Italia confunde la medicina para curar el mercado laboral
El desempleo ha caído a menos de un 11% en seis años, pero sigue siendo el doble que la tasa de 2007
El Gobierno de Italia eligió el medicamento equivocado para abordar la enfermedad del mercado laboral que está afectando a la tercera economía más grande de la zona euro. Roma quiere frenar la proliferación de contratos de trabajo a corto plazo eliminando la última reforma. El deseo de mejorar la calidad de los empleos mientras se reduce el paro es loable, pero el enfoque propuesto puede ser contraproducente.
El Gobierno acordó el pasado lunes su primer proyecto de ley económica, conocido como Decreto de Dignidad, que apunta a suprimir los contratos temporales. Es una creación del líder del movimiento antiestablishment 5 Estrellas Luigi Di Maio, también ministro de Trabajo e Industria, y haría más difícil y más caro para los empleadores renovar los contratos temporales o despedir al personal.
Además, las empresas que se lleven su producción al extranjero perderían los incentivos estatales. Tales medidas pueden ayudar a la seguridad laboral pero pueden hacer que los empleadores se lo piensen dos veces antes de contratar.
El desempleo ha caído a menos de un 11% en seis años, ayudado en parte por las reformas del mercado laboral aprobadas después de que el ex primer ministro Matteo Renzi asumiera el cargo en febrero de 2014. Pero la tasa de desempleo es dos veces más alta que en 2007, el desempleo juvenil es del 32%, y una proporción significativa de nuevos empleos son temporales.
Alrededor de la mitad de los 212.000 empleos creados hasta mayo eran contratos temporales, según la oficina nacional de estadística. Más de una cuarta parte de los trabajadores carecen de capacitación o están insuficientemente cualificados, especialmente en matemáticas y ciencias, mientras que el 14% abandona la escuela muy pronto, según un informe de la OCDE, y más de un tercio trabaja en áreas no relacionadas con sus estudios.
5 Estrellas y su socio de coalición, la Liga, prometieron reformar el obsoleto sistema educativo italiano para preparar mejor a los jóvenes para un futuro de alta tecnología. Podrían, por ejemplo, copiar la formación profesional de Alemania, o el enfoque de Finlandia en el aprendizaje permanente, pero requiere tiempo. Los políticos que tienen prisa por probarse a sí mismos eligen las soluciones más fáciles, pero menos apropiadas.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Daniel Domínguez, es responsabilidad de CincoDías.