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La tribuna de los fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Es hora de volver la vista a Europa

El panorama político está en general despejado y la volatilidad ofrece buenas oportunidades

Reuters
CINCO DÍAS

Decía Gardel que veinte años no es nada. Si veinte años no es nada, diez años es mucho menos, pero para una inversión en Bolsa el horizonte temporal de diez años es la referencia “estándar” de largo plazo.

Los últimos diez años han sido especialmente duros para la inversión en Bolsa europea. Un inversor que hubiera puesto su dinero en el Euro Stoxx 50 en mayo de 2008, tendría hoy un 6% menos si miramos el precio de las acciones. Si en lugar de la Bolsa europea, hubiera optado por la española, su inversión sería hoy un 26% inferior. Cierto es que, en ambos casos, se habría llevado los dividendos, con lo que, en neto, estaría mejor que hace diez años, pero no para tirar cohetes. Su rentabilidad anualizada habría sido ligeramente superior al 1% en el caso de la Bolsa española y del 3% en el de la europea. No parece que sean estos los retornos que un inversor espera cuando invierte a “largo plazo” en Bolsa.

¿Por qué, en general, no se ha ganado dinero en renta variable europea en los últimos diez años? La explicación es muy sencilla: porque los beneficios empresariales han estado diez años sin crecer. Un gestor al que admiro dice algo que no debemos olvidar: “Hay que invertir en Bolsa cuando los beneficios suben y no hay que invertir en Bolsa cuando los beneficios están cayendo”. Pienso que es un buen principio para entender que las Bolsas, a largo plazo, hacen lo que hacen los beneficios empresariales, y la tendencia de estos, como la de la economía es subir.

Volviendo a Europa, ¿en qué momento nos encontramos? Nos encontramos en un cambio de tercio. Después de una década en la que los beneficios empresariales han permanecido estancados, en 2017 vimos por primera vez crecimiento en los mismos (+13,4% en la eurozona). Las estimaciones para 2018 y 2019 son positivas también y esto es lo que alienta que las cotizaciones europeas se estén animando.

Por la parte macro, el entorno parece también algo más despejado. Crecimiento económico por encima del potencial (2,5% interanual en la eurozona frente al anémico 1% que sirve como tendencia), fuertes datos de confianza y actividad, a pesar de la leve desaceleración de las últimas lecturas, y cifras de desempleo a la baja.

Aunque es cierto que cuando invertimos en Bolsa lo hacemos en compañías y no en los PIB de los países, que el entorno sea de crecimiento económico y no lo contrario, supone viento de cola para los resultados empresariales.

En nuestra cartera de renta variable, Europa es nuestra zona geográfica favorita. El panorama político, aunque con alguna borrasca viniendo desde Italia, está, en general, despejado, y los episodios de volatilidad siempre ofrecen buenas oportunidades.

Al contrario que en otras zonas geográficas, en Europa hay una gran dispersión entre sectores, estilos y tamaño de compañías, lo que es perfecto para la gestión activa. Son muchos los gestores que han sido capaces de ofrecer rentabilidades muy atractivas durante los pasados años, incluso con un entorno desfavorable en la macro y en lo político.

La capacidad de generación de alfa de los buenos gestores europeos es muy notable. El alfa media de los fondos que tenemos seleccionados para nuestras carteras ha sido del 2,5% anualizado en los últimos años, si bien los alumnos aventajados han conseguido resultados muy superiores.

Un inversor que hubiera puesto su dinero, hace diez años, en fondos como Alken European Opportunities, MFS European Value Fund o Invesco Pan European Equity Fund, hoy tendría el doble de lo que puso. Si lo hubiera hecho en el Jupiter European Growth, hoy tendría 1,5 veces más. La rentabilidad anualizada de los mismos se ha situado entre el 7% y el 10%. Muy superior a ese 3% del Euro Stoxx con dividendos.

Estos cuatro fondos son algunos de los que más tiempo llevan en nuestras carteras y han probado, sobradamente, que con un proceso de análisis de compañías riguroso y un proceso de inversión disciplinado, se puede batir de forma consistente al mercado. En los últimos años hemos añadido a nuestras carteras nombres como Eleva European Selection y Melchior European Opportunities, que han aportado excelentes resultados.

En España tenemos también gestores excelentes.

Pensamos que es momento de invertir en acciones europeas y pensamos que es momento de hacerlo de la mano de buenos gestores. Tenemos la fortuna de que, en Europa, tenemos mucho y bueno para elegir.

 Marta Campello es Gestora de fondos en Abante

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