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Restauración

Aramark mira más allá de colegios y hospitales para crecer en España

La compañía de restauración espera mejorar un 16% sus ventas este año Eventos deportivos y de ocio centran su estrategia de diversificación

El director general de operaciones de Aramark, Jaime Thiebaut
El director general de operaciones de Aramark, Jaime ThiebautPablo Monge
Javier García Ropero

Aramark, la multinacional estadounidense de servicios de restauración, vincula su crecimiento futuro en España a una mayor diversificación de su negocio y, como consecuencia, a una menor dependencia de los negocios de sanidad y educación, que en la actualidad generan el 68% de los ingresos de su compañía. Así lo confirma su director general de operaciones en España, Jaime Thiebaut, que pone el objetivo en dos canales de negocio alternativos y con mayor potencial de crecimiento: los eventos de masas y los servicios a empresas.

La compañía, que trabaja en alrededor de 1.000 centros en España, espera finalizar su actual ejercicio fiscal, que finalizará el 30 de septiembre, con una cifra de ingresos de 217 millones de euros, un 16% más que en el año anterior. Buena culpa de ese crecimiento lo tiene la integración del negocio de Comertel en sus cuentas, empresa catalana del sector que adquirió en 2017 por cerca de 15 millones de euros, pero también “por una estrategia de diversificación que nos está permitiendo crecer el doble que la media del sector”, afirma Thiebaut.

Los eventos de masas son los que concentran la mayor parte de ese nuevo crecimiento. “Aquellos que tienen de media un mínimo de 20.000 o 25.000 asistentes”, explica el ejecutivo. La última incorporación a esta línea de negocio fue el Mutua Madrid Open de tenis, del que gestionó su catering por primera vez el pasado mes de mayo. También gestionan la restauración del estadio Santiago Bernabéu y del Camp Nou, entre otros recintos de la primera división del fútbol español. “Cualquier evento de gran formato es interesante para nosotros. Estamos posicionados como líderes en la liga española, y los clubes se han puesto las pilas en los últimos años para sacar rendimiento a sus estadios, que en muchos casos tienen ubicados en sitios privilegiados”, explica Thiebaut.

En este punto, la oferta vip se presenta como la más rentable. “El negocio generalista te da volumen y menos rentabilidad, y el vip es más predecible y permite cargar más el margen. Pero no solo puedes vivir solo del cliente exclusivo, también necesitas generar un volumen de negocio suficientemente grande. El negocio ideal es el que balancea una parte vip muy predecible, con un buen volumen de público generalista”, añade el ejecutivo.

El fin último no es otro que reducir la dependencia de los dos negocios tradicionales de la compañía: la alimentación y restauración en sanidad y educación. Algo en lo que poco a poco van avanzando, según los datos que aporta el director de operaciones de Aramark. Hace cinco años, estos segmentos representaban el 80% del volumen de negocio de la empresa, frente al 68% actual. Thiebaut constata un descenso del consumo por parte de los usuarios en estos espacios en los últimos años, consecuencia de la crisis, y que las cantidades de los contratos públicos también se han visto reducidas. En el ámbito educativo, el 50% de los contratos de Aramark son con el sector público, mientras que en el sanitario, el 75% son con entidades privadas. “Nos sentimos más cómodos con relaciones a largo plazo donde se establece una confianza mutua y una estrategia de fondo, algo que sucede más a menudo en el ámbito privado”.

En esa estrategia de diversificación, Aramark tampoco destaca profundizar en nuevas compras de empresas “que nos complementen en nuestro crecimiento, ya sea geográficamente en zonas donde no tenemos presencia, como Extremadura o Castilla La Mancha; o en nuestras capacidades. Estamos abiertos a cualquier oportunidad que surja siempre que sean a un precio de mercado”, dice Thiebaut, quien cree que el desempeño de la empresa en los últimos años “genera confianza en la corporación y eso nos da confianza para llevar a cabo adquisiciones”.

Una actividad “estigmatizada”

Privatización. La privatización de comedores y cafeterías de espacios públicos, como hospitales o colegios, es siempre objeto de las críticas al entenderse que la calidad del servicio y de los alimentos se resiente. El director general de operaciones de Aramark, Jaime Thiebaut, cree que “existe un estigma en el hecho de que la empresa privada haga negocios con el sector público. Es la que mayores controles de sanidad tiene en el sector. Los pliegos de la administración para licitar estos negocios garantizan al consumidor que la calidad y los procesos se cumplen a rajatabla”.

No a La Paz. Uno de los grandes contratos en liza es la privatización de las cocinas del Hospital de La Paz, en Madrid, valorado en 30,5 millones de euros y 15 años de gestión, y que incluye la construcción de un nuevo comedor. “No se ajusta a nuestro criterio económico, no somos partidarios de meternos en construcción”, valora Thiebaut.

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Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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