El Ibex, presa de la volatilidad, despide a Rajoy con la mirada en Italia y EE UU
El Ibex cae un 1,05% y pone a prueba los mínimos del año, en los 9.400 puntos La Casa Blanca recupera los aranceles a Europa, Canadá y México y tiñe de rojo todas las Bolsas
El mes de mayo ha dado un verdadero revolcón a los mercados. Más allá de tratarse de un periodo tradicionalmente de cierre de posiciones antes del verano –ya dice un viejo refrán de la Bolsa "sell in may and go away" (vende en mayo y vete)–, las Bolsas han temblado ante el recuerdo de que el aciago panorama de 2012 (cambiando esta vez Grecia por Italia) pueda volver a repetirse. Y la resurrección de los temores comerciales le han dado la puntilla. El Ibex cayó ayer un 1,05% y cede un 5,16% en su segundo peor mes del año. Se aproxima peligrosamente a los mínimos del año, al poner a prueba los 9.400 puntos.
Tan inusual ha sido este mes que los mercados han visto cómo el día 1 Rajoy preveía llegar cómodo a 2020 con los Presupuestos aprobados. Y cómo el 31 se quedaba sin opciones. También cómo la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas pactaban en el último minuto un Gobierno liderado por Giuseppe Conte. Pero que unos días después era vetado por el presidente de la República al situar a un euroescéptico en la cartera de Economía. Los mercados veían llegar unas nuevas elecciones en Italia, interpretadas como un referéndum sobre el euro.
El Ibex inició ayer la sesión con alzas que llegaron al 1%, en línea con el cierre del miércoles. La Bolsa italiana subía hasta un 2%, mientras que la presión aflojaba sobre la deuda (tanto a dos como a 10 años) y la prima de riesgo, toda vez que los partidos italianos avanzaban en las negociaciones para evitar elecciones. Al cierre del mercado, la Liga y 5 Estrellas anunciaron un nuevo pacto. Sin embargo, la renta variable fue poco a poco perdiendo músculo.
Los bancos, que tiraron del Ibex por la mañana con alzas de más del 1%, fueron poco a poco desfondándose. Sabadell cerró con una caída del 3,49%, CaixaBank se dejó un 2,55% y Bankia y Santander, algo menos del 2%. También estuvieron penalizadas las eléctricas (Iberdrola perdió un 1,6%), Dia (-2,71%) y constructoras como ACS y Acciona, que cedieron más de un 2% cada uno.
Por encima, los principales beneficiados fueron los valores más ligados a las materias primas. En concreto, las siderúrgicas. Acerinox subieron un 1% y ArcelorMittal, un 0,66%. Poco por debajo, Ferrovial y Amadeus avanzaron un 0,65% y un 0,43%, respectivamente.
Más allá de Italia, los inversores patrios miran hacia sus propios problemas nacionales. La primera sentencia por la trama Gürtel ha llevado a un punto de no retorno al Gobierno de Rajoy, una vez que Pedro Sánchez ha logrado los apoyos suficientes para que triunfe su moción de censura gracias al último apoyo del PNV. Sus avatares exacerbaron la reacción de España a los problemas en Italia.
Algunos analistas, sin embargo, ponen distancia con la situación en España e Italia. Julien-Pierre Nouen, economista jefe de la gestora de Lazard, considera que el triunfo de la moción de censura no provocará una crisis política en España, toda vez que no cree que romperá el crecimiento económico. Fundamenta además su optimismo en que el escenario más probable es una convocatoria de elecciones anticipada que ganaría Ciudadanos, algo que sería bien interpretado por los mercados. Asimismo, considera que los problemas en la deuda española proceden de Italia y no de la Carrera de San Jerónimo.
Paula Sampedro, de Link Securities, cree que en cualquier caso, no hace falta señalar que la situación en España, aunque incierta, no se acerca a la de Italia, ya que, por un lado, la economía española es mucho más sólida, pero, sobre todo, en ningún caso se están contemplando propuestas de Gobierno populistas del tipo a las planteadas en Italia.
