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Me han trasplantado un riñón por el ombligo

La Paz pone en marcha un proyecto para evitar rechazos El Puerta de Hierro recuperará corazones a inicios de 2019

Getty Images

Es imposible hablar de los avances de la ­sanidad española y no mencio­nar los trasplantes. Obviamente, en cuanto al número (más de 5.200 en 2017), pero sobre todo en cuanto a las técnicas médicas más punteras. Es menos vox populi, pero los hospitales públicos extraen los riñones del donante mujer por la vagina y los implantan por el ombligo, hacen trasplantes multiviscerales (intestino, estómago, hígado y páncreas) a niños de meses y recuperan pulmones en una máquina.

Y los avances no paran. En menos de dos años nuevas técnicas verán la luz.

Los trasplantes multiviscerales que hacen en La Paz duran 14 horas y tienen un posoperatorio muy duro, al requerir mucha medicación para evitar rechazos. “Se hacen pocos, unos ocho al año”, dice Esther Ramos, gastroenteróloga pediátrica de rehabilitación intestinal, porque “hay pocos donantes niños y porque cada vez entran menos en lista de espera al haber mejorado los tratamientos”.

Evitarlos es uno de los objetivos de un nuevo proyecto que en breve será puesto en marcha en La Paz (financiado por Mutua Madrileña), donde, además de trasplantar el órgano, implantarán células de médula ósea del donante, explica su coordinadora médica Belén Estébanez.

El Clínic de Barcelona usa la laparoscopia para extraer el riñón del donante e implantarlo en el receptor

“Este tipo de trasplante combinado estará en marcha en menos de dos años”, anuncia. “Es la solución para que el paciente reconozca como propio el órgano implantando”, señala Manuel López Santamaría, jefe de cirugía pediátrica de trasplantes de este centro, ya que “el tratamiento inmunosupresor puede dañar el riñón, generar infecciones o cáncer”.

La lista de espera de niños es la que registra mayores demoras y, de hecho, algunos alcanzan la edad adulta, aclara Estébanez. La incompatibilidad del grupo sanguíneo, el tamaño (no mayor ni menos del 20%) y el tiempo para su implantación, no más de seis horas, son factores que juegan en contra, advierte Ramos.

En este centro también se hacen trasplantes simultáneos multiviscerales, que, según López Santamaría, consisten en eviscerar al donante separando el hígado del resto de órganos para, de forma simultánea, implantarlos a dos pacientes diferentes en dos quirófanos contiguos.

Precisamente, los niños han protagonizado las últimas proezas en esta materia. El Gregorio Marañón ha hecho dos trasplantes cardiacos a dos bebés con grupo sanguíneo diferente al del donante (trasplante cardiaco AB0 incompatibles). Un hospital que en 2017 realizó el 45% del total de trasplantes cardiacos (354). Y es que “tenemos que aprovechar los pocos donantes que hay”, sostiene Juan Miguel Gil Jaurena, jefe de cirugía cardiaca infantil.

Únicamente es aplicable a niños de menos de un año, “porque tienen una ventana inmunológica que se puede saltar al tener escasos anticuerpos”, detalla Gil. Gracias a un lavado de sangre (diálisis), se eliminan los anticuerpos del donante hasta cero. Después se transfunden con sangre compatible de ambos grupos.

Recuperar pulmones es un programa desarrollado en el hospital Puerta de Hierro. De momento, solo se hace con este órgano, puntualiza Lucas Hoyos, director del programa, pero el centro ya trabaja para que a principios de 2019 se empiecen a recuperar corazones e hígados, “aunque son procesos que implican fuertes inversiones”.

Hoy tan solo se aprovecha el 18% de los pulmones, “porque enseguida se deterioran”, y el objetivo es recuperar hasta el 30%. El hospital se sirve de una máquina de circulación extracorpórea con corazón artificial, que perfunde el órgano.

Cuenta Ignacio Revuelta, nefrólogo de la unidad de trasplante renal del Clínic de Barcelona, que lidera el programa de trasplante renal con diferente grupo sanguíneo en donante vivo o fallecido y es de los más activos en el trasplante renal cruzado, que en breve conectará donantes y receptores entre España, Italia y Portugal.

Una iniciativa liderada por la Organización Nacional de Trasplantes donde un algoritmo, por cierto, obra de un nobel, permite intercambiar los riñones de parejas incompatibles. Es decir, una pareja dona un riñón y a cambio recibe este órgano de otra familia de forma anónima. “Somos los que más parejas metemos en este programa”, dice Revuelta, quien asegura que el Clínic ya ha hecho 32 trasplantes bajo esta modalidad.

Una de sus técnicas destacadas es el trasplante por laparoscopia, que extrae el riñón de la donante por la vagina o del donante por el ombligo y lo implanta de la misma forma, facilitando una mejor recuperación. En dos años ha realizado 30.

Avances de los hospitales

La Fe de Valencia. Ya trabaja en una máquina de preservación hepática, indica Juan Galán, coordinador de trasplantes.

Valdecilla. El hospital Marqués de Valdecilla y el Reina Sofía tienen en marcha planes para recuperar órganos.

Donantes. En 2017, la tasa de donantes fue de 46,9 por cada millón de habitantes, el doble que en Europa. En dos años se ha reducido la lista de espera en 800 personas.

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