.383 millones, lo que supone un crecimiento del 44% o de 2.547 millones de euros con respecto al primer semestre de 2017. Es la cifra más elevada desde 2012 y más que duplica la registrada en 2014.