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La llegada de turistas se desploma y anticipa el fin de un ciclo de ocho años de crecimiento

La entrada de viajeros se contrae un 4,9% en julio, una cifra inédita desde 2009 Cataluña y Canarias, las que más sufren la caída de Reino Unido y Alemania

Turismo
Belén Trincado / Cinco Días

La llegada de turistas extranjeros a España lleva dando muestras de agotamiento desde que arrancó el año con el récord de 81,8 millones de visitantes en tan solo un año. En el primer cuatrimestre tuvo un peso determinante el deterioro sufrido por Barcelona, como consecuencia de la resaca del referéndum de independencia y las tensiones sociales que se han vivido en la capital catalana, que ahuyentaron a un volumen importante de viajeros. En el arranque de la temporada alta se le ha unido Canarias, que ha sido la comunidad autónoma que más ha sufrido el trasvase de turistas británicos y alemanes hacia otros destinos (Turquía, Túnez y Egipto) y en julio, el mes más importante de la temporada turística, se le han unido el resto de destinos.

Los datos hechos públicos por el INE muestran que en julio llegaron a los principales destinos turísticos de España 9,97 millones de viajeros, lo que supone un descenso anual del 4,9%. Se trata del descenso más importante en ese mes desde 2009 y anticipa el fin de un ciclo continuado de crecimiento de ocho años de crecimiento. Coincidiendo con la eclosión de la primavera árabe en Túnez en 2011, las revueltas sociales y políticas en Egipto y los atentados terroristas en Turquía, el turismo europeo, fundamentalmente británicos y alemanes, optaron mayoritariamente por escoger destinos seguros y entre ellos destacó España. Entre 2010 y 2017, la entrada de turistas extranjeros creció un 55,5% pasando de 52,6 millones de viajeros en 2010 a 81,8 millones en 2017. Más de 29 millones de turistas en ochos años, lo que arroja un crecimiento medio de 3,6 millones de viajeros en esos siete años.

Ese ciclo de llegada masiva de turistas parece haber tocado techo y ahora se produce el trasvase masivo de viajeros hacia otros destinos más baratos. España se ha convertido en un destino caro si se compara con los competidores del Mediterráneo y eso ha pasado factura a todas las autonomías que dependen en gran medida de la actividad turística. Seis autonomías (Baleares, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Canarias y Madrid) concentran el 90% de entradas de viajeros extranjeros. Excepto Madrid, con un avance anual del 6,7% (en gran medida por el fuerte peso que tiene el turismo norteamericano y latinoamericano), las otras cinco han registrado fuertes correcciones que han rozado el 7% en Comunidad Valenciana y Cataluña. La fotografía es menos oscura si se analizan los siete primeros meses del año, pero también revela signos preocupantes, con un estancamiento del 0,3% y tres autonomías con datos negativos: Canarias (-2,6%), Cataluña (-2,2%) y Baleares (-0,4%).

En un comunicado, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, destacó que estas cifras apuntan a una tendencia a la "normalización" del turismo, pero señaló que el gasto sigue en aumento, "lo cual indica que la apuesta del Gobierno de España por el turismo de calidad con la captación de segmentos como el cosmopolita está funcionando".

El Ejecutivo destacó que estas cifras apuntan a una tendencia a la "normalización" del turismo

Pese a ello, la escasa diversificación geográfica del turismo español provoca que esté concentrado en pocos países y obliga a los grandes destinos a ser muy dependientes de esos mercados. Reino Unido, Alemania y Francia suponen la mitad del turismo extranjero y las señales que emiten apuntan a que esa tendencia de deterioro se podría consolidar en el futuro. Los tres han caído con fuerza en julio y también lo han hecho en el acumulado entre enero y julio.

En el caso del Reino Unido, el descenso en las llegadas ha sido del 5,6% en julio y del 2,8% entre enero y julio. El tipo de cambio con la libra esterlina (un euro apreciado encarece los viajes a España) no ha sido esta vez el argumento para la menor llegada de turistas, ya que el cambio se ha mantenido estable en 1,1 euros en el último ejercicio. El factor definitivo, al igual que ha sucedido con el mercado alemán, es el elevado nivel de precios del mercado español. Un estudio de la consultora STR revelaba que el precio medio de los hoteles en España había alcanzado un máximo histórico de 114 euros por habitación, lo que le situaba con precios que duplicaban los de Turquía (67 euros), uno de los grandes competidores por el turismo de sol y playa. De hecho, las tarifas han crecido un 21,7% en España entre 2008 y 2017, situándose por encima de los niveles previos a la crisis, mientras que en Egipto crecieron tres veces menos (8,6%) y en Turquía cayeron un 43,9%. El mercado más afectado ha sido Canarias, ya que el 39% de sus viajeros procede del Reino Unido.

Esa diferencia de precios suponía un riesgo del que ya advirtieron algunos expertos. Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, ya auguraba a finales de 2017 augura un progresivo trasvase de viajeros que antes optaban por España hacia esos destinos por la gran diferencia de precios. “Las tarifas que están ofreciendo Turquía, Túnez o Grecia para temporada baja, hasta abril de 2018, son baratísimas. Un paquete para una familia en un hotel de cuatro estrellas puede ser hasta un 40% más barato que en España. Van a robar millones de viajeros a España”, remarcó en una entrevista con Cinco Días.

En el de Alemania, el factor de precios también ha sido determinante para la corrección. En julio, las llegadas cayeron un 6,2% y en los siete primeros meses la bajada llega al 5,8%. Las llegadas de viajeros alemanes están muy concentradas en Baleares, una de las autonomías en las que más han subido los precios. Solo de esa manera se entiende el desplome de las pernoctaciones realizadas por los alemanes, que cayeron un 11,4% en tasa anual, lo que representa una caída de 729.000 estancias con respecto al mismo mes del pasado ejercicio. En 2018, esa autonomía acumula un incremento de precios del 3,5% cuando ya llevado cuatro años de fuertes subidas

Francia es el tercer mercado más importante, pisándole los talones a Alemania, y ha sufrido una corrección del 11,4% en julio y del 1,7% en el acumulado entre enero y julio. Por esa fuga de viajeros se han visto especialmente damnificadas Cataluña y Comunidad Valenciana, que son los dos principales destinos de los turistas franceses. El 21,6% de los viajeros en Cataluña y el 19,3% en la Comunidad Valenciana proceden de Francia.

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