En esta línea, Paul Brain, jefe de renta fija en Newton, parte de BNY Mellon, no prevé que la prima de riesgo se dispare si prospera la moción de censura. "En España no apreciamos el mismo auge antieuropeo que en Italia, pero seguimos pendientes de la situación política, que podría conducir a un periodo de incertidumbre y de estancamiento, con la falta de Gobierno. En ocasiones, los mercados miran estas situaciones con buenos ojos, sobre todo si el Presupuesto General no cambia. Así que no esperamos que haya un incremento en la prima de riesgo de los bonos españoles respecto a los alemanes, asumiendo que la situación de Italia no se deteriora mucho más".
Otros, no están seguros de que el impacto sea tan moderado. Araceli de Frutos, socia directora de la eafi 107, prevé que la moción de censura eleve la volatilidad en el mercado y pueda llevar al Ibex hasta los 9.200 puntos. Baraja vender opciones de venta (puts) sobre el Ibex, al tiempo que salir de los sectores más regulados (como banca o eléctricas).
No en vano, el Ibex se dio ayer la vuelta más o menos cuando el PNV anunció su sí a Pedro Sánchez. Pero lo cierto es que más o menos al mismo tiempo la Casa Blanca anunció que descongelará los aranceles sobre la importación del acero y el aluminio a Europa, México y Canadá. Bruselas respondió con la amenaza de contramedidas. Y desenterró el fantasma que atenazó a los mercados en los meses pasados, la guerra comercial y el proteccionismo.
El Ibex se dio la vuelta, pero al ritmo que lo hizo el resto de grandes índices europeos, penalizados por la apertura a la baja de Wall Street. El Dax se dejó un 1,40%; el Cac, un 0,53%; y el FTSE, un 0,15%. Solo el Mib consiguió cerrar con una tímida alza del 0,03%. También el euro trataba de huir de los mínimos del euro de julio de 2017. Al cierre de los mercados europeos, la moneda única cotizaba plana sobre el dólar, en los 1,16 billetes verdes.
Y eso que el mes empezó en calma. Parecía que Donald Trump enterraba el hacha de guerra: reducía la tensión en Siria, abría la puerta a la negociación con China en materia comercial y avanzaba para reunirse con el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un. Por entonces, solo el alza de un imbatible petróleo –que llegó a superar los 80 dólares– despertaba ciertos temores en el mercado, en tanto pudiera acelerar los planes de los bancos centrales por normalizar la política monetaria. Tras haber corregido por los rumores sobre un acuerdo en el seno de la OPEP (que se reunirá el 22 de junio) para empezar a bombear más crudo por primera vez desde 2016.
El bono español cae del 1,5%
La recta final del mes ha estado marcada por las tensiones en el mercado de deuda. Hasta mediados de mayo, los inversores venían celebrando la mejora de la nota a España por parte de las tres agencias de calificación. Una tendencia que empezó a invertirse con las primeras noticias de crisis política en Italia, a lo que se sumó el 25 de mayo la moción de censura presentada por el PSOE contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy. El resultado de este cóctel fue el resurgir de los fantasmas de 2012. El martes 29 la rentabilidad de la deuda a 10 años se disparó al 1,62% con la prima de riesgo por encima de los 135 puntos básicos.
A pesar del aumento de la tensión, el consenso del mercado subraya que España no es Italia. “Creemos que el movimiento del riesgo país ha sido influido más por lo que ha sucedido en Italia, que por los eventos políticos internos”, apuntan desde Lazard. La gestora defiende que si se convocan elecciones anticipadas, existen tres grandes partidos (Ciudadanos, PSOE y PP) a favor del euro y respetuosos con el tratado de estabilidad y crecimiento.
“Lo que está afectando a la deuda española es la situación de Italia”, subrayan desde la firma. No obstante, advierten que si las preocupaciones sobre una posible salida de Italia del euro aumentan, podría producirse un efecto contagio. En ese caso, prevén que el BCE prolongue el programa de compra de activos más allá de septiembre.
Desde Renta 4 consideran que el impacto de la moción de censura sobre el mercado de renta fija ha pasado de puntillas. El discurso continúa siendo europeísta y afirman que la medida plantea un problema político, pero no presupuestario. De hecho, ayer se conoció que el líder socialista mantendrá intactos los presupuestos para ganarse el apoyo del PNV.
En medio de este escenario, la rentabilidad de la deuda española a diez años bajó ayer del 1,57% al 1,48% y retoma, de manera puntual, las ganancias en el año. Por su parte, la prima de riesgo cayó 20 puntos básicos, hasta los 112.