La banca cree que la elección del nuevo gobernador se ha vuelto a politizar
El sector reclama un responsable del Banco de España independiente. Guindos entra en campaña y propone como candidata a Rosa Sánchez-Yebra
La tradicional fórmula de elección del próximo gobernador, o mejor dicho, gobernadora, del Banco de España, del subgobernador o subgobernadora y de dos consejeros de la institución que deben ser nombrados el próximo mes de junio no convence para nada al sector financiero en esta ocasión.
Gran parte de las entidades españolas confiesa que está cuanto menos incómoda, o incluso enfadada con el proceso de elección de la futura cúpula del Banco de España. Algún que otro banquero se atreve, además, a calificar la situación de “grave”.
La razón es simple, la banca considera que el proceso iniciado para designar al nuevo gobernador y subgobernador vuelve a politizarse. “No nos sorprende, pero teníamos la esperanza de que en esta ocasión la necesidad de tener un número uno y un número dos en el Banco de España totalmente independientes haría reflexionar seriamente al Gobierno para buscar un candidato de consenso totalmente técnico y desvinculado de la política. Pero parece que nuevamente no va a ser así”, se quejaba la semana pasada un conocido banquero.
Las negociaciones iniciadas entre el Ejecutivo y el PSOE para pactar la elección de la nueva cúpula de la institución, cada vez más anquilosada y menos supervisora, no han entusiasmado a la banca, como tampoco le ha entusiasmado que Ciudadanos se quede al margen de este pacto, aunque haya sido el propio partido naranja el que ha decidido no aceptar la propuesta del Gobierno.
La implicación del exministro de Economía Luis de Guindos en el proceso de elección del futuro gobernador tampoco ha convencido a parte del sector financiero, que considera que se rompe aún más la pretendida independencia del Banco de España, tan necesaria en estos momentos.
“El hecho de que un representante del Banco Central Europeo intervenga en este proceso, como es el caso de su vicepresidente, Luis de Guindos, como parece que se está produciendo, no es lo más idóneo si se quiere que el gobernador del Banco de España sea totalmente independiente y gane influencia en el BCE. La sombra de Guindos puede ensombrecer su pretendida influencia, aunque no sea verdad”, comenta un ejecutivo del sector. Y añade que el hecho de que sea Guindos, y no el actual ministro de Economía, Román Escolano, quien sea el que designe a un posible candidato “politiza más este proceso”.
Pese a todo, otro directivo del sector mantiene que al final “será Mariano Rajoy el que designe al sustituto de Luis María Linde”.
Todas las fuentes consultadas señalan a Rosa Sánchez-Yebra como la candidata de Guindos y la mejor situada para suceder a Linde.
La que fuera jefa de gabinete de Luis de Guindos, secretaria general del Tesoro y es en estos momentos vicegobernadora del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, se puede convertir así en la primera mujer que asume el puesto de gobernadora. El BCE, de hecho, lleva tiempo pidiendo a los diferentes Gobiernos europeos que nombren a mujeres en cargos de responsabilidad, y en este caso, para ocupar el puesto de número uno del Banco de España.
Sánchez-Yebra, licenciada en Farmacia, cuenta con dos puntos clave para su designación, no es militante del PP y es técnico comercial, aunque su experiencia en política monetaria, uno de los puntos clave en los que el gobernador del Banco de España debería influir en el BCE, es inferior a la de otros posibles candidatos que aparecen en las quinielas.
Otra mujer que lleva meses también en las quinielas para suceder a Linde o al subgobernador Javier Alonso es Margarita Delgado, actual directora general adjunta en el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) en el BCE.
Delgado se conoce a la perfección el Banco de España, de donde procede, además de saber manejarse bien en la institución con sede en Fráncfort. Es una de las candidatas preferidas de la banca para sustituir a Linde.
El sector financiero la respeta, considera que es independiente y mantiene que sabría ganar influencia para España en los comités del BCE. El inconveniente es que no solo la baja influencia del Banco de España en Fráncfort es el problema de esta institución. Su falta de credibilidad, el distanciamiento que se ha producido con Economía en los años de la crisis financiera, el enfrentamiento entre la cúpula de la institución y del cuerpo de inspectores, supone un hándicap para el sucesor de Linde. Y se da la circunstancia que el colectivo de inspectores ha iniciado una campaña contra la posible candidatura de Delgado alegando que fue en su última etapa en el Banco de España cuando se produjo el debilitamiento de Banco Popular, entidad que se encontraba bajo su supervisión.
Otro de los perfiles que suenan para el Banco de España es Pablo Hernández Cos, desde 2015 director general de economía y estadística del Banco de España y alterno al gobernador en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo. Desde 2017, además, es miembro del Comité Económico y Financiero de la Unión Europea.
Íñigo Fernández de Mesa, ex secretario de Estado de Economía con Guindos, y actual presidente de la firma de asesoría financiera Rothschild, también aparece en las quinielas, pese a que él se descarta. José Luis Escrivá, presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) española desde 2014 también se le ha incluido en las últimas semanas, aunque parece que esta no es su guerra.
“El nuevo gobernador debe carecer de afiliación política, sólido, con mano de hierro, que sepa cabrearse y dar un golpe en la mesa en perfecto inglés y a la vez que sea de reconocido prestigio internacional, con grandes conocimientos de política monetaria, si se pretende que España alcance la influencia en el BCE que su sistema financiero y economía se merecen”, reconoce un influyente directivo bancario.
También tienen que renovar dos sillones del consejo del Banco de España, los de Vicente Salas, del entorno del PSOE, y otro de la órbita del PP, Maximino Carpio.
Y como último y corto apunte. El Corte Inglés no saldrá a Bolsa hasta que su beneficio no se acerque a los 1.000 millones, y para eso quedan muchos años.