Dato de empleo americano.
Nada novedoso en el dato de empleo americano publicado el viernes pasado. Si bien fue recibido con optimismo ya que se aceleraba la creación de empleo en abril hasta los 223.000 nuevos empleos no agrícolas (desde los 159.000 del mes anterior y unas expectativas de 188.000) sigue sin haber un impuso definitivo de la tasa de actividad que caía al 62,7% desde el 62,8% (en dos decimales la situación es de práctico estancamiento al pasar de 62,78% a 62,74%). Ello permitía hacer caer la tasa de paro una décima más hasta el 3,8% (en dos decimales del 3,93% al 3,76%). En el lado positivo, la caída de 281.000 parados coincidía con el aumento de 293.000 empleos, no obstante, el epígrafe "Not in labour force" aumentaba en 170.000 personas, prácticamente lo mismo que se incrementaba la población (+182.000), hasta los 95,515 millones de personas.
Desde septiembre del 2007 el epígrafe de "Not in labour force" ha aumentado en 16,868 millones de personas frente a los 24,993 millones que lo ha hecho la población. Los 8,125 millones restante (aumento de la población activa) representan apenas el 32,5% de lo que ha aumentado la población. En una situación de normalidad, la población activa debería ir aumentando a un ritmo tal que representase por encima del 60% del aumento de la población. De haberse mantenido la tasa de actividad del 66,20% 16,494 millones de personas deberían haber ingresado en la población activa, (8,499 millones en "Not in labour force"). Con ello cabe interpretarse que el desempleo esta subestimando en cerca de 9 millones de personas.
La tasa de paro americana (la llamada U-3) se calcula considerando como parados a aquellos individuos que han estado buscando trabajo de forma activa durante las últimas cuatro semanas. Automáticamente si dejan de buscar trabajo en ese intervalo pasan a formar parte de la población no activa ("Not in labour force"). Suele ser útil hacer un seguimiento de la tasa de paro alternativa (conocida como U-6). Esta última también ha bajado dos décimas hasta el 7,6%.
La diferencia entre la U-3 y la U6 estriba en el hecho de que ésta última toma en cuenta no solo los parados de la U-3 sino que los incrementan teniendo en cuenta aquellas personas que han dejado de buscar trabajo, pensando que conseguir empleo es una tarea imposible en las condiciones económicas actuales, "individuos marginales", que pueden encontrar un trabajo, pero no lo están buscando en este momento, gente subempleada que preferiría tener una jornada laboral completa, pero que solo trabaja a tiempo parcial, debido a las condiciones económicas actuales. Todo ello ampliando el plazo de 4 semanas a 12 meses. Una vez pasado este tiempo, aún manteniéndose en esa situación, pasan al epígrafe de "Not in labour force".
La desmesura de la evolución de este apartado nos ha llevado siempre a desconfiar de las medidas actuales de tasa de paro en los EE.UU. La REALIDAD, nos ha venido dando al razón. Estimamos que debe haber del orden de 11.589 de parados no contabilizados como tales, lo que elevarían la tasa de paro al 9,9% (9,87% en dos decimales) aunque descendiendo desde el 9,97% en abril y del 10,41% en mayo del año pasado. Aún así nos quedamos lejos de los niveles que evalúa "Shadow Government Statistics" que sitúa la tasa de paro americana por encima del 20%.
Los datos económicos no son la REALIDAD, son un estimador de ella. Por ese motivo deben reflejarla no inventarla. De haber una situación de práctico pleno empleo, como nos avanzan los datos, la situación político/social en los Estados Unidos, debería ser otra muy distinta. No habría ese descrédito de la clase política, no estaríamos sosteniendo un gobierno populista que ve en el extranjero el origen de todos sus males, no habría preocupación por los empleos que se van al extranjero (habría en casa más que más que suficientes), no estaríamos en medio de una guerra comercial, en definitiva el "America First" no existiría. No es la tasa de paro lo que evalúa la realidad del mercado laboral, es esta la que debe quedar reflejada en la primera. Si ello no ocurre quien se equivoca son los datos, no la REALIDAD.
Como muestra, nuevamente vemos a las ganancias medias salariales apuntar que el incremento interanual se sitúa en el 2,7% desde el 2,6%, muy lejos de tasa en torno al 4,0% que son observables en épocas de pleno empleo (alguna de ellas lo suficientemente cercanas como para atribuirlo a un cambio estructural